El drama de Brittney Griner, la estrella del básquetbol estadounidense que arriesga 10 años de cárcel en Rusia
Detenida por posesión de aceite de cannabis, la medallista olímpica estaba en Moscú para jugar en el período entre temporadas. Ahora, Washington y el Kremlin planean un intercambio de prisioneros que la incluiría a ella y a Viktor Bout, uno de los traficantes de armas más grandes del mundo, quien cumple condena en Estados Unidos.
“Mientras estoy sentada aquí en una prisión rusa, sola con mis pensamientos y sin la protección de mi esposa, familia, amigos, camiseta olímpica o cualquier logro, estoy aterrorizada de estar aquí para siempre”. Con esas palabras, la basquetbolista estadounidense y doble medallista olímpica Brittney Griner se dirigió al Presidente Joe Biden en una carta, pidiéndole ayuda para terminar con su cautiverio de casi 150 días, y que podría extenderse a 10 años.
Hoy se esperaba que su defensa hablara en la corte rusa, una semana después de que la estrella de la WNBA (Asociación Nacional de Básquetbol Femenino de EE.UU.) se declarase culpable de los cargos por drogas que se le imputan. Sería la tercera audiencia en el juicio a la jugadora del Phoenix Mercury, por el cual se la podría condenar a 10 años, en medio de la creciente presión pública a la administración Biden para que consiga un trato que asegure su liberación.
De hecho, el jugador de Los Angeles Lakers, LeBron James, criticó fuertemente al gobierno de Estados Unidos por el manejo que le han dado hasta el momento al caso de Griner. “¿Cómo puede ella sentirse respaldada por el gobierno? Yo estaría pensando seriamente. ¿De verdad quiero volver a Estados Unidos?”, fueron las palabras de LeBron durante el tráiler del nuevo episodio del programa The Shop: Uninterrupted, las mismas que tuvieron opiniones divididas en las redes sociales.
Fue el 17 de febrero, una semana exacta antes de que Rusia invadiera Ucrania. Las autoridades del aeropuerto de Moscú encontraron aceite de cannabis en el equipaje de Griner, dentro de cartuchos cartuchos para un vaporizador. En específico, dos: uno con 0,25 gramos de aceite, el otro con 0,45 gramos para uso personal. Griner había entrado a Rusia a jugar por un equipo del país durante la entretemporada de la WNBA, lo que es común entre las jugadoras debido a los salarios que reciben en Estados Unidos, considerablemente más bajos que los recibidos por los atletas de la NBA.
La semana pasada, Griner se declaró culpable, admitiendo que había entrado cannabis a Rusia, pero aclarando que no tenía ninguna intención de romper la ley. “Estaba apurada empacando, y los cartuchos terminaron en mi bolso accidentalmente”, declaró la atleta. El equipo legal de Griner dijo en un comunicado que esta decisión, la de declararse culpable, era en miras a hacerse responsable por sus acciones, esperando que el juzgado lo tome en cuenta a la hora de sentenciar.
“Considerando la naturaleza de su caso, la insignificante cantidad de sustancia, la personalidad de Brittney Griner y su historial de contribuciones positivas al deporte ruso y mundial, la defensa espera que la declaración de culpabilidad sea considerada por la corte, como un factor mitigante, y que por esto no haya una sentencia severa”, señalaba el comunicado.
Desde la Casa Blanca, que oficialmente considera la detención de Griner “injusta”, se plantea que el régimen del Presidente Vladimir Putin ordenó el arresto de la basquetbolista con motivaciones políticas, cosa que el Kremlin niega. En tanto, la administración de Biden señala que está trabajando para traer de vuelta a casa a Griner, junto con otros norteamericanos injustamente detenidos en Rusia.
Entre ellos, se encuentra Paul Whelan, un exmarine estadounidense, que fue detenido en Moscú el año 2018 con cargos de espionaje, y sentenciado a 16 años en prisión. Otro exmarine, Trevor Reed, fue liberado de Rusia en un canje de prisioneros de abril.
Desde el Kremlin se ofreció liberar a Griner si el gobierno entregaba al ruso Viktor Bout, conocido como el “mercader de la muerte”. En 2008, Estados Unidos llevó a cabo una operación para capturar y procesar a quien fuera considerado en su momento como el mayor traficante de armas del mundo, que vendía a bajo precio el arsenal soviético cuando la URSS se disolvió.
Michael McFau, exembajador norteamericano en Rusia, comentó para la cadena NBC News: “Aceptaría ese intercambio”. Bout, de todos modos, podría salir de prisión en cinco años. El traficante de armas fue detenido en Tailandia, y cumple actualmente una condena a 25 años de prisión.
En una conferencia de prensa, la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, afirmó al respecto: “Llamamos las autoridades de EE.UU. a no especular en un asunto tan sensible, que afecta los destinos de personas concretas. Les recomendamos renunciar a todo intento de presionarnos y les instamos a concentrarse en el trabajo práctico por los canales establecidos”.
Según medios norteamericanos, el exembajador de EE.UU. en la ONU, Bill Richardson, planea visitar Rusia en miras a intentar conseguir la libertad tanto de Brittney Griner como de Paul Whelan. Uno de los abogados estadounidenses de Viktor Bout, Steve Zissou, señaló para la agencia rusa TASS que espera que, durante la estancia de Richardson en Moscú, “le den a entender claramente que cualquier canje de ciudadanos debe incluir” a su representado.
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