El hombre de confianza de Sergio Jadue vuelve al fútbol chileno: “No le debo nada a nadie”
Mauricio Etcheverry, quien trabajó en la ANFP codo a codo con el calerano que hoy espera su condena en Miami por sobornos, está al mando del club Deportes Unión Compañías, de la Tercera B. No esconde su amistad con el expresidente, con quien tiene contacto regular. Este es solo un adelanto de su entrevista en El Deportivo.
17 de noviembre de 2015. Sergio Jadue abandonaba Chile en compañía de su mujer y sus dos hijos. El calerano estaba chequeado para embarcarse en el vuelo LA 500 de LAN, con destino Miami, que partió rumbo a Norteamérica a las 22:35. “Me voy de vacaciones un par de meses con mis hijos”. Desde ese día, ya han pasado casi seis años.
En Montevideo, a esa misma hora, Mauricio Etcheverry, su hombre de mayor confianza en la ANFP, estaba junto a la selección chilena que caía inapelablemente frente a Uruguay, por 0-3. El asesor de Jadue, según cuenta en conversación con El Deportivo, recién 24 horas antes se había enterado de que uno de sus mejores amigos se entregaría a la justicia de Norteamérica confesando delitos de corrupción. El expresidente de Quilín le reconoció al serenense haber recibido cerca de US $ 2,2 millones, de un total aproximado de US $ 21 millones en sobornos pagados a los principales dirigentes de las Federaciones de la Conmebol.
Etcheverry, su hombre más cercano, se quedó en Chile. Y tuvo que enfrentar una querella de la ANFP que lo acusaba por no haber justificado $ 117 millones en viáticos y otros retiros de la institución. Según la auditoría realizada por Deloitte, Etcheverry presentó gastos por $ 184 millones, de los cuales el 64% ($ 117 millones) no tenía rendición.
Casi seis años después, luego de varias audiencias, Mauricio Etcheverry hoy está presente nuevamente en el fútbol criollo. Está libre, sin ningún juicio pendiente, recalca. Asegura que los cargos presentados en su contra ya no tienen validez. Junto a otros cuatro socios, es propietario de Deportes Unión Compañías, de La Serena, que se formó en 2013 y que desde el 2018 participa en la Tercera División B del fútbol amateur.
“Desde que pasó todo hasta 2019 estuve un poco alejado de todo, un poco cansado. También un poco golpeado. Se dijeron muchas cosas que no eran, me acusaron de otras que no eran ciertas. Pero pude avanzar y volver a meterme en lo que más me apasiona. La única manera de poder reinsertarme en el fútbol es el Deportes Unión Compañías (DUC), un club de barrio de La Serena en el que estamos trabajando para llevarlo lo más arriba posible”, comienza diciendo, con un tono serio y convencido.
Etcheverry destaca que su equipo viaja en bus sillón cama y juega de local en el estadio La Portada. “¿De dónde saco la plata? Del bolsillo. Son dineros propios. También hemos tenido muy buena recepción de gente de La Serena que nos apoya en las camisetas. Tenemos sponsor principal y en las mangas. Nuestro presupuesto bordea los $ 9 millones mensuales. Es un torneo corto, de cuatros meses y medio, si es que llegamos a la final”, confiesa.
Una vez se concretó su salida de la ANFP, Etcheverry buscó cómo poder reinventarse. Muchos años ligado al fútbol, donde su figura siempre genera debate. “¿De qué vivo? Tengo una empresa de máquinas expendedoras automáticas en La Serena. Empecé con ese negocio después de salir de la ANFP. Me tuve que preocupar al mismo tiempo de cosas más jurídicas, pero desde 2016 más o menos que estoy con ese negocio. Me va bastante bien”, asegura.
En su club, en tanto, reconoce que llamarse Mauricio Etcheverry no ha sido impedimento para encontrar auspicios. La sombra de Jadue no le pesa, subraya. “No me ha jugado en contra. Es difícil darle a entender a la gente las cosas buenas que uno hizo, pero en privado muchas veces logran aceptarlas. Durante el periodo de Sergio Jadue, por primera vez en la historia, ganamos una Copa América. Después pasó lo que pasó, el lado más oscuro. Yo aquí bajo ningún punto me hago el desentendido de lo que ocurrió, de las responsabilidades que tuve, pero también se hicieron muchas cosas buenas”, dice.
¿Y los $ 117 millones que no rindió, según la denuncia de la federación?. “Esa fue una calumnia, una falsedad. Fue una mariconada del directorio entrante. Si puedes ponerlo así, ponlo así. Eso estuvo rendido y quedó demostrado. Nadie fue capaz de recibir los documentos que yo tenía. Como encargado de la delegación, manejé recursos fuertes para hacer reservas. Todo eso quedó demostrado en el juicio. La administración de Salah sacó las hojas. Después incluso decían que yo había mandado a alguien a sacar las hojas, una estupidez. Ellos sacaron las hojas. Sí estaban los respaldos, yo tenía las copias. Eso me dejó tranquilo. Después de seis años nadie puede decir nada de mí”, dice, subiendo la voz. “¿Me preguntas si robé? Nunca tomé ni un peso de la ANFP. Te lo dije hace unos años en una entrevista en La Tercera y te lo vuelvo a repetir: nunca tomé un peso de la ANFP y así quedó demostrado”.
¿Y su autocrítica? “Lo que hice mal fue no haberme dado cuenta de lo que estaba pasando siendo tan cercano a Sergio. Debí haber estado más encima para darme cuenta y darle un consejo. Ahora, está claro que el único error que cometió fue en el extranjero, porque en Chile no se cometió ninguno”, advierte. Etcheverry no desconoce su amistad con Sergio Jadue. Hasta el día de hoy se mantienen en contacto. Desde La Serena a Miami las llamadas son periodicas. “Nosotros nos comunicamos bastante seguido. Eso sí, estuvimos dos años sin comunicarnos después de lo que pasó. Después hablamos y sigue la misma amistad de siempre. Es un gran amigo, eso no lo voy a negar nunca”, reconoce. “No soy nadie para criticarlo por las cosas que hizo”, expresa.
Se le escucha como si no condenara los graves actos de corrupción que cometió Sergio Jadue..
No, para nada. Él sabe que está mal lo que hizo. Él está arrepentido y sabe que cometió un error. Más aún porque sabe que si no hubiese caído en ese error hoy estaría muy bien en el fútbol. Sergio tenía un gran futuro dentro de la actividad.
Hoy, Etcheverry está de vuelta en el fútbol. Seis años después de su salida, dice que no le debe nada a nadie. “Yo estoy con mucha tranquilidad, mirando años después las cosas y viendo que todo tal fue como te lo dije. No le debo nada a nadie. Hoy vuelvo al fútbol con mucha tranquilidad, desde cero, nadie me puede decir nada. Parto con un equipo que hay que financiarlo y te repito que no tengo nada que esconder”, cierra.
Revisa la entrevista completa en la edición de LT Sábado...
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