El peligroso aumento de los accidentes protagonizados por scooters eléctricos
Según los datos más actualizados de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), durante 2023 tuvieron registro de 510 incidentes de este tipo a nivel nacional. La cifra -que sostenidamente va creciendo según los expertos- es casi un 4% mayor a 2022.
En los últimos cinco años, los scooters eléctricos se han masificado a nivel nacional y han pasado a convertirse en el medio de transporte más solicitado por usuarios debido a sus beneficios de electromovilidad, fácil adquisición y uso simple. Es más, la Ley de Convivencia Vial -aprobada en marzo de 2018- considera a este tipo de transporte como “ciclos”, por lo que les exige circular por ciclovías o calles, con excepciones para ocupar la vereda, además de establecer una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora.
No obstante, tales exigencias se han alejado de la práctica. O, al menos, están en un terreno difuso, lo que ha incluso detonado en accidentes con peatones y vehículos más grandes, como autos o micros. Camila Moreno (30) lo ha vivenciado en diferentes ocasiones. A diario camina por Avenida Apoquindo, Las Condes, hacia su trabajo, donde relata que “más de una vez me han pasado a llevar porque andan a una velocidad muy rápida por las veredas y no la calle. Una vez por ir mirando el celular uno me empujó y me caí. Ahí nadie te responde”, explica.
Según los datos más actualizados de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) a los que tuvo acceso La Tercera, desde enero de 2023 y hasta el 15 de diciembre del año pasado les reportaron 510 accidentes por scooter a nivel nacional, de los cuales 353 se concentraron en la Región Metropolitana. Un aumento del 3,8% si se compara con las cifras de 2022, donde registraron 491 accidentes por este tipo de vehículos. Fatalidades, durante ese periodo, no fueron registradas.
La cifra preocupa, toda vez que los scooters personales, así como las empresas que se dedican a entregar este servicio en arriendo, van en aumento. Y a mayor cantidad de aparatos, mayor también es la probabilidad de que se generen accidentes, fenómeno que se ha evidenciado en el último tiempo.
Ricardo Hurtubia, académico de la Escuela de Arquitectura y del Departamento de Ingeniería de Transporte UC, comenta que el scooter puede llegar incluso a ser más peligroso que una bicicleta. ¿Por qué? “Primero, porque tienen ruedas mucho más chicas, por lo que ante cualquier desperfecto en el pavimento es más probable una caída. Al mismo tiempo, esto les impide reaccionar rápido ante problemas o imprevistos”, señala.
Aunque el también investigador principal del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) de la UC y la UdeC, advierte que la complejidad va en que muchas veces los usuarios no cumplen con la velocidad que corresponde o, en otros casos, la velocidad que alcanzan no depende del esfuerzo que hace la persona que va arriba, como es el caso de los ciclistas. “Los scooters alcanzan una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora, pero se ha visto que hay scooters que vienen ‘desbloqueados’ y los promocionan con velocidades sobre los 60 kilómetros por hora y eso es muy peligroso”.
En tanto, el académico del Departamento de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UChile, Rodrigo Mora, hace hincapié en la conducta y el “perfil” que mantienen quienes utilizan scooters: “Es un usuario que no conoce mucho la ley del tránsito y que está usando un ciclo normado y que sí es un comportamiento que conoce el usuario de la bicicleta. (El usuario de scooter) es más ocasional, menos responsable de sí mismo y lo que hace. Creo que hay conductas conflictivas y no saben el riesgo al que están expuestos”.
Mora se refiere a que estos usuarios normalmente no utilizan medidas de seguridad como cascos o elementos protectores. Incluso, muchas veces se trasladan con más de una persona en el vehículo, lo que puede impactar en la gravedad de un accidente. “En general el tipo de lesiones de estos usuarios son en la cabeza y el tren superior y las extremidades. Hay veces que por la fuerza del impacto han terminado (años anteriores) en muertes”, reseña.
Con el fin de evitar tales situaciones, desde la ACHS recalcan la importancia de la prevención para que las personas puedan tener un trayecto seguro desde y hacia sus hogares. “Las medidas de fiscalización son necesarias para crear consciencia respecto al cumplimiento de la normativa, uso de protección y la relación con el entorno vial. Por ello, es necesario continuar con campañas de concientización, y educación vial tanto en ambientes laborales como educativos. En ese sentido, tenemos un desafío como país (...), agrega la subgerenta de Prevención ACHS Seguro Laboral, Lilian Padilla.
En su momento, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), Juan Carlos Muñoz, afirmó que estos vehículos son un foco de fiscalización emergente, ya que la evolución de los ciclos es dinámica. De todos modos, apuntó a una mayor fiscalización de este tipo de transportes a través del Plan Calles Protegidas que tiene por objetivo erradicar comportamientos y conductas de ocupantes de las vías. Este medio solicitó al Departamento de Fiscalización del MTT datos de fiscalización a scooters, pero no se obtuvo respuesta.
Los expertos señalan la necesidad de contar con mayor fiscalización y regulación de un parque de transporte del que actualmente se tienen pocos datos exactos. Pero principalmente desde su venta para que los scooters no puedan ser intervenidos para aumentar su velocidad. “La fiscalización debe ir también a vehículos como autos, porque los accidentes son en mayor proporción provocados por ellos, porque de todos modos utilizar scooter es positivo para la ciudad debido a su bajo impacto ambiental. Si alguien hiciera ese mismo recorrido en auto estaría imponiendo un grave costo social por cada kilómetro recorrido”, cierra Hurtubia.
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