El dilema de Boric para enfrentar un nuevo 18-O

Presidente Gabriel Boric

Sin estridencias y cuidando las sensibilidades. Con esas bajadas en Palacio ya delinean lo que será un tercer aniversario del estallido social y el primero para el Presidente en La Moneda. En el gobierno aseguran que los gestos que haga el Mandatario se están calculando con máxima cautela, sobre todo, ante la crisis de seguridad y los hechos de violencia en contra de Carabineros que han marcado su agenda estos últimos días, en los que el Jefe de Estado ha endurecido evidentemente su tono.


Habían pasado solo horas desde el 18 de octubre de 2019, y las manifestaciones que desembocaron en el denominado estallido social se extendían por todo el país, cuando el entonces diputado Gabriel Boric increpaba a los militares desplegados en Plaza Baquedano, luego de que el Presidente Sebastián Piñera decretara estado de emergencia en varias comunas de la Región Metropolitana.

“Están con armas de guerra”, gritaba Boric, con evidente molestia por la presencia militar en las calles.

El próximo martes, a tres años de ese hito, el ahora Mandatario tendrá un día muy distinto y siendo la autoridad más importante del país. Así, enfrentará un desafío complejo por su trayectoria personal y política: por primera vez esa fecha lo encontrará en La Moneda. Y la ecuación para definir las señales que el gobierno y que él como Jefe de Estado darán ese día no es simple, y así lo reconocen en Palacio.

Sobre todo, porque el 18-O encuentra a Boric con una crisis en materia de seguridad, pero también con hechos que han tensionado a Carabineros de Chile. El asesinato del sargento Carlos Retamal -tras ser agredido en un procedimiento policial- y varios funcionarios que terminaron heridos en Puerto Montt tras recibir ataques por parte de un grupo de extranjeros, son solo algunos ejemplos.

Adicional a esos factores, la fecha que genera opiniones divididas en sus coaliciones de gobierno se da a poco más de un mes del triunfo del Rechazo en el plebiscito constitucional, lo que obligó al Presidente a moderar la composición de su comité político hacia la centroizquierda y también su propio tono. Ahora ha sido él quien ha salido a defender la labor de Carabineros y también de las Fuerzas Armadas que están desplegadas hace meses en el sur del país por el estado de excepción que su gobierno ha prorrogado en nueve oportunidades.

De hecho, en la antesala de un nuevo aniversario del estallido, el jefe de Estado ha endurecido evidentemente su tono para abordar estas materias, sobre todo, en temas relativos a la migración y la delincuencia. “O se regularizan o se van”, dijo este jueves, en relación a los extranjeros irregulares en el país, mientras que este viernes aseguró, en una entrevista radial que concedió en el norte, que “vamos a ser unos perros en la persecución de la delincuencia”.

En Palacio reconocen que la idea es “endurecer el tono” en temas que son de “sentido común” para la ciudadanía, sobre todo, luego de la contundente derrota electoral en el plebiscito. Por lo mismo, el Ejecutivo tiene que hacerse eco de las materias que demanda la gente como relevantes en un contexto en que a Boric todavía le quedan tres años de administración.

Todo eso es parte de la evaluación que por estos días hace La Moneda de cara a una jornada en que, además, según sinceró el jueves el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se prevén desórdenes públicos para lo que el gobierno tiene planes de contingencia activos. Tanto así, que el socialista hizo un llamado a la ciudadanía a no apoyar manifestaciones violentas para evitar muertes y heridos.

“Es muy importante la conducta de las personas. Por eso hacemos un llamado a los ciudadanos de Chile, a que frente al estallido social, a una legítima conmemoración respecto a una demanda legítima sobre seguridad social, no la manchemos ni con alteraciones del orden público ni con hechos de violencia”, dijo.

¿Mensaje presidencial?

En el Ejecutivo aseguran que los gestos que haga el Presidente se están calculando con máxima cautela. Su protagonismo y el de sus ministros para la jornada está por verse. Las mismas fuentes afirman que lo que sí está claro es que el gobierno no hará de esto “un gran hito”.

“Hay que abandonar cualquier trinchera, hablarle a todo el país”, dicen en La Moneda.

Esto en un contexto en que, además, desde los partidos oficialistas -particularmente en el Socialismo Democrático- transmiten que octubre no es una fecha para conmemorar ni hacer actividades. “Lo máximo que se debería hacer es un discurso reflexivo sobre la fecha y proyectando hacia el futuro”, dicen en ese sector.

Hasta ahora, se ha pedido a algunos ministerios como Justicia y Cultura que marquen algunos hitos relativos a la fecha, pero de manera “sobria” y evitando -en el contexto actual- que los gestos del gobierno terminen asentando la crítica que por estos días incluso han hecho los familiares del sargento Retamal: que, en parte, el sector que representan validó la violencia como forma de acción política durante el estallido social y habría contribuido a un clima negativo, sobre todo, en contra de las instituciones policiales y de Fuerzas Armadas.

Si es que el Presidente envía algún mensaje al país aún no estaría definido, sin embargo, en el gobierno reiteran que, de hacerlo, será en un tono republicano, con la perspectiva de un Jefe de Estado que representa a todos los chilenos y con un llamado a la unidad y a la necesidad de enfocarse en las demandas más sentidas por la ciudadanía.

Una señal a los denominados presos del estallido no estaría, por ahora, en los planes del Ejecutivo. De hecho, en el oficialismo reconocen que el proyecto que buscaba indultar a ese grupo -y que sigue durmiendo en el Senado- no tiene ninguna viabilidad política y su reactivación no estaría entre las prioridades de La Moneda. Lo que no descartan ni desde el comité político ni desde el Ministerio de Justicia es que el Presidente pueda -eventualmente- conceder algún indulto particular. “Es la única herramienta que queda para cumplir con esa promesa de campaña”, dicen en el gobierno.

Uno de los ministerios que concentrará más la atención será el de Justicia, liderado por Marcela Ríos.

La titular de la cartera -en línea con la definición política de La Moneda- no tendrá actividades de “alto perfil” durante esa jornada.

De hecho, se espera que su repartición se encargue de difundir una actualización del trabajo realizado por la Mesa de Reparación para las víctimas de violaciones a los derechos humanos durante el estallido social, como uno de los hitos más significativos que estarían coordinando sus equipos. Asimismo, el ministerio participará de conversatorios relativos al estallido y la reparación integral.

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