El Senado baja decibeles tras su día de furia y acota pugna a Comisión de Hacienda

JOSE GARCIA RUMINOT MATIAS WALKER
Los senadores Coloma y García.

A pesar de que ayer varios senadores dieron por desahuciado el pacto administrativo luego de que José García (RN) se impusiera a Pedro Araya (PPD), sorpresivamente la alternancia en las comisiones, hasta el cierre de esta edición, se seguía cumpliendo al pie de la letra. De hecho, la Comisión de Trabajo, que hasta hoy era presidida por la senadora Loreto Carvajal (PPD), se entregó sin contratiempos al UDI Iván Moreira.


“A fav.... En contra”, dijo el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) al rechazar su propia renuncia a la presidencia de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, cargo que supuestamente iba a ser entregado a la oposición como parte del magullado pacto administrativo, que hasta ayer, al menos, establecía una rotación en los principales espacios de poder de la corporación.

Sin embargo, tras la pugna que se dio en la misma instancia de Hacienda y el portazo que le dio la derecha a la postulación del senador Pedro Araya (PPD) para presidir el Senado, Lagos Weber se retractó de su dimisión. También su bancada retiró su salida de la comisión, en vista de que tampoco alcanzó a materializarse. ¿La razón? La bancada de Demócratas no aceptó que a última hora se les intentara pedir la firma para que ingresara la senadora Ximena Rincón en reemplazo de Lagos Weber.

El comité comunista también pidió revocar la salida del senador Daniel Núñez (PC), quien iba a ceder su cupo en Hacienda a su par Felipe Kast (Evópoli). La anulación de ese reemplazo, sin embargo, quedó pendiente, ya que la jefa de bancada del PC, Claudia Pascual, sí alcanzó a presentar el cambio a la secretaría del Senado con la respectiva firma del jefe de comité de Evópoli, Luciano Cruz-Coke. Y si bien ayer, tras la elección de la mesa del Senado, el PC intentó retirar el reemplazo, Evópoli se opuso dando un argumento reglamentario. Ello obligó al nuevo presidente del Senado, José García (RN), a derivar el caso a la reunión de comité para buscar una salida negociada.

Con ese cuadro aún no resuelto, esta mañana llegaron seis senadores para tomar posición en los cinco escaños de la Comisión de Hacienda. Además de Lagos Weber (PPD), llegaron Núñez (PC), Kast (Evópoli), García (RN), José Miguel Insulza (PS) y Gustavo Sanhueza (UDI), en reemplazo de Juan Antonio Coloma (UDI).

Tras deliberar a puertas cerradas, los presentes acordaron que mientras la reunión de comités no resuelva, Núñez (PC) permaneciera como integrante de Hacienda.

No obstante, una vez abierta la sesión se procedió a votar la renuncia de Lagos Weber, que finalmente fue rechazada por tres votos en contra (Núñez, Insulza y el mismo senador PPD). A favor de su dimisión se pronunció Sanhueza, mientras que García se abstuvo, dando cuenta de su nuevo rol de moderador de las tensiones en el Senado.

Curiosamente, a pesar del duro debate que se dio ayer en la sala, los presentes no ahondaron en la polémica. Incluso, tomaron con humor el lapsus del mismo Lagos Weber, que casi vota por error a favor de su dimisión. “Retiro la firma...” ironizó el PPD.

Resuelto ese tema, la comisión -que para el gobierno tiene un valor estratégico para la tramitación de las reforma previsional y de los cambios tributarios del pacto fiscal que impulsa el ministro de Hacienda, Mario Marcel- procedió a discutir el proyecto que crea el nuevo sistema de auditoría del gobierno.

El clima de aparente normalidad que se dio en esta instancia se replicó en varias comisiones esta mañana.

Incluso, a pesar de que ayer varios senadores dieron por desahuciado el pacto administrativo, sorpresivamente la alternancia en la integración y en la jefatura de comisiones, hasta el cierre de esta edición, se siguió cumpliendo al pie de la letra.

De hecho, la Comisión de Trabajo, que hasta hoy era presidida por la senadora Loreto Carvajal (PPD), se entregó sin ningún reparo a Iván Moreira (UDI). Al igual que Hacienda, esta instancia también será clave para el diseño de la reforma previsional.

Al asumir, Moreira volvió a lamentar que se haya roto el acuerdo de gobernabilidad que estipulaba que este año la presidencia de la Cámara Alta se le iba a entregar a Pedro Araya (PPD).

Este ambiente de buena convivencia se repitió también en las comisiones de Transportes, Pesca y Agricultura, donde las distintas bancadas del oficialismo y la oposición se ciñeron los ajustes contemplados en el pacto.

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