El revival del Hotel O’Higgins: Viña del Mar planea puesta en marcha que podría incluir nueva concesión y “fashion emergency”
El icónico establecimiento de Viña del Mar volverá a funcionar, aunque la alcaldesa Macarena Ripamonti informó que aún está en estudio el modelo de gestión. De todas formas, desde distintos espacios aplauden la decisión.
“Hay que poner en marcha el hotel como corresponde y antes de eso no vamos a reabrir”. Esa fue una de las frases que dejó José Antonio Dávalos, gerente general del Hotel O’Higgins, cuando el recinto debió cerrar sus puertas tras ser vandalizado en el contexto de las protestas por el estallido social.
Pero el hotel no abrió más bajo la administración de Panamericana y se transformó en un fantasma. Ese 23 de febrero de 2020, según informó la Cámara de Comercio de Viña del Mar, fueron atacadas además sucursales de bancos, tiendas de retail y muchos negocios pequeños. Así, el O’Higgins sólo volvió a utilizarse cuando fue convertido en residencia sanitaria para albergar a contagiados por el Covid-19. Mas esa historia también llegó a su término, la primera semana de septiembre de este año.
Sin embargo, el Hotel O’Higgins volverá a abrir sus puertas a los turistas. La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, confirmó ayer que continuará su operación y que se está trabajando en un modelo para gestionar la nueva puesta en marcha.
“Sin duda es una muy buena noticia para el turismo en Viña del Mar y en la región que un servicio turístico tan emblemático como el Hotel O’Higgins pueda continuar funcionando como un alojamiento, principalmente porque tiene una infraestructura pensada en ese uso, además de una ubicación privilegiada en la cuidad”, contesta Marcelo Vidal, director regional del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur).
Ripamonti informó que “tiene que recuperarse y para eso nuestra Unidad de Estudios Económicos de la Dirección de Desarrollo Económico y Turístico ya modeló un modelo de gestión que estamos terminando de dibujar para apalancar recursos de forma internacional”.
La alcaldesa añadió que sostendrán varias reuniones de negocios con algunas ciudades de la región “con las que además estamos generando hermanamiento y para poder apalancar recursos”.
Ripamonti no descartó otra vía para reabrir el hotel: volver a concesionarlo. “La otra línea es levantar bases de licitación para que se adjudique y tengamos un hotel como se merece Viña del Mar para que pueda volver a recibir público y, por qué no, volver a incluirse como parte de la oferta entre cultural y programática que tenía el Festival de Viña del Mar. Estamos trabajando rápidamente”.
¿Cuál es la mejor solución? Para Alberto Pirola, presidente de Hoteleros de Chile, el O’Higgins “necesita un fashion emergency, hay que hacerle mejoras, pero es pionero en la zona, es un ícono de los hoteles en Chile y es una gran noticia que no cierre sus puertas”.
Pirola agrega que “lo antiguo no debe demolerse, sino que hay que mejorarlo, modernizarlo”. Algo que también comparte Ripamonti: “Es un patrimonio de nuestra nación”.
Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), aplaude la reapertura porque “el hotel es un ícono del turismo en la región de Valparaíso y nos parece positivo que haya interés del municipio de Viña del Mar por mantener el funcionamiento de este recinto, ya que eso permitiría que continúe siendo parte de la oferta de este importante destino turístico. La pandemia provocó el cierre de muchas empresas y servicios del sector y es fundamental recuperar una mayor oferta y diversificación de servicios en el rubro”.
Respecto al modelo de gestión que debería buscarse, Pirola sostiene que dado el contexto pospandemia que se vive en el país y en el mundo, lo mejor es una concesión. “Es más real. El turismo aún está muy golpeado por la pandemia y si la municipalidad está dispuesta a invertir, luego la concesión es lo mejor. Viña del Mar es un destino turístico, muy interesante dentro del país”.
“También hay que tomar en cuenta que se recuperará el Festival de la Canción y dados los flujos vehiculares y el tránsito, el hotel es un buen recinto para albergar a los artistas, muy cercano, y tiene salones donde se pueden realizar congresos y otras actividades”, añade.
Vidal, por su parte, sostiene que “el municipio tiene que ver cuál será el modelo de negocios que más se acomode a lo que buscan. Desde ese punto de vista el hotel ya funcionaba bajo un modelo de concesión. Lo importante es que tanto la municipalidad como la eventual empresa que quede a cargo tengan la posibilidad de revitalizar este emblemático inmueble, y que ambas partes tengan los réditos que buscan, una vez que se defina el modelo y las eventuales inversiones que se realizarán”.
El director regional agrega que “la comuna de Viña del Mar es uno de los principales destinos turísticos del país. Actualmente, estamos alcanzando los niveles de llegadas de visitantes y de ocupación cercanos a los del año 2019, antes de la pandemia, demostrando que el turismo en la región de Valparaíso está en plena reactivación. Desde este punto de vista, un alojamiento que tiene un nombre que está instalado en la memoria colectiva, y que se ubica en Viña del Mar, tiene grandes posibilidades de funcionamiento”.
Destrucción y albergue
El Hotel O’Higgins comenzó a construirse en 1931 y fue inaugurado en 1936. Luego le han realizado varias modificaciones y ha pasado por otros procesos de reconstrucción, como la apertura del acceso principal por la plaza Latorre, que sustituyó a la ya existente por calle Arlegui.
Cuenta con más de 200 habitaciones y 12 suites, emplazadas en cinco plantas. Luego del terremoto de 2010, el hotel acondicionó uno de sus salones principales para suplir las funciones del Teatro Municipal mientras se reparaba. En 2020, en el contexto de las protestas ocurridas en Chile y mientras se desarrollaba el Festival de Viña del Mar, el hotel fue atacado en su fachada, lo que obligó a la evacuación del recinto y su cierre indefinido desde el día siguiente.
Y en medio de la pandemia por el Covid-19, en abril de 2020 el hotel comenzó a operar como una de las primeras residencias sanitarias del país para recibir contagiados derivados del sistema de salud, condición que terminó este mes, pues según informaron desde la Seremi de Salud el contrato con el municipio concluyó el 8 de septiembre, por lo que el hotel ya fue devuelto a las autoridades municipales.
Además y tras el cierre indefinido, este año se realizaron dos remates de muchos bienes, entre ellos cuadros, espejos, camas, muebles antiguos, un piano de cola y una vitrina estilo inglés, por la deuda que mantenía la antigua concesionaria con el municipio.
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