El dilema del retorno a clases que enfrenta al gobierno y los alcaldes: ¿Antes o después del próximo peak?

CONCEPCION: Colegios sin clases
16 de Marzo del 2020/CONCEPCION Salas de clases vac’as con sillas sobre las mesas al interior del colegio Juan Gregorio Las Heras, luego de que se decretara la suspensi—n de clases por 15 d’as debido a la pandemia de Covid-19 FOTO:SEBASTIAN BROGCA/AGENCIAUNO

El gobierno está alistando su propuesta para reactivar el sistema escolar, gradualmente, partiendo por escuelas rurales o con pocos alumnos, idealmente a mediados de mayo. Pero algunos alcaldes se oponen y plantean que la decisión debe tomarse una vez que decaigan los contagios por Covid-19.


Equipos de La Moneda y los ministerios de Educación y Salud han estado trabajando durante estos días en la propuesta para volver a clases. El plan original era retomarlas el lunes 27 de abril, pero esa idea fue postergada, según comentó el propio Presidente Sebastián Piñera, en cadena nacional.

La decisión no es menor, ya que involucra definir el futuro de 3.624.343 alumnos que componen el sistema escolar. De todos ellos, el 54% asisten a colegios particulares subvencionados, el 34% a municipales, el 9% a colegios particulares pagados y el resto a corporaciones de administración delegada o servicios locales de educación.

Pero la decisión es aún más difícil, ya que implica alinear a los alcaldes, algo que en esta pandemia no ha sido fácil. Sobre todo porque varios de ellos ya han criticado la idea, según han conversado internamente, pues estiman que no es aún el momento para hacer que los alumnos regresen a los colegios.

El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, es muy enfático en decir que aún es temprano pensar en volver a clases. “A nosotros nos pareció bien la decisión que tomó el Presidente de la República de no retornar a clases el 27 de abril, que era la decisión original. Eso va en la línea de escuchar y trabajar todos juntos por mejores decisiones”, dice.

Las preguntas, plantea el edil, son cuándo y cómo volver. Sobre lo primero, Carter asegura que el retorno a clases solo debe ocurrir luego de que pase el próximo peak: “El retorno debe ser cuando pase el peak de contagios, es decir, una vez que exista la certeza de que los casos están disminuyendo. Sería realmente inexplicable que volvamos a clases antes del peak”.

Llegado ese momento, el alcalde plantea que se tiene que evaluar la forma de volver a los colegios con epidemiólogos y expertos en educación. Consultado sobre la posibilidad de que el gobierno decida el regreso de clases prontamente y los alcaldes vuelvan a oponerse, Carter prefiere no adelantar el escenario. “Lo que planteamos los alcaldes no son caprichos, esta pandemia nos obliga a tomar un montón de decisiones nuevas que desconocemos. No hay que anticipar conflictos, ese es el camino que no hay que seguir. El Presidente ya demostró que puede cambiar de opinión cuando recibe buenos argumentos, entonces démosle espacio a él y al Mineduc para que con diálogo se pueda llegar a un consenso”, dice el alcalde.

Carter finalmente añade que espera que en este tema no exista “secretismo” y se “transparente la decisión y sus razones” ya que, dice, es “la única manera que tenemos de poder explicarle a los padres que van a mandar a sus hijos a las escuelas de forma segura”.

Desde el otro lado de la ciudad, en La Reina, el alcalde José Manuel Palacios comparte una visión similar. En su comuna, que al igual que La Florida no ha estado bajo cuarentena, han ido aumentando los casos contagiados por Covid-19. Palacios por su parte coincide con Carter y plantea que el regreso a las clases debe ocurrir una vez que pase el punto más álgido de la curva epidemiológica. “Es complejo el regreso a clases y es un tema que, sin duda, nos preocupa. Hasta ahora lo que más nos ha ayudado es tomar todas las medidas de prevención y una de esas fue no exponer a los escolares, tomando en cuenta que ellos son vectores de contagio y muchos viven con adultos mayores, que es la población de riesgo. Debemos esperar que pase el peak y recién evaluar el regreso a clases”, señala Palacios.

La alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, también se suma a esta posición. "Yo veo complejo el escenario de poder retomar las clases tan pronto y de manera tan apresurada. Un regreso gradual, no creo que sea la palabra correcta, sino que el regreso debe ser una vez que estén dadas las condiciones sanitarias y de seguridad para los niños, sus familias, profesores y asistentes de la educación”, dice la jefa comunal.

Para Leitao las condiciones que deben asegurarse con los protocolos de uso de mascarilla en los alumnos, la cantidad de estudiantes por sala, la logística para los almuerzos y “en el fondo es que todas las medidas que se piden para el común de la gente puedan ser aplicables de manera efectiva en un colegio”.

Hoy la alcaldesa tuvo una reunión virtual con presidentes de Centros de Padres y les transmitió que no va a “apoyar el regreso a clases si no están las condiciones para hacerlo”. Sobre la fecha, asegura que abril era “muy apresurado” pero que esto se tiene que ir viendo según avanza la curva de contagios por Covid-19: “Los expertos dicen que el peak no ha llegado. Por lo tanto antes de eso, cualquier decisión me parece que será apresurada”.

¿Se pueden oponer los alcaldes?

En marzo se armó todo un conflicto entre el gobierno y los alcaldes al momento de decidir la suspensión. Mientras el gobierno se resistía a tomar esa medida, los jefes comunales se adelantaron y comenzaron a anunciar la suspensión de clases en sus comunas. La presión fue tal que finalmente el 15 de marzo La Moneda se sumó el llamado y anunció la suspensión de clases para todo el país.

Ahora el objetivo del gobierno es concretar un plan de retorno a clases que sea gradual y que, por ahora, estaría pensado para mediados de mayo. Pero, ¿podrían los alcaldes oponerse a la decisión del Mineduc?

El abogado y profesor de derecho administrativo, Gabriel Osorio, asegura que la facultad para suspender clases presenta un “interesante conflicto jurídico” y que no es tan simple de resolver. “De acuerdo al inciso quinto de la Ley General de Educación, el sistema de educación es de naturaleza mixta, incluyendo una de propiedad y administración del Estado o sus órganos, y otra particular, sea subvencionada o pagada, asegurándole a los padres y apoderados la libertad de elegir el establecimiento educativo para sus hijos”, dice Osorio.

El abogado además señala que “de acuerdo a la ley del Ministerio de Educación, dentro de sus funciones está dictar normas generales aplicables a los establecimientos educacionales”. Así, explica, parte de esas normas generales es el Decreto Supremo 289/2010 que autoriza a los Seremi para aprobar el calendario escolar anualmente.

“La suspensión de clases, y la modificación del calendario, con ocasión del Covid-19 se amparó en la facultad del artículo 10 del Decreto Supremo 289/2010. Las seremías debieron hacerlo a través de Resoluciones Exentas, por mandato del artículo 36 de la Ley General de Educación. Sin embargo, que se levante la suspensión por parte del Mineduc se refiere a la calendarización del año escolar, no a las medidas que pueda adoptar cada uno de los sostenedores. Los sostenedores, entre ellos las municipalidades, podrían, eventualmente, continuar con la modalidad no presencial de enseñanza, respetando el calendario anual. Ahora bien, el Ministerio puede forzarlos de manera indirecta con la asistencia y su vínculo con la subvención, fiscalizaciones y sanciones de la superintendencia”, dice Osorio.

Entre los alcaldes también reconocen que se trata de un asunto que tiene “varios grados de interpretación”. Advierten que de ellos solo dependen los colegios municipales, pero que finalmente la decisión pasa por el Mineduc ya que de ellos depende que se sigan entregando las subvenciones. Por eso, plantean, mantener los colegios cerrados y sin recibir el financiamiento es un escenario muy difícil de sostener.

El académico de la Universidad Diego Portales, Gonzalo Muñoz, afirma que debido a todas estas complejidades el ideal es que la fecha de retorno a clase sea consensuada con la mayor cantidad de actores posibles. “Lo que sería razonable en un periodo como este es que se abriera un diálogo entre el Mineduc y los sostenedores para establecer calendarios flexibles y donde se considere la voz de las comunidades educativas”, dice Muñoz.

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