El rol clave que asumió la hija de Manuel Monsalve

Hasta el 17 octubre de 2024 el plan de Gabriela Monsalve Garrido (30) era uno solo: terminar su Working Holiday en Nueva Zelandia y regresar a Chile para buscar trabajo como ingeniera civil.

La hija menor de Manuel Monsalve había renunciado a la empresa de lobby en la que trabajaba cuando el médico socialista asumió la Subsecretaría del Interior, en marzo de 2022. Argumentó que quería evitar cualquier flanco a su padre ante la responsabilidad que asumía en el gobierno de Gabriel Boric.

Gabriela Monsalve nunca hizo apariciones públicas, salvo cuando en julio de 2021 -en plena primaria presidencial oficialista- invitó por Twitter a la candidata del Partido Socialista Paula Narváez y a Boric a comer sopaipillas en su casa de Concepción. Un gesto que selló el apoyo del PS al actual Mandatario.

«Esto es verdad, perdón, papá, no lo vi venir, pero lo pasaremos bien y comeremos rico... No vengan a dudar aquí de que esto no es espontáneo, ah. Tengo pruebas, pero hay muchas groserías de por medio, porque estaba nerviosa jajaja», decía en la red social que la mostraba sacando la foto del encuentro.

Hoy sus redes están cerradas. A cuatro meses de que se conociera la denuncia por violación y abuso sexual interpuesta por una funcionaria de la Subsecretaría del Interior contra Monsalve asumió un rol clave en el proceso.

Después de la renuncia del primer equipo defensor de Monsalve, compuesto por los abogados Lino Dini y Cristián Arias (antes se fue la abogada María Inés Horvitz), la familia de Monsalve acordó que la coordinación con el nuevo equipo de la defensa la asumiera Gabriela.

Así, hoy ella es la contraparte del abogado defensor Víctor Providel y de los equipos de este.

Asimismo, asumió la labor de organizar a los colaboradores y amigos que han apoyado comunicacionalmente al exjefe civil de las policías, quien permanece en prisión preventiva en el Anexo Capitán Yáber desde el 19 de noviembre.

Quienes han estado cerca de Monsalve en estos meses aseguran que fue su hija quien quiso asumir un rol preponderante en el proceso y que fue conversado expresamente con su padre en una de las visitas que le hizo al recinto penitenciario.

Fuentes cercanas al exsubsecretario sostienen que este en principio se mostró reticente, porque ha querido mantener lejos del conflicto a su familia para no exponerla. De hecho, en principio no quería que sus hijas lo visitaran en la cárcel.

En las primeras semanas de su reclusión solo iba su esposa, María Eugenia Garrido. De a poco fueron apareciendo algunas figuras del Partido Socialista, como el extimonel Osvaldo Andrade y el senador Fidel Espinoza.

En las últimas semanas se han sumado otros familiares. Pero ya está establecido que quien tomará las decisiones prácticas y operativas es la ingeniera, que ahora visita regularmente a su padre.

Eso implica desde resolver el plan de medios en conjunto con Monsalve hasta asuntos prácticos, como el manejo de la casa del exparlamentario en la Región del Biobío y en Viña del Mar.

La ingeniera es quien ha visado el contenido de los comunicados de prensa enviados por la familia después de la renuncia de los abogados defensores iniciales y luego de que Monsalve prestara declaración por primera vez ante los fiscales Xavier Armendáriz y Francisco Jacir la semana pasada.

“Como familia seguiremos firmes y unidos en esta búsqueda de demostrar su inocencia, a través de la justicia y verdad”, señalaba el último mensaje público difundido por los Monsalve.

Quienes conocen a Gabriela Monsalve aseguran que, aunque luce muy joven y es la menor de las hijas del subsecretario, tiene carácter, es resuelta y extremadamente ordenada. Asimismo, sostienen que en esta etapa del proceso era necesario que alguien asumiera el mando por parte de la familia, pues las decisiones operativas se dificultan con Monsalve en prisión.

Un cercano a la exautoridad detalla que en el marco de la labor que asumió, la hija del exsubsecretario ha revisado minuciosamente los antecedentes contenidos en la carpeta investigativa.

Y tal como el resto de su familia, tiene convicción absoluta de que su padre es inocente de los cargos de abuso y violación interpuestos por una de sus asesoras.

Al igual que su padre, Monsalve Garrido tiene marcados los pasajes de la carpeta investigativa que muestran contradicciones con los hechos declarados por la denunciante y los testigos que ya han expuesto en el proceso.

En su declaración a la Fiscalía, el exsubsecretario del Interior mantuvo la versión de que la noche del 22 de septiembre, luego de asistir al restorán Ají Seco Místico con la denunciante, perdió el conocimiento después de consumir dos pisco sour catedral.

Según se desprende de las declaraciones de los garzones del local ubicado en calle Mac-Iver, esa noche Monsalve pagó en efectivo ocho vasos de licor.

Hasta ahora solo se conoce la versión de la familia de la denunciante, que a través de la declaración de la madre y el padre de la mujer de 32 años han insistido en que esa noche le perdieron el rastro y que inusualmente dejó de responder el teléfono.

En el entorno de Monsalve, sin embargo, sostienen que ese domingo él también dejó de responder su celular, un gesto inusual, sobre todo cuando lo llamaba su hija Gabriela, que en ese momento estaba en el extranjero.