¿Es Messi un pecho frío? El desastre del Barça abre un nuevo linchamiento al mejor del mundo

El transandino fue recibido con reproches por los fanáticos que siempre le endiosaron y en Argentina comparan este fracaso con los que ha vivido con la selección. Su defensa la lidera Jürgen Klopp, técnico del Liverpool.


El Barcelona se despidió de la Champions League después de que el Liverpool le revirtiera una llave que parecía imposible. Apenas terminó el encuentro que el equipo de Jürgen Klopp ganó por un contundente e histórico 4-0, comenzó la búsqueda de culpables. Y si bien la mayoría depositó las responsabilidades sobre el técnico Ernesto Valverde, no son pocos los que enfocan la mirada en la estrella del culé: Lionel Messi.

El fútbol se divide por La Pulga. De hecho, en una situación inédita, a la llegada al aeropuerto de Barcelona debió soportar reproches que desconocía. Aunque antes de las opiniones es válido ponderar la participación que el argentino tuvo en el partido ante los ingleses. El balance arroja que, aunque no anotó, Messi cumplió con creces la misión de generar ocasiones de gol. De hecho, participó en siete de las ocho oportunidades que el Barça tuvo para vencer al arquero brasileño Alisson y cambiar la historia. Sus interlocutores, como Jordi Alba y Luis Suárez, por citar a los que tuvieron ocasiones más claras, fallaron y en una de ellas, el portero del equipo inglés evitó el gol. Un aporte que para sus detractores parece intrascendente, pues le exigen mayor determinación y liderazgo en instancias clave, pero que una mirada más neutral o afín valora o intenta poner en su medida justa.

"Mucha gente culpa Messi por la derrota. No, él no tiene la culpa, me provoca enojo ver comentarios en contra de él. Mi equipo tiene mérito. La derrota de hoy no quita que Messi sea el mejor del mundo, por el contrario Messi es y será siempre el mejor jugador del mundo". La frase la pronuncia nada menos que Klopp, el técnico del Liverpool, quien suspende por un momento la celebración de la gesta en Anfield para defender al adversario caído.

"Messi es desconcertante, lo que supera el análisis de cualquier periodista deportivo. Es un caso para quienes entienden lo que tiene que ver con el alma, con la vida,. Por momentos es maravilloso, por momentos pétreo, frío. A mí me tiene confundido. Con Argentina pocas veces rindió. Esta actuación ratifica eso incluso en un ambiente que él parecía tener controlado. No es capaz de mandar, liderar, de pegar un grito cuando la situación se complica", afirma a La Tercera el comentarista argentino Fernando Niembro.

El periodista también vuelca sus reflexiones en una columna en Infobae. "Ese Messi nada ordinario convive con el otro futbolista, el que desaparece, se desanima, se enoja, frío, distante, confundido, pálido, inexpresivo. El que jugó contra el Liverpool en Inglaterra. El que tantas veces actuó igual para la Argentina. Es una conjunción rara, entre un futbolista capaz de las jugadas más increíbles, rodeado por momentos llenos de incertidumbre que a los más racionales los hacen pensar: ¿es o se hace?", plantea.

También desde la perspectiva del periodismo, pero del español, hay posturas marcadas. "El Barça no tiene fútbol. Han dejado solo a Messi. Nadie le acompañó y, con el tercer gol, Messi tiró la toalla. Bajó los brazos y acabó el partido andando. ¿Y el resto qué? Ningún compañero dio un paso al frente. Suárez sigue sin marcar un gol a nadie fuera del Camp Nou en la Champions… Al Barça, al Barça de Messi, se le está quedando cara de perdedor", postula, en defensa del atacante, José Pedrerol en la editorial de Jugones en El Chiringuito, uno de los programas de análisis futbolístico más vistos en la península ibérica. Sin embargo, poco antes, MisterChip había disparado: "Cuando le meta 4 al Sevilla y os pregunteis por qué no le dan el Balón de Oro, que no se os olvide esta noche, porque es en estas noches donde se gana el Balón de Oro y porque se puede ser el mejor de la historia (para mí ya lo es) sin ser el mejor de cada año todos los años", establece.

En tanto, Alejandro Ciriza, redactor del diario El País, entrega su visión: "No es el culpable del desastre del Barça. Es decir, tiene su cuota de responsabilidad, pero como la tienen el resto de los jugadores. A Messi se le exige y se le pide siempre y es normal. Responsabilidad tiene, pero proporcional, como la puede tener Piqué o Busquets o cualquiera de ellos. No ha hecho un buen partido. Estuvo gris, deambulante, pero de ahí a que tenga que asumir toda la responsabilidad, no es justo. La responsabilidad es del entrenador y después, uno a uno, de los jugadores. De hecho, si el Barça tuvo ahí esta eliminatoria fue porque Messi definió el partido de la ida. De lo contrario, ni siquiera hubiese existido posibilidad ayer en Anfield".

"En el partido anterior, Messi iluminado hizo ganar al Barcelona. Apareció Messi en plenitud hasta el minuto 81. Ahora no tuvo conversión. Generó siete ocasiones de gol, metió pases milimétricos, pero no convirtió y esa es la mochila que tienen los jugadores grandes", apunta, desde la perspectiva chilena, el exseleccionado Leonardo Véliz. "Estuvo al 60 o 70 por ciento. Le faltó el gol. No me vengan a decir que es pecho frío o que no lideró. Messi en un 60 por ciento gana un partido normal, pero en un partido como este le faltó ese plus. No tuvo interlocutores. Eso fue clave", concluye.

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