El origen: Leonarda Villalobos entrega chats de WhatsApp claves a la Fiscalía para indagar la difusión del audio con Hermosilla y Sauer
La abogada dejó su celular en manos del Ministerio Público, donde los investigadores dieron con una pista clave: la conversación de Villalobos y la abogada Yael Speisky, esposa del socio de Sauer, Rodrigo Topelberg. El registro fue remitido solo dos días después de la reunión, donde Speisky, según relatan quienes pudieron acceder a este medio de prueba, habría solicitado reiteradamente esta pieza dando señales de confianza y comprometiéndose a la no divulgación de la grabación.
La investigación en torno al polémico audio que involucra a Luis Hermosilla, Leonarda Villalobos y Daniel Sauer sigue avanzando en todas sus aristas, donde una de ellas es la grabación y divulgación de una reunión privada entre los dos abogados y su cliente.
Esta indagatoria ya cuenta con la denuncia del dueño de STF y Factop, Daniel Sauer, pero el Ministerio Público ha obtenido antecedentes que le están permitiendo armar el panorama de lo sucedido. El origen de todo lo que vino después pareciera estar, a estas alturas, cada vez más claro.
Para eso la Fiscalía, en conjunto con el OS-7 de Carabineros, está analizando una de las piezas clave del caso: el celular de Leonarda Villalobos, el cual ya fue entregado por la abogada a los investigadores. Estos ya han podido revisar los mensajes de WhatsApp que la abogada mantuvo con los actores principales de la investigación.
Es así que arribaron a un elemento fundamental: el origen de la grabación. Según fuentes del caso, en el teléfono de la abogada está la primera conversación en que se hace alusión al registro: la última semana de junio.
Habían pasado pocos días desde que Villalobos había grabado con su celular la conversación que tuvo con Hermosilla y Sauer, el 22 de junio, en Vitacura. Las razones de esta decisión, de acuerdo a la versión de la abogada en la Fiscalía, radicaban en que consideraba que a Rodrigo Topelberg, socio de Sauer, no lo estaban considerando en su estrategia, pero sí le cobraban dinero. El argumento esbozado por la abogada es que quería “emparejar la cancha” para el empresario.
A pesar de haberlo advertido -según ha consignado en sus declaraciones a la Fiscalía-, Topelberg no le creyó. Por lo mismo, tomó la decisión de dejar un registro, algo que luego le comentó tanto a él como a su señora, Yael Speisky.
Días después de esta conversación es que Villalobos vuelve a conversar, pero ahora solo con Speisky, a través de WhasApp. Quienes han tenido acceso al registro en manos del Ministerio Público señalan que es la esposa de Topelberg quien le pide que le comparta el audio en más de una ocasión.
Según han podido reconstruir los investigadores, la abogada les habría asegurado que ella quiso editar el registro para solo compartir el extracto en que se hace referencia a Topelberg. “Topelberg es un hueón, es muy, muy, muy apanicado. Es más apanicado que Álvaro, entonces a las personas también darle hasta donde puedan llegar. Topelberg si ve esta cagada, es capaz que se vaya corriendo, que no te dé más chance y ya no te apoye más”, dice Hermosilla a Leonarda, en el registro, por ejemplo.
Muestras de confianza
En la conversación por chat, ambas mujeres hablaron sobre la necesidad de mantener el audio entre ellas y Topelberg y que no sea expuesto a terceros, algo a lo que Speisky también se habría comprometido, dado que dijo que ya había tenido un problema con un audio en el pasado.
Después de estos diálogos es que Leonarda Villalobos compartió el polémico registro, aunque advirtiendo que era solo para ellos. Lo que pasó después ya es conocido.
Desde el estudio jurídico que trabaja para Rodrigo Topelberg y su esposa sostuvieron respecto a esta versión: “Yael nunca solicitó a la señora Leonarda dicho audio, eso no es así”. En tanto, desde el entorno de Leonarda Villalobos advierten que toda la evidencia está en manos de la Fiscalía.
El audio, las facturas y el pago de presuntos sobornos. Es por esas líneas investigativas donde la Fiscalía está trabajando, a casi un mes de haber estallado uno de los últimos casos que remece al círculo judicial.
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