El repechaje de Martorell, la decepción de Demócratas y los coletazos por cumplir la paridad: los episodios que marcaron la negociación de los expertos
El proceso para designar a los 12 comisionados del Senado estuvo marcado por improvisaciones de último minuto y gestiones contra reloj para bajar a un hombre y subir a una mujer. La negociación por la nómina dejó en el camino al economista Sebastián Edwards y a la exministra Mariana Aylwin.
Fueron horas intensas de negociaciones que no estuvieron exentas de tensiones y conflictos. Los 12 expertos nominados por el Senado -que fueron ratificados ayer por la Cámara Alta- obligó a los partidos políticos a ponerse de acuerdo en nombres que concitaran apoyo dentro de sus respectivas coaliciones, pero también haciendo tratativas cruzadas para asegurar el quórum de 4/7 para visarlos.
Estos son algunos de los principales hitos que marcaron estas conversaciones y que permitieron corregir la nómina a última hora.
Demócratas sin experto
Los timoneles de la UDI y RN -Javier Macaya y Francisco Chahuán- tuvieron una cruzada frustrada. Fuentes que estuvieron al tanto de la negociación por los 12 expertos comentan que ambos plantearon que dado las fuerzas del Senado han ido cambiando y los senadores de la oposición controlan 27 escaños, al sector le correspondían siete comisionados.
La pretensión de Chile Vamos chocó con el oficialismo y la DC quienes se opusieron dado que el acuerdo tácito siempre había sido que de los 12 expertos, seis serían de la oposición y seis del oficialismo.
El reclamo por quedarse con siete expertos además tenía otro objetivo: darle un cupo a Demócratas. El séptimo comisionado estaba destinado para la carta que impulsaban los senadores Ximena Rincón y Matías Walker. Se trataba de Sebastián Edwards. Para Chahuán el gesto era importante porque el senador tiene intención de que la lista electoral de Chile Vamos incorpore a Demócratas.
El senador Walker explicó que la carta de Edwards surgió porque el partido en formación recogió “el llamado que hizo el Presidente Lagos de no designar a los amigos o ‘cuates’ de los partidos” y que les parecía que su perfil permitía darle solidez académica a la Comisión Experta y más transversalidad a los 12 expertos del Senado.
Sin embargo la negativa del oficialismo y la DC, quienes no quisieron perder a un experto, sepultó la carta de Edwards. “Lamento que haya primado el interés de cada uno de los partidos de contentar a sus militantes. Nosotros queríamos a alguien trasversal y que pudiera balancear la Comisión Experta ante el exceso de abogado. No se pudo y eso nos da libertad para todo lo que se viene en adelante respecto del Consejo Constitucional”, afirmó Walker.
Otras versiones, en todo caso, dicen que tampoco hubo espacio en Chile Vamos para incorporar a Edwards. Esto porque también tuvieron que cumplir con la paridad exigida y prefirieron privilegiar a los hombres de sus respectivas filas. El presidente de la UDI, Javier Macaya, de hecho, intentó empujar su nombre, pero sus senadores optaron por presionar para que fuera el exministro Hernán Larraín quien se convirtiera en el experto de la colectividad.
A última hora corrigiendo la paridad
El miércoles, el día que se votaban los 12 expertos en el Senado, Chile Vamos notificó al oficialismo que ellos no iban a dar los 4/7 si es que el oficialismo no se hacía cargo de hacer la corrección de paridad.
El aviso lo dieron porque el miércoles en la mañana la nómina tenía un hombre de más. Para la derecha era intransable que el hombre se tuviera que bajar fuera del oficialismo porque, dicen fuentes de Chile Vamos, ellos estaban aportando con más mujeres para el Comité Técnico de Admisibilidad.
El asunto entrampó a los senadores oficialistas y de la DC quienes tuvieron que hacer gestiones de último minuto para conseguir más mujeres. De hecho, la sesión de la tarde se inició y el problema aún no estaba resuelto.
Los nervios se empezaron a instalar entre las distintas bancadas, hasta que la DC comunicó que cambiarían al exministro del Tribunal Constitucional, Gonzalo García, por la exministra del Trabajo Alejandra Krauss.
Con ese enroque el problema estaba resuelto. Sobre la marcha ocurrió otra sorpresa. Apruebo Dignidad, la noche del martes, propuso a la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba.
Sin embargo, en la FRVS no hubo consenso en su nombre. Algunos senadores de esa bancada no les gustaba que fuera la presidenta del partido, por lo que su postulación no prosperó. En ese momento surgió -promovida por la senadora Alejandra Sepúlveda- el nombre de la periodista de la bancada Magaly Fuenzalida.
En Apruebo Dignidad están conscientes de que Fuenzalida tendrá que reforzar sus conocimientos sobre el proceso para redactar una nueva Constitución. Por lo mismo, la comisionada de la FRVS estará coordinada con la bancada de senadores de Apruebo Dignidad para apoyarla en todo el proceso.
Otra vez Martorell
No era un nombre que generara consenso al interior de Renovación Nacional, de hecho, provocó resistencia en algunas facciones del partido. La exsubsecretaria de Prevención del Delito Katherine Martorell fue una carta impulsada por las senadoras Paulina Núñez y María José Gatica y apoyada, según algunas versiones, por el presidente de RN Francisco Chahuán, quienes se la jugaron para que Martorell fuera una de las comisionadas.
Pese a que algunos en el partido le bajan el tono al ruido que generaba la opción de que Martorell llegara a la Comisión Experta, al interior de la colectividad habían algunos dirigentes cuyo nombre no les convencía, como el diputado y secretario general de RN, Diego Schalper.
Sin embargo, la molestia interna sí existió y llegó a oídos de la misma Martorell. Fue tanto el lío que se armó -incluso generando una áspera discusión en la reunión de la comisión política de esta semana- que la semana pasada Martorell optó por comunicarle a Núñez y Gatica que no la consideraran como alternativa.
En ese momento, Chahuán quiso probar la posibilidad de subir a una carta de Amarillos, con la intención de dar una clara señal de transversalidad y de demostrar que RN está anclado en el centro político. Por eso, hizo gestiones para subir en la nómina del partido a la exministra de Educación Mariana Aylwin.
Sin embargo, ella no aceptó dado que Amarillos tomó la decisión institucional de no participar del Consejo Constitucional. Es decir, estarán sin consejeros, expertos ni árbitros. Junto con eso, en ciertos sectores de RN no cayó bien que el partido buscara opciones fuera de su militancia.
Dado que Aylwin no aceptó y RN tenía que llevar sí o sí a una mujer, esta semana se revivió la opción de Martorell. Las senadoras Gatica y Núñez intensificaron sus tratativas y el martes en la noche lograron dejarla en la nómina junto con Teodoro Ribera y Jaime Arancibia.
Las dudas de Macaya con Larraín
El viernes pasado, el presidente de la UDI, Javier Macaya, se reunió con el exministro Hernán Larraín. En esa oportunidad, según quienes conocieron del encuentro, abordaron la posibilidad de que sea uno de los expertos que nominara el partido para el Consejo Constitucional.
El nombre de Larraín, según afirman en la UDI, le generaba dudas a Macaya debido a que apostaba por personas que representaran renovación -para prescindir de los “rostros tradicionales- y que tuvieran más cercanía con el centro, lo que dista del perfil del exsenador.
El exministro, de acuerdo a las mismas versiones, fue empujado con fuerza por el resto del comité de senadores del gremialismo. Principalmente por David Sandoval e Iván Moreira, quienes apelaban a su experiencia y trayectoria.
Aunque creía que Larraín era un gran fichaje para ser comisionado, Macaya en un comienzo pretendía impulsar a algunas cartas de Demócratas o Amarillos, justamente para dar una señal hacia el centro. Sin embargo, hubo presión en su colectividad para privilegiar a alguien de sus filas. De hecho, el tema fue conversado en la reunión del martes del comité de los parlamentarios de esa colectividad, instancia en la que se dio un áspero debate y donde defendieron la nominación del exsecretario de Estado como experto.
Así, y luego de que RN volviera a la carta de Martorell, Macaya también optó por privilegiar los nombres de su propia colectividad. De hecho, ante los cuestionamientos que surgieron hacia Larraín por ser exministro de Sebastián Piñera, el líder de la UDI lo defendió en una entrevista con El Mercurio.
“Hernán es una persona que tiene una trayectoria larga en política y también en el mundo académico, no hay que olvidarse de eso. Pienso que cumple con los requisitos, dependiendo, sí, de cuál sea la configuración final de todo el Consejo Constituyente. Hay que mirar también cuáles son las señales que se entregan desde la centroizquierda para que el perfil y los rostros que se incorporen contribuyan a la construcción de una buena y nueva Constitución”, dijo en la oportunidad.
De todas formas, según senadores del partido, Macaya también intentó que el exdiputado Ernesto Silva fuera uno de los expertos, pero tampoco ese nombre habría concitado apoyo.
Sabor amargo en la DC
Tras el anuncio de los nombres que integrarán el consejo, dos de los vicepresidentes de la Democracia Cristiana (DC) -Aldo Mardones y Francisca Hernández- enviaron un mensaje a los integrantes del consejo nacional del partido y les manifestaron su desacuerdo con la designación de Paz Anastasiadis, quien será experta gracias al apoyo de la bancada de diputados DC, además de aquellos que renunciaron al partido -Miguel Ángel Calisto, Joanna Pérez y Jorge Saffirio-, el independiente René Alinco, Diego Ibáñez (Convergencia Social) y el socialista Raúl Leiva.
El mensaje enviado por Mardones y Hernández decía que “hacemos presente que estas definiciones han sido tomadas exclusivamente por parlamentarios, inclusive algunos independientes que han renunciado a nuestra colectividad, y sin que haya tenido injerencia alguna, una instancia partidaria. Lo anterior, considerando más aún, que no compartimos una de las designaciones, la hecha por nuestra bancada de diputados”.
Las diferencias de parte del DC con Anastasiadis no son ningún misterio dentro de la colectividad. Ella genera resistencia en algunos sectores debido a su cercanía con el senador Matías Walker -quien renunció al partido el año pasado para fundar Demócratas- y por haber respaldado la opción Rechazo en el plebiscito de salida, pese a que la decisión institucional de la colectividad era ir por el Apruebo.
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