El indescifrable juez que resolverá la suerte de los chilenos detenidos en Malasia

No hubo acuerdo. La defensa de Fernando Candia y Felipe Osiadcz no quiso aceptar el trato que ofrecía la fiscalía: seis años de prisión si se declaraban culpables de homicidio culposo. Por tanto, el juicio sigue adelante bajo el cargo inicial de asesinato, que en Malasia se pena con la horca.

Mañana se fijarán nuevas fechas para que la fiscalía termine de exponer su caso, ya que no ha dado tiempo a que declaren todos sus testigos. Será entonces cuando el juez Mohd Nazlan Mohd Ghazali tome una decisión: seguir con el turno de la defensa con el mismo cargo de asesinato, recalificarlo a uno menor o incluso absolver a los acusados.

Mohd Ghazali está en la mira de la opinión pública local porque preside el juicio criminal que enfrenta Najib Tun Razak, primer ministro de Malasia. Najib presidió el país asiático durante nueve años hasta mayo pasado, y ahora está acusado de tres cargos de administración desleal y uno de abuso de poder.

El magistrado, de 51 años, etnia malaya y, por tanto, musulmán, ha sido transferido recientemente de la división comercial a la división criminal del Tribunal Superior de Malasia peninsular, donde se celebra el juicio contra Felipe y Fernando. Antes de entrar a formar parte del poder judicial trabajó en la Comisión de Valores de Malasia, organismo estatal encargado de regular y desarrollar los mercados de capital en el país y en Maybank, el principal banco de este país asiático.

Mohd Ghazali se formó en la centenaria Universidad de Oxford y sólo en sus manos reside el porvenir de Candia y Osiadacz. Durante las audiencias se muestra impertérrito, no se puede deducir ninguna expresión de su rostro y tampoco pronuncia una palabra. En Malasia, como señal de respeto, todos los presentes deben levantarse e inclinarse cuando entra y sale de la sala. La mayoría de los jueces en el país son de etnia malaya y fe musulmana, aunque no está restringido su acceso a los malasios chinos y malasios indios.

Tras la negativa de la defensa de aceptar el trato de la fiscalía, el juicio ha proseguido con la declaración de la forense que realizó el análisis patológico de la víctima y los acusados. En su comparecencia, ha expuesto que tanto Fernando como Felipe dieron negativo en los análisis de alcohol y drogas realizados tras el incidente, lo cual puede servir de atenuante para su condena. Por el contrario, los de la víctima arrojaron valores positivos en alcohol, anfetaminas y metanfetaminas.

Mañana seguirá declarando esta forense con las preguntas de la defensa y lo hará también otro de los policías implicados en la investigación. Será al final de la mañana cuando conozcamos las nuevas fechas que se fijen para que declaren los testigos de la fiscalía que aún no lo han hecho. Se trata de dos figuras claves para el proceso: el médico forense que realizó la autopsia a la víctima y el jefe de la investigación policial, quien fijó el cargo de asesinato del que se les acusa desde el principio.

A pesar de lo acontecido hoy, la defensa considera buena señal que la fiscal siga ofreciendo rebajar el cargo (anteriormente lo hizo a homicidio culposo, con pena máxima de 30 años) a medida que se conocen las pruebas documentales y testimonios de los testigos. También se muestra con confianza en que se fijen nuevos días lo antes posible: "Creo que la corte nos dará fechas prioritarias, esperamos tener fechas muy pronto",declaró a la salida de la audiencia.