El “Ítalo Nolli” de Calama: el perfil de Víctor Hugo Campillay, el delincuente abatido que inició el caos en la nortina ciudad
Robo de autos, de cobre y tráfico de drogas eran parte de los negocios ilegales que marcaron la vida del denominado "Ítalo Nolli del Norte", quien protagonizó los violentos eventos que mantienen en vilo a la Región de Antofagasta. Su historia personal está marcada por su conducta delictual, en que también participaban sus tres hijos, uno de ellos, fallecido en febrero en un violento homicidio, y otro, detenido, situaciones que habrían originado su ira la noche del martes.
La familia de Víctor Hugo Campillay (39) era definida como una “tradicional familia nortina”. Así al menos lo aparentaban en su día a día en la calle Punta Arenas, en Calama, donde su esposa oficiaba de dueña de casa y sus hijos eran parte del negocio familiar dedicado a lo que definían como el arriendo de vehículos.
En esa aparente normalidad, los Campillay Pérez se relacionaban públicamente con sus pares, aunque soterradamente mantenían una doble vida que desde el 2021 comenzó a quedar al descubierto y que el miércoles 19 de abril, ya estalló ante la opinión pública cuando Víctor Hugo fue abatido tras recibir una serie de balazos por parte de Carabineros ¿La razón? Había disparado a una comisaría y un terminal de buses, donde resultó fallecido un ciudadano venezolano.
El caso impactó en Calama de tal manera que las clases en los colegios se suspendieron por 48 horas, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se trasladó a la región y Carabineros tuvo que destinar un importante refuerzo para la zona, con más patrullas y furgones policiales para aumentar la presencia policial en las calles de una ciudad alarmada.
Es que lo ocurrido la madrugada del 19 de abril fue para los habitantes de la zona algo inusual y poco visto en la comuna, pero que dio cuenta de la violencia con la que las bandas delictuales de la región están operando.
Por eso que también llamó la atención la verdadera cara de Víctor Hugo Campillay, quien mantenía un perfil bajo ante sus vecinos, pero que en el hampa era calificado como el “Ítalo Nolli del Norte” por sus oscuros negocios en el robo de cobre, de autos y tráfico de drogas, actividad delictual en que también tenía involucrados a sus tres hijos. Nolli fue un delincuente abatido en 2011 tras asesinar a dos detectives, luego que la Fiscalía siguiera sus pasos por el robo de cables de cobre del alumbrado público. Por eso a Campillay se le comparaba con esa figura delictual.
Según sus antecedentes policiales, Víctor Hugo tenía detenciones previas por receptación, falsificación de licencia de conducir y falso testimonio. Nunca se había llegado al origen de su negocio, el cual estaría vinculado -según reconoció el propio subsecretario Monsalve- al robo de cables, pero además, cuentan los investigadores de la zona, habría tenido nexos con la venta ilegal de autos a Bolivia.
El origen de una peligrosa ira
La figura de sus hijos era determinante para Campillay, no solo para la operatividad del negocio que él lideraba, sino que también desde lo afectivo. Es por eso, explican policías que conocen el caso, que Víctor Hugo inició una venganza personal hacia Carabineros y todo quien hubiera tenido que ver con una de sus pérdidas más dolorosas. En febrero de este año, Maximiliano (18) fue asesinado a manos de una banda rival, sumándose así a lo que los investigadores llaman “los homicidios inter-bandas”, donde los grupos delictuales se enfrentan por quién mantiene el máximo control y monopolio de los negocios ilegales en la zona.
Ese fue el primer gran golpe que recibió Víctor Hugo, pero faltaba más. La semana pasada fue detenido Sebastián (20), quien ya había sido arrestado en 2021 por robo con intimidación a un conductor de un vehículo en Calama.
Víctor Sebastián Campillay estaba vinculado a tres hechos delictuales, una el robo con intimidación de una camioneta y otras por tráfico de drogas, y de acuerdo con datos de la causa, quien lideraba esas operaciones era el padre.
Sin embargo, al ser consultado por estos antecedentes, el abogado de la familia, Víctor Contreras, señaló que al hombre de 39 años nunca se le condenó por alguno de estos hechos. “La última vez que conversé con don Víctor fue por estas tres causas del hijo, a quien sólo se le fijaron penas en libertad. Si bien la Fiscalía intentó vincularlo a él en las causas de su hijo, no pudieron hacerlo. Quizás era investigado, pero condenas, hasta donde yo tengo conocimiento, no tiene”.
De acuerdo con datos de la causa, Víctor Campillay era reconocido como el jefe de las bandas vinculadas al robo de cobre en Calama y mantenía nexos con la denominada “Mafia del Norte”. Ante ello, quien se desempeñó como su abogado de confianza, descarta tener certezas. “Es de público conocimiento que el robo de cobre es un delito habitual, pero a don Víctor nunca se le logró vincular formalmente aquello”.
Fue la caída de su hijo Sebastián lo que motivó su reacción más temeraria, la que dejó un saldo de tres heridos a bala en el terminal y un fallecido. En el gobierno miran lo ocurrido con preocupación, dado que Víctor -el día de los hechos- no andaba solo y entre las autoridades temen que se sigan repitiendo más acciones de venganza, por lo mismo, durante esta jornada el subsecretario Monsalve mantendrá una serie de reuniones para fijar nuevas medidas fiscalizadoras en la ciudad.
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