El dilema de Boric para encontrar el tono de su relato ad portas del 11-S que inquieta al oficialismo

El Presidente Gabriel Boric.
El Presidente Gabriel Boric. Foto: Diego Martin / Agencia Uno.

En sectores de los partidos de gobierno reconocen en privado que las declaraciones de los últimos días del Mandatario han generado confusión y no contribuyen al hito de conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado. El Presidente, por su parte, ha ultimado intentos para buscar que se firme un compromiso por la democracia con todos los partidos políticos, pero en sectores de la oposición ya le dieron un portazo a la idea.


Al mediodía de este lunes, mientras el comité de iniciativas populares por la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado -en el que participaron los partidos oficialistas- realizaba un acto fuera de Morandé 80, por el aniversario del triunfo de Salvador Allende el 4 de septiembre de 1970, el Presidente Gabriel Boric estaba en San Joaquín, en una actividad por la presentación del proyecto de Ley Sernac Te Protege. No fueron pocos, los que en el evento, se preguntaban por la presencia del Mandatario. Las únicas autoridades que se sumaron al acto -y que se subieron al escenario- fueron la ministra Camila Vallejo (PC) y el subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano (PS).

En los partidos -que a la misma hora participaron del comité político ampliado- dicen que Boric fue invitado formalmente a la conmemoración de la victoria de Allende. De todas formas, el equipo de Presidencia de La Moneda colaboró con las 150 sillas de la actividad y también con la bandera de Chile que instalaron improvisadamente sobre la puerta de Morandé.

El foco de la actividad fue diferente al que ha mostrado Boric en los últimos días, quien ha dicho que no hay que “mitificar” el gobierno de la Unidad Popular y quien también ha hecho autocrítica por el clima político que hay antes de la conmemoración.

“Lo que a mí me hubiese gustado es que la conmemoración de los 50 años fuera un momento de consenso nacional, en torno al valor de la democracia y el respecto irrestricto a los derechos humanos, y siento que desgraciadamente, por diferentes motivos, y donde seguro que todos tenemos algo de responsabilidad, las diferencias políticas y la reyerta chica ha primado por sobre esa voluntad de consenso”, dijo Boric este domingo en Mesa Central.

En La Moneda aseguran que el Mandatario ha hecho un esfuerzo por buscar un tono más dialogante porque está consciente de que algunas de sus declaraciones no han ayudado, como cuando dijo que el exministro Sergio Onofre Jarpa, fundador de Renovación Nacional, falleció “impune” y cuando luego del suicido del brigadier (R) Héctor Chacón (86), condenado a 25 años de cárcel por el crimen de Víctor Jara, dijo que “murió de manera cobarde”. Ambas han tensionado el clima a días del hito y han enredado la posibilidad de firmar un compromiso con todos los partidos. Por lo mismo, el viernes de la semana pasada Boric recibió al expresidente Sebastián Piñera -a quien incluso tildó de “valiente” por hablar de “cómplices pasivos” en los 40 años- y ha estado en contacto con las directivas de Chile Vamos.

De todas formas, el esfuerzo de última hora no ha logrado convencer a los actores políticos y hoy el senador Javier Macaya, presidente de la UDI, descartó la posibilidad de sumarse al compromiso. Por lo mismo, los esfuerzos, dicen en el gobierno, estarán puestos en firmar un compromiso con las autoridades extranjeras que viajarán a Chile para el 11 y con los expresidentes de la República. Hoy Boric, de hecho, recibe a la exmandataria Michelle Bachelet en La Moneda.

A propósito de la postura del Mandatario, este lunes la ministra Camila Vallejo (PC) aseguró en su vocería que “el ánimo del Presidente es fomentar el diálogo para construir acuerdos en el marco de fortalecer nuestra democracia y sus capacidades de dar respuesta a las necesidades de la gente, por eso la reforma de pensiones, por eso el pacto fiscal, pero también la claridad y la firmeza a la hora de condenar las rupturas violentas de nuestra democracia, como lo fue el golpe de Estado”. Además, también mostró un cambio de tono al referirse al contexto en el que se produjo el derrocamiento de Allende: “No hay que justificar lo injustificable porque el día de mañana podemos volver a justificar la ruptura de una democracia o la persecusión, el exterminio o la tortura de personas. Y eso la verdad es que deberíamos garantizarle a todos y todas y garantizarle a los que vienen que no se va a volver a repetir. Y que no va a haber otro escenario, otro contexto, que le de justificación a algunos para romper con la democracia. Eso es todo y creemos que es simple”.

VOCERIA CAMILA VALLEJO, SECRETARIA GENERAL DE GOBIERNO
La ministra Vallejo en la vocería de hoy. Foto: Mario Téllez.

La mirada oficialista

Las vacilaciones del Presidente ad portas de la conmemoración también han incomodado al oficialismo en la interna, donde aseguran que no ha sido fácil entender a de Boric en medio de la conmemoración y que eso también ha complicado el ambiente por su lado. Por ello, en la actividad en Morandé -que contaba con la venia de La Moneda, los partidos mostraron una posición muy diferente a la del Presidente en el reconocimiento de la Unidad Popular.

“El Gobierno de la UP, liderado por Salvador Allende, se caracterizó por su firme compromiso con transformaciones profundas y pacíficas en Chile. Buscaba mejorar la vida de todas las personas, promoviendo la igualdad, la justicia social y la participación ciudadana (...) Durante su gobierno, se impulsó una revolución socialista a la chilena, llena de creatividad, innovación y alegría”, decía la declaración oficial del comité de iniciativas populares, en el que participan integrantes de todos los partidos oficialistas, como la exministra de Justicia, Marcela Ríos (Convergencia Social).

Las dos almas del Ejecutivo han adoptado algunas posturas distintas de cara al próximo 11 de septiembre. Esto ocurrió, por ejemplo, con la renuncia de Patricio Fernández, uno de los hombres más cercanos del Presidente. El escritor fue defendido desde Socialismo Democrático, mientras que las presiones por sus salidas se personificaron en Apruebo Dignidad, específicamente en el Partido Comunista.

Las mismas oscilaciones se vieron reflejadas este domingo, cuando el Mandatario calificó como “valiente” el gesto de Piñera hace 10 años. Sus dichos no fueron compartidos por parte del PC. La diputada Karol Cariola, por ejemplo, advirtió que “no sé si lo categorizaría de valiente. Lo que hizo como Presidente fue lo correcto y esperaría que si sector político mantuviera esa línea, más que la de retroceso que hemos visto en estos meses”.

Sin embargo, la propia Cariola, junto con otros personeros oficialistas, entendió el tono del Mandatario: “Es evidente que sus posiciones políticos deben estar vinculadas con las sensibilidades generales de los chilenos. Me queda clara que tiene una convicción democrática y que busca reivindicar la lucha que el pueblo de Chile ha dado de manera permanente por la democracia (...). Yo, por lo menos, me siento conforme con lo que el Presidente Boric ha planteado, más allá de la calificación particular que haya hecho del Presidente Piñera, de quien yo tengo opiniones distintas”, manifestó.

Discurso similar asumió, por ejemplo, la senadora y presidenta del PS, Paulina Vodanovic: “Más allá de los calificativos o de las apreciaciones personales, rescato el llamado a suscribir transversalmente un compromiso por la democracia y los derechos humanos. Al menos a ese mínimo consenso debiéramos haber arribado después de recuperar la democracia”.

El diputado Boris Barrera (PC) reconoció que ha habido cambios importantes en el tono del Presidente. Según él, el anuncio del Plan de Búsqueda y sus recientes declaraciones con respecto a un acuerdo transversal que condene el quiebre de la democracia “han sido señales importantes”. A eso agrega, además, la renuncia del exasesor presidencial encargado de la conmemoración, Patricio Fernández.

Sin embargo, el parlamentario enfatizó que “sería importante avanzar en medidas que den garantía de no repetición, como ponerle urgencia al proyecto de ley que tipifica la desaparición forzada, que condena el negacionismo, el que permite que se termine con el secreto Valech. Esos son todos proyectos de ley que están en el Congreso y que no avanzan, porque no hay voluntad de todos. Por eso es que sería una muy buena señal también que el gobierno les pueda colocar urgencia”.

En tanto, el diputado Raúl Soto (PPD) sugirió que, si bien “el Presidente Borric tiene una posición muy sólida en cuanto al fondo, que comparto y apoyo”, “los errores en la forma y en el tono, han ensuciado el proceso”.

En todo caso, el parlamentario aseguró que “eso se puede corregir, aún es tiempo. Unir en torno a la defensa de la democracia es posible si lo hacemos bien, de forma prolija, planteando convicciones con respeto y sin herir susceptibilidades”.

Por su parte, la diputada Carmen Hertz (PC) se limitó a señalar que “el Presidente ha sido muy claro en señalar que el Golpe de Estado fue un crimen y una felonía”. La propia vicepresidenta de la Cámara, previamente había marcado un tono que se comparte en la interna de su sector respecto de cómo el Ejecutivo ha administrado la conmemoración por los 50 años: “Habría esperado más del gobierno”.

En el oficialismo esperan que haya gestos concretos en la agenda legislativa que presentará el gobierno este martes en el Congreso, que incluiría buscar una solución para levantar el secreto Valech (uno de los compromisos presidenciales de Boric) y también buscar alternativas para la prohibición de la aplicación de beneficios carcelarios en crímenes de lesa humanidad, lo que podría concretarse en un traslado de los reos de Punta Peuco.

“Ese tipo de cosas se hacen, no se anuncian”, dijo Boric sobre el penal.

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