Una medalla fue el regalo que le hizo el ahora presidente de RN, Rodrigo Galilea, a su antecesor, Francisco Chahuán, en medio del consejo general que se realizó el sábado, en que el parlamentario asumió como el nuevo timonel de la tienda. Una ceremonia que se realizó en la sede del Congreso Nacional en Santiago, pero que fue opacada por un golpe que recibió de parte de la disidencia interna de la colectividad, liderada por la senadora Paulina Núñez.

Ese mismo día el partido renovó además a la comisión política, una instancia compuesta por 15 integrantes que tiene dentro de sus deberes el debate y la toma de decisiones políticas que afecten al partido. Tanto Galilea como Núñez -que se enfrentaron en la pasada elección interna del 9 de septiembre, siendo el senador el vencedor- presentaron candidatos, por lo que esta instancia volvió a ser una medición de fuerzas entre los dos bandos de RN.

Y al igual que la pasada interna -que tuvo un resultado estrecho de 54% de Galilea contra un 45% de Núñez-, en esta oportunidad la comisión también estuvo marcada por un empate entre ambas fuerzas. Si bien hay distintas interpretaciones sobre los resultados, al interior del partido hay consenso de que la elección de la comisión política volvió a mostrar que el partido está dividido y tensionado.

La directiva de Galilea afirma haber elegido a seis de los 15 representantes, entre ellos Luis Mayol, Denisse Madrid, John Sancho, Carolina Montenegro, Víctor Blanco y Luis Pereira. Además, la mesa sostiene que la disidencia escogió a seis, mientras que en el lote de Núñez afirman haber elegido a ocho, según sus propios cálculos.

Lo cierto, en todo caso, es que la disidencia de la senadora eligió al comisionado más votado, el exministro Cristián Monckeberg, quien es además el esposo de la parlamentaria por Antofagasta. Además escogieron a otros comisionados como Marcelo Brunet, Cristóbal Saavedra, Guido Benavides, Menandro Slaibe y Camilo Morán.

El asunto es que en la directiva de Galilea y en la disidencia hay interpretaciones distintas en relación a los comisionados Belmor Valdovinos y Percy Marín. Esto, porque en el bando de Núñez los atribuyen a su lote, debido a que ambos apoyaron a la lista de la senadora cuando compitió por la presidencia del partido.

En todo caso, Valdovinos, al ser consultado por La Tercera, dijo no sentirse de ningún bando, mientras que el segundo sostuvo sentirse más cercano a Núñez. El último comisionado, Tomás Fuentes, no es asignado a ningún lote, y es más bien cercano al excanciller Andrés Allamand.

La disidencia, además, propinó otro golpe al elegir a un nuevo integrante del tribunal supremo, la exministra Cecilia Pérez. De esta forma, les arrebató el cupo que pertenecía a la directiva, que era ocupado por el exsubsecretario Pedro Pizarro.

Parte de la misión de la directiva actual será recomponer las relaciones con la disidencia. Hace unas semanas Galilea se juntó con Núñez en el Senado para conversar sobre el clima actual. Uno de los temas que a la disidencia le preocupa es que se castigue a sus adherentes y no se les apoye con candidaturas para las elecciones municipales de 2024 y las parlamentarias de 2025. De todas maneras, en la mesa han transmitido que darán garantías para todos los sectores. En ese trabajo, además, ha ayudado la secretaria general, Andrea Balladares, quien se contactó con posibles candidatos de la disidencia para conversar sobre sus opciones.

En el consejo general, de todas formas, también se vieron señales de unidad, como una foto que se tomaron todos los expresidentes del partido. Ahí también apareció el excandidato presidencial Mario Desbordes, quien iba en la lista de Núñez. El exministro incluso entregó un mensaje de unidad durante su intervención en el consejo general, e hizo gestos tanto a Galilea como a Balladares.

Esta última también hizo un discurso de unidad al interior del hemiciclo.

Núñez, eso sí, no asistió al consejo general, lo que atribuyen a un motivo de salud. De todas formas, en su entorno transmiten que la idea de la disidencia es ser una oposición constructiva a Galilea, pero fiscalizadora.

En el consejo general, además, los dirigentes aprovecharon de entregar señales respecto del proceso constituyente. Ahí enfatizaron en que se la jugarán por el éxito del actual Consejo Constitucional, pero que si este fracasa no habrá un tercer intento.

Galilea enfatizó que “este es el último esfuerzo de RN en este sentido. No hay tercer intento constitucional”, lo que fue interrumpido por un aplauso del consejo general. Y luego agregó: “Nos vamos a jugar la vida para que este proceso llegue a buen puerto. Si eso no ocurriera, ni este presidente, ni esta mesa, ni RN impulsarán un tercer proceso”.

Otro que también tomó la palabra fue el expresidente de RN Carlos Larraín, quien ha sido un defensor de la actual Constitución. En el podio del Congreso, Larraín afirmó que “la tarea central que tiene la directiva es ayudar a terminar con la incertidumbre institucional que nos está asfixiando. Este pobre país está paralizado por ese factor sobre todo, no es el único. Y creo yo que para terminar con este capítulo gelatinoso, hay que apoyar resueltamente el proyecto de Constitución. Lo importante es cerrar este capítulo de indefiniciones”.

En RN tienen definido que el 11 o el 18 de noviembre realizarán un consejo general en el que zanjarán institucionalmente cuál será la posición del partido.