El pasado liberal de Jaime Bassa: compitió junto a Sichel en la Escuela de Derecho de la PUC y era discípulo del jurista Óscar Godoy
Durante su época universitaria en Derecho de la Universidad Católica, el constitucionalista estrechó lazos con sectores de Renovación Nacional y el centro moderado y compitió -junto a Sebastián Sichel- en contra de la lista de Ernesto Silva (UDI) en las elecciones de la Escuela de Derecho de 1997. Acá, un paso por los hitos que marcaron su transformación política y lo llevaron a liderar -ahora desde la izquierda- el proceso constituyente.
1997. En un conteo voto a voto en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile se enfrentan en una estrecha segunda vuelta dos listas para la elección de la Federación de Estudiantes (Feuc). Por un lado, la nómina liderada por el gremialista y quien luego presidiría la UDI, Ernesto Silva, el actual subsecretario de Previsión Social, Pedro Pizarro, y el hoy académico de la Universidad de los Andes Sebastián Zárate. Y, por otro, la lista encabezada por el abogado Iván Arcos, el ahora candidato presidencial Sebastián Sichel (entonces DC) y el actual vicepresidente de la Convención Constitucional, Jaime Bassa.
“Nos ganaron por 50 votos”, recuerda Arcos, quien hoy es socio del bufete Moraga & Cía.
Por esos años, quien el domingo pasado fue electo por amplia mayoría como el vicepresidente del órgano que tendrá la tarea de redactar una nueva Constitución para Chile, estaba lejos del espacio que hoy representa. El jurista, según sus cercanos, transitó durante más de 20 años un largo “proceso de transformación política” que lo llevó a convertirse en candidato de uno de los partidos que se encuentran más a la izquierda del Frente Amplio, como es Convergencia Social.
Quienes lo conocieron en ese tiempo afirman que el constitucionalista -que hoy tiene 44 años- forjó lazos con sectores antigremialistas, que iban desde RN hasta la DC. “En ese tiempo era natural ser de derecha o centro, no había izquierda en la facultad”, afirma uno de sus excompañeros que prefiere hablar fuera de micrófono.
“En esa época, políticamente, estaba el movimiento gremial, que es la UDI, y no había nada más. No había otras fuerzas políticas articuladas. Así es que lo que empezamos a hacer el 96 fue intentar articular políticamente a los sectores que no eran cercanos al movimiento gremial y eso iba desde sectores que eran de centroderecha moderada hasta centroizquierda moderada. Jaime era liberal, Sebastián también... no era una lista de izquierda, sino más bien de centro, centro moderado”, agrega Arcos.
A sus 24 años, el constitucionalista, dicen distintas fuentes que compartieron con él su vida universitaria, creía en ideas como el libre mercado, pero no estaba de acuerdo con concepciones más conservadoras como el derecho natural y la oposición al divorcio del matrimonio.
Óscar Godoy Arcaya, filósofo y quien luego se convertiría en embajador de Chile en Roma durante del gobierno de Sebastián Piñera, fue una de las figuras que marcaron política y académicamente a Bassa. El jurista fue su alumno y ayudante en el Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica, donde el entonces estudiante tomó varios ramos. La perspectiva liberal progresista del profesor, quien tenía vínculos estrechos con RN, dicen sus cercanos, representaban el espacio que identificaba al vicepresidente de la Convención Constitucional en esos años.
Cuatro de sus excompañeros afirman en privado que cuando Bassa entró a la facultad en 1995 se identificaba con la centroderecha. “Siempre tuve la visión de que él había sido RN”, recuerda uno de ellos. Incluso -según las mismas fuentes-, habría formado parte de grupos que buscaron articular a una incipiente Renovación Nacional en la universidad, aunque es algo que desmienten desde el entorno de Bassa. A su vez, otros dos exalumnos de Derecho afirman que lo recuerdan más de centro.
Lo que sí está claro es que el jurista tenía discrepancias políticas y éticas con lo que defendía el gremialismo en esos años, sobre todo, respecto de su apoyo a la dictadura militar. Todo eso en un contexto en que se produjo la detención a Augusto Pinochet en Londres el año 1998, cuando el actual vicepresidente de la Convención Constitucional seguía siendo estudiante.
Su proceso de izquierdización vendría después. Tras titularse en 2002 de la Universidad Católica, Bassa optó por hacer un magíster en la Universidad de Chile, lo que le permitiría ampliar su visión del derecho y el canon “conservador” que había adquirido en su alma máter. “Cuando él pasa por la Chile se abren sus paradigmas”, recuerda su amigo y hoy compañero de la Convención Constitucional Christián Viera (D10).
Luego, el doctorado que haría en 2004 en la Universidad de Barcelona le abriría otras miradas tanto culturales como políticas. “Desde ahí fue consolidando una identidad política distinta”, dicen en su círculo.
Dos hitos que marcaron más su trayectoria fueron cuando en 2006 -tras volver a Chile- entró a hacer clases a la Universidad de Viña del Mar -en plena revolución pingüina- y, luego, en 2011, cuando en medio de la revuelta estudiantil se afianzó como profesor en la Universidad de Valparaíso.
“Eso lo marcó, porque lo involucró de manera distinta a los procesos de transformación social”, dice una fuente que conoce de cerca a Bassa.
En las votaciones de 2013, el jurista fue parte de la directiva nacional de la campaña “Marca tu voto” destinada a registrar AC en la papeleta de esas elecciones.
Dos años después, en 2015, integró el consejo directivo del proyecto TuConstitución liderado por el expresidente Ricardo Lagos y que buscaba recoger ideas que pudieran ser incorporadas en una nueva Constitución. Se trataba de un espacio transversal en que participaron desde Jorge Correa Sutil (DC) y Gastón Gómez, hasta Salvador Millaleo (PS), Patricio Zapata (DC) y Francisco Zúñiga (PS).
Pese a su tránsito político, el jurista ha optado por mantenerse como independiente. Nunca ha militado ni participado orgánicamente en ninguna colectividad.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.