El Rey está en jaque: la compleja lesión que pone en riesgo la temporada para Arturo Vidal y desata la molestia del Athletico Paranaense
En los 73' del partido frente a Colombia, la rodilla derecha del volante colapsó. El oriundo de San Joaquín tuvo que abandonar el campo de juego y, más tarde, el estadio en una ambulancia. Partió directamente a la clínica en la que fue intervenido hoy. Ya en Uruguay estaba complicado.
La Selección termina el calentamiento antes de enfrentar a Colombia y enfila rumbo hacia el sector norte del estadio Monumental, donde se ubican las mangas que conectan la cancha con los vestuarios del recinto. En medio de la efervescencia que produce la antesala del duelo ante los cafetaleros, pocos advierten que Arturo Vidal sale del campo de juego cojeando. Tampoco hay posibilidad alguna a esas alturas de acceder a algún detalle que permitiera aclarar lo que sucedió. Para mayor abundamiento, minutos después, el volante del Athletico Paranaense emergió desde el mismo lugar, en sentido contrario: era uno de los 11 jugadores que Eduardo Berizzo había designado para iniciar el choque ante la escuadra que dirige Néstor Lorenzo.
La presencia del exjugador del Inter y del Barcelona se daba por descontada. Principalmente, por razones futbolísticas. La mejoría en el funcionamiento de la Roja en el partido frente a Uruguay había sido notoria. Incluso, el oriundo de San Joaquín había anotado el descuento en el Centenario. Esa señal, al menos, revitalizaba su importancia en un combinado que se sigue debatiendo entre la relativa vigencia de la Generación Dorada y el discutible margen de optimismo que ofrecen los que están destinados a tomar el relevo. En el mítico reducto uruguayo, Vidal avisaba, como lo había hecho varias veces en declaraciones, que no estaba dispuesto a ceder su sitial. O, para el caso particular, su trono.
Al borde
Lo que pocos conocían es que Vidal había jugado en Uruguay al límite de su capacidad. La rodilla derecha, la misma que se ha transformado en un calvario y que en 2014 se transformó en materia de preocupación nacional antes del Mundial de Brasil, otra vez lo tenía a maltraer. En la Roja establecen que si había jugado en Montevideo fue, principalmente, por su insistencia para hacerlo. Que desde el punto de vista médico ya presentaba complicaciones y que si fue capaz de soslayarlas fue, básicamente, producto de su fortaleza mental y, principalmente, por su inagotable deseo de defender a Chile.
“Jugó con el corazón”, grafican, dando cuenta de que en Pinto Durán sabían que no llegaba en buena forma, pero que poco pudieron hacer para frenar el ímpetu, que el propio Eduardo Berizzo notó frecuentemente cerca de su oído. En pleno partido ante los charrúas, Vidal se paró varias veces, como un virtual asistente técnico, para dar algunas indicaciones para revertir un primer tiempo paupérrimo. Cuando finalmente ingresó, su presencia se hizo sentir.
Hasta después del partido ante la Celeste, sin embargo, no había un diagnóstico inhabilitante pensando en el duelo ante Colombia. La situación cambió sobre la media hora de juego en el Monumental. Ahí se produjo la incidencia que puede ser determinante para el futuro del volante en el resto del año. La rodilla derecha se le ‘trabó', como suele explicarse en el ámbito del fútbol. Si Vidal siguió en el campo de juego fue, básicamente, en función de su porfía y, otra vez, de su irrenunciable disposición a defender la camiseta de la Selección asumiendo todos los costos que implique. Por extremos que resulten. En Brasil 2014 ya había dado sobradas muestras de aquello.
La jugada, esta vez, salió mal. El jugador formado en Colo Colo se exigió en extremo para pelearle un balón a Luis Díaz, la figura colombiana, y pagó las consecuencias. La articulación colapsó y Vidal tuvo que abandonar el campo de juego. En camilla y ante la angustia de compañeros de sus mejores batallas, como Charles Aránguiz y Gary Medel.
El dato clave
El camino de vuelta a los vestuarios estuvo, para Chile, revestido de una doble amargura. Una por haber dejado escapar dos puntos que en el recuento final pueden resultar claves para la opción de llegar al Mundial, más allá de que esa ruta esté recién comenzando. La otra obedecía, naturalmente, al hasta ahí incierto diagnóstico del King. La ANFP emitió, minutos después, un comunicado que daba señales, pero no las suficientes como para cuantificar el problema y sus consecuencias.
“El Cuerpo Médico de la Selección Chilena informa que el jugador Arturo Vidal sufrió una lesión meniscal traumática aguda con bloqueo articular que requiere resolución quirúrgica, la cual se llevará a cabo el día de mañana en conformidad con el cuerpo médico de su club. La intervención será realizada por el Cuerpo Médico de la Selección Chilena”, establecía la información formal.
Aquello desató la molestia de su club en Brasil, el Athletico Paranaense, que había advertido de las complicaciones físicas del exvolante del Bayern Múnich, Juventus y el Barcelona. El problema es mayúsculo si se considera, además, que el chileno termina contrato en diciembre con el Furacão. Lo más probable es que no juegue demasiado de aquí al término de su vínculo. También está próxima la fecha doble de Eliminatorias en octubre. ¿Llegará? Difícilmente lo hará en óptimas condiciones.
En el mensaje faltaba un detalle que resulta clave a la hora de determinar el impacto. Si el dañado es el menisco interno o el externo de la articulación afectada. De esa precisión dependía, de partida, el plazo de la recuperación. Y, en el caso de Vidal, si se trataba del segundo, que es el que le da la estabilidad a la rodilla, es el mismo trauma que sufrió hace ya nueve años y que lo hizo presentarse en la cita planetaria que se disputó en Brasil notoriamente disminuido y, principalmente, gracias a los tratamientos ‘alternativos’ del cubano José Amador.
La aclaración vino en horas de la tarde a través de un nuevo parte médico. “El jugador Arturo Vidal fue sometido la mañana de este miércoles 13 de septiembre a una sutura artroscópica de menisco externo de rodilla derecha. La resolución quirúrgica se realizó de manera exitosa, por lo cual el deportista podrá comenzar con su rehabilitación kinésica”, establece, confirmando la gravedad de la lesión.
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