El estilo Rubilar que incomoda a sus pares y detonó la salida de Villarreal
Hace meses que la relación entre Rubilar y el ahora exsubsecretario estaba tensa y había querido dejar el cargo en más de una oportunidad. Sobre su salida, hay más de una versión, pero lo concreto es que se la ratificó ayer al Presidente Piñera durante una reunión que sostuvieron durante la tarde.
“La Subsecretaría de Servicios Sociales comunica que el Presidente de la República ha aceptado la renuncia voluntaria –por motivos personales– al subsecretario Sebastián Villarreal Bardet a partir de este miércoles 5 de mayo, cargo que desempeñó desde el 11 de marzo de 2018”.
Ese es uno de los párrafos que difundió, pasadas las 11.00, el entorno de Villarreal (43) -quien es yerno del jefe del Segundo Piso, Cristián Larroulet-, para informar su salida. El jefe de asesores del Segundo Piso, de hecho, fue quien fichó al militante de Evópoli al inicio de la segunda administración de Piñera.
Si bien en el comunicado Villarreal pone énfasis en que su renuncia es por motivos personales, lo cierto es que su salida responde a una serie de desencuentros que tuvo con la ministra de la cartera, Karla Rubilar. El nudo entre ambas autoridades fue la forma de abordar las ayudas sociales en el marco de la pandemia del Covid-19.
En el entorno de Rubilar reconocen que existieron diferencias y aseguran que principalmente correspondían a que Villarreal era partidario de mantener la “focalización”, mientras que la secretaria de Estado impulsaba que se levantara el umbral en el Ingreso Familiar de Emergencia y se fuera extendiendo.
En ese sentido, agregan que la ministra, incluso, le transmitió a Piñera su malestar y le habría planteado que para ella “era muy difícil trabajar con ese nivel de diferencias respecto del rol del ministerio en la pandemia”.
La secretaria de Estado, de hecho, abordó la salida del ahora exsubsecretario en una entrevista con el matinal de TVN. “Más allá de las personas, lo que hay que transmitir es lo que hemos tomado como determinación como ministerio, mandatado por el Presidente”, dijo Rubilar, agregando que “esa determinación es reforzar las ayudas sociales, potenciarlas, llegar a más familias, avanzar hacia una suerte de universalidad”.
La ministra añadió que Villarreal “ha tomado una decisión que ha sido comunicada al Presidente de la República, y obviamente agradecer todo el trabajo desde el inicio del mandato del Presidente” y que “se cumple un ciclo, muchas veces uno cierra puertas en algunos momentos, yo creo que eso es lo que esta haciendo el subsecretario en este momento”.
Quienes han trabajado con el exsubsecretario transmiten que son razones más de fondo las que detonaron su salida y que tienen que ver con el estilo de liderazgo y conducción de la secretaria de Estado. Las mismas fuentes transmiten que Rubilar no les comunicaba varias de las decisiones que tomaba y no “confiaba” en él, lo que terminó generando roces. Agregan que Villarreal no tenía problemas en avanzar en la universalidad de las ayudas y que, de hecho, contribuyó en extender el IFE hasta el 80% de la población inscrita en el Registro Social de Hogares (RSH).
Sin embargo, el episodio que aseguran detonó su salida fue cuando el Presidente Piñera mencionó el sábado -en el marco del acuerdo que se está trabajando con la oposición- que se avanzaría hacia el 100% del RSH.
“Se enteró por la prensa”, dicen en el entorno del ahora exsubsecretario, apuntando a que la ministra no les informó acerca de esta materia. Y eso mismo, agregan las fuentes, fue lo que Villarreal le transmitió ayer a Piñera en una reunión que sostuvo con él, cerca de las 14.00, en la que estuvo también la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, quien también se habría incomodado al no saber la noticia con antelación. En esa oportunidad, Villarreal transmitió su decisión de alejarse del gobierno, frente a lo cual el Mandatario le pidió quedarse más tiempo.
La relación con sus pares
El estilo de la ministra, en todo caso, afirman varias fuentes de gobierno, ha generado diferencias con sus pares del gabinete e incomodado a algunos en el comité político. En ese equipo, dicen, solo es allegada al ministro del Interior, Rodrigo Delgado, mientras que con los ministros Juan José Ossa (Segpres) y Jaime Bellolio (Segegob) tiene un trato más bien formal.
Varios en el gobierno atribuyeron a la ministra las filtraciones relativas a que hubo diferencias en el comité político sobre la decisión de acudir al Tribunal Constitucional (TC) en el proyecto de tercer retiro que impulsó la oposición y que Piñera terminó promulgando.
Esto, en todo caso, es descartado por el entorno de la secretaria de Estado. Por esos días, de hecho, también trascendió que ella quería renunciar a su cargo porque el Mandatario se negaba a avanzar en más ayudas sociales y, de hecho, en más de una entrevista confirmó que había tenido una conversación “franca” con Piñera al respecto. Esto, dicen en el gobierno, generó malestar en sus pares, porque esa versión dejaba a una parte del gabinete como resistente a entregar ayudas sociales.
Tampoco cayó bien, agregan en Palacio, su intervención del pasado 28 de abril, cuando abordó el tema del royalty minero y dijo que “hay que pensar en impuestos a los que tienen más”. Esto, afirman en el Ejecutivo, dejó en un mal pie al biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, quien ha estado viendo ese tema.
Con todo, en La Moneda añaden que Piñera está al tanto de las diferencias y que le ha pedido a Rubilar que no se involucre en otros temas que no sean de su cartera. Sin embargo, agregan las mismas fuentes, que el Mandatario cree que “transmite bien los mensajes” y que ha hecho “un buen trabajo”.
Hay versiones en el gobierno que apuntan a que Rubilar tendría pensado dejar el cargo luego de las elecciones de mayo, sin embargo, en su entorno descartan que haya algo pactado en esa línea.
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