El lobby de republicanos a RN y la UDI para bloquear un nuevo proceso constituyente
En la colectividad fundada por José Antonio Kast han dicho que están por mantener la Constitución actual, solamente haciendo reformas desde el Congreso. Y para afirmar ese diseño, en ese partido esperan influir en sus pares de Chile Vamos, donde algunos han comenzado a inclinarse por una comisión de expertos y no por una nueva Convención.
El miércoles de la semana pasada, en la reunión de todos los sectores políticos para darle continuidad al proceso constituyente, hubo un detalle llamó la atención entre los asistentes del Partido Republicano: sintieron que algunos dirigentes de Chile Vamos comenzaron a retroceder en la idea de hacer una nueva Convención Constitucional.
La sensación fue de satisfacción pues en esa colectividad -fundada por el exabanderado presidencial José Antonio Kast- hay dirigentes que quieren influir en sus pares de la UDI, RN y Evópoli para intentar convencerlos de no abrir un nuevo proceso constituyente, sobre todo, luego del contundente triunfo del Rechazo. Un mensaje que los republicanos han transmitido en conversaciones habituales en el Congreso Nacional, donde comparten espacio con dirigentes de Chile Vamos en la Cámara de Diputadas y Diputados.
Esa postura, además, la volvieron a repetir esta mañana en la segunda reunión de los partidos políticos para alcanzar un acuerdo, que se realizó en la sede del Congreso en Santiago. “El Partido Republicano ha definido que no quiere una convención. De haber una Convención mi propuesta es que exista un plebiscito de entrada y eso es algo que tenemos de discutir”, dijo el senador Rojo Edwards.
Los republicanos si bien reconocen que su apuesta es que los dirigentes de RN y la UDI, principalmente, echen pie atrás de la idea de cumplir el compromiso de una nueva Constitución, algunos plantean que es algo que se dará en forma natural en sus pares cuando sientan presión de las bases que les pidan abandonar el proceso constituyente, argumentando que el triunfo del Rechazo fue amplio y ello mostraría que la gente no quiere una nueva Constitución.
“Nos consta que muchos en Chile Vamos, entre sus bases e incluso en el Congreso, no están contentos con la dirección que están tomando sus directivas. Será decisión de ellos ver si van a asumir el costo de defender un nuevo proceso constituyente que podría terminar donde mismo terminó el primer proceso, pero con un costo para el país, mucho mayor. El 4 de Septiembre los chilenos le dimos un mensaje contundente a la vieja política. Un 62% del país no quiere que el gobierno y el Congreso se encierren en discusiones estériles que no resuelven las urgencias sociales”, dice el diputado republicano, Luis Fernando Sánchez.
En el Partido Republicano, de hecho, sacaron cuentas alegres la semana pasada cuando un grupo de senadores de RN -Carmen Gloria Aravena, Carlos Kuschel, Alejandro Kusanovic, entre otros-, se desmarcaron de la idea de una nueva Convención y se inclinaron por una comisión de expertos. Una postura que, en todo caso, se sigue alejando de lo que plantea republicanos, ya que su objetivo es que no haya una nueva instancia, sino solo reformas a la Carta Magna en el Congreso. De todas formas, creen que esos descuelgues son un primer paso para su objetivo final.
Por lo mismo, buscan que se haga otro plebiscito de entrada con voto obligatorio para ratificar si debe haber o no un proceso constituyente nuevo. Una idea que, en todo caso, la mayoría de las fuerzas políticas descarta, incluido el Ejecutivo.
“Aquellos que se alejan de esa instancia (nuevo plebiscito de entrada) están cayendo en un abuso de poder y desconocen lo que la ciudadanía votó en forma mayoritaria”, dice el diputado Agustín Romero.
Su par Juan Irarrázaval, en tanto, sostiene que “Chile Vamos está haciendo el loco. Hizo una promesa sin ningún asidero en la realidad y, por lo tanto, luego del contundente resultado del plebiscito, casi nadie está dispuesto a dar cara, partiendo desde sus bases que no quieren más de este doloroso proceso de violencia y pobreza, ni hasta los socialistas, con quienes estaban coludiéndose pero que hoy temen perder en una nueva elección. Efectivamente se han acercado muchos parlamentarios a nosotros los republicanos”.
Hasta ahora Chile Vamos no ha zanjado de manera formal qué mecanismo quiere promover para seguir con el proceso constituyente. Lo que sí está claro en ese bloque es que quieren añadir el componente de expertos al nuevo órgano, el que podría ser cien por ciento elegido o con un carácter mixto. Eso sí, la primera opción es la que empieza a tomar más fuerza.
“Vengo escuchando desde un comienzo que tanto las bases como algunos parlamentarios no están de acuerdo con las negociaciones que están llevando a cabo Chile Vamos, porque además no estaría considerando el resultado del plebiscito. Es un resultado que siempre que tenemos que analizar. No estoy tan seguro de que tengan apoyo de sus bases”, agrega el diputado Stephan Schubert.
Diputados republicanos dicen en privado que efectivamente han existido conversaciones con sus pares en las que han podido abordar la posibilidad de no hacer una nueva Convención. También suelen compartir con las bases de Chile Vamos, las cuales sienten que son las que más están presionando. Dentro de los dirigentes que han participado de las negociaciones con el resto de la derecha se encuentran su expresidente de los republicanos, el senador Rojo Edwards; la jefa de bancada, Chiara Barchiesi; la presidenta interina, Ruth Hurtado; y el secretario general, Arturo Squella.
A esas gestiones también se han sumado presiones de grupos de extrema derecha que han amenazado a los parlamentarios a que se resten del proceso constituyente. Ayer, de hecho, el Congreso envió a la PDI una denuncia formal por correos electrónicos de esa índole.
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