Este año, pero después del plebiscito: el timing y los factores que dilatan el viaje de Boric a La Araucanía

LA MONEDA: 24 Junio 2022
24 de Junio de 2022/SANTIAGO El Presidente de la Republica,Gabroiel Boric Fon, al termino de la reuni—n mensual de Gabinete Ministerial, en el que participaron la totalidad de ministras y ministros del Gobierno de Chile. FOTO: CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO

El Presidente tiene decidido visitar durante los primeros 12 meses de mandato todas las regiones del país, incluyendo la zona donde el conflicto con el pueblo mapuche se ha recrudecido. Pese a eso, el Jefe de Estado también ha dicho que, si bien no se inhibirá de recorrer territorios complejos, solo lo hará cuando haya avances sustantivos para anunciar. Evitar que su viaje se transforme en un mero hito de efectismo comunicacional, es algo que ha pedido evitar. Además, la fecha del referéndum constitucional también asoma como un factor relevante para escoger el mejor momento.


131 días han pasado desde que el Presidente Gabriel Boric asumió la Presidencia de la República. Y, pese a que iniciar un camino de solución al conflicto en La Araucanía fue una de las prioridades que se fijó durante su campaña, hasta ahora, el Mandatario no tiene en agenda un viaje a la zona.

“Presidente Boric, le sugiero visitar pronto La Araucanía. ¡Allá lo necesitan!”, le recomendó esta mañana el líder de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), durante la cuenta pública del Congreso en la que participó el Jefe de Estado. Su intervención desató los aplausos de los parlamentarios del Partido Republicano, los que se encontraban en el Salón de Honor de la sede del Legislativo en Valparaíso.

El Mandatario, según afirman en el gobierno, tiene decidido que quiere recorrer todas las regiones del país este primer año de su mandato, pero que, en el caso de La Araucanía, lo hará después del plebiscito constitucional del 4 de septiembre.

¿La razón? En La Moneda recalcan que Boric debe manejar con el máximo cuidado las señales que pueda dar ad portas de esos comicios. Un viaje a La Araucanía podría ser leído como un gesto político ante el referéndum, reconocen en el gobierno. Tenga éxito o no en su paso por la zona, la posibilidad de que se le acuse a aprovechar electoralmente el conflicto es una alternativa que el Mandatario -hasta ahora- no estaría dispuesto a arriesgar.

Más allá de esos comicios, los factores que han dilatado la visita del Mandatario son variados. Entre ellos, los altos niveles de violencia que afectan la región y el clima adverso que ha provocado en sectores más radicales la decisión de su gobierno de decretar sucesivos estados de excepción.

En el Ejecutivo dicen que el Jefe de Estado ha sido categórico en una condición para concretar su visita: que su presencia no sea un mero hito comunicacional, sino que tenga contenido y sirva para ir dando soluciones de corto y largo plazo a los habitantes de la región. Por lo mismo, explican en La Moneda, el viaje debe prepararse con el máximo cuidado y contemplar mensajes que vayan más allá de la agenda que el gobierno ya ha desplegado en la zona con el denominado Plan Buen Vivir. “Debe tener algo para decir”, recalcan.

Esto, sobre todo, porque existe el fantasma, y que ha sido complejo de superar, de la fallida visita que hizo la ministra del Interior, Izkia Siches, a la comunidad de Temucuicui, quien fue recibida con disparos al aire y bloqueos de camino. La repetición de una escena de esa naturaleza, admiten en Palacio, en el caso de Boric podría ser un total despropósito para tender puentes de diálogo, vía que ha defendido su administración.

En ese sentido, en el gobierno reconocen -además- la complejidad en términos políticos, de seguridad y logísticos que supondría que el Jefe de Estado se trasladara a la zona, justo en momentos en que el recrudecimiento de la violencia lo ha obligado a decretar cinco estados de excepción sucesivos, dejando el control de rutas y caminos en manos de las Fuerzas Armadas. La situación en esa región, pero también en el Biobío y Los Lagos, forzó a Boric a respaldar otra medida que siempre resistió: la que permitirá a los militares resguardar infraestructura crítica, iniciativa que terminó respaldando y que fue despachada ayer por el Senado, aunque con un veto presidencial que precisó las cadenas de mando y las reglas del uso de la fuerza (RUF).

“La intención de nuestro gobierno no es boicotear este proyecto, sino que utilizarlo”, dijo ayer la ministra Siches.

Esas señales -sostienen en el oficialismo- han dejado al Ejecutivo en un pie complejo con los sectores más radicales de La Araucanía. Así ha quedado en evidencia tras las diversas declaraciones del Coordinadora Arauco Malleco (CAM), cuyo líder -Héctor Llaitul- incluso llamó a levantar una resistencia armada en contra del Estado. Así, el clima en la zona ha sido un factor que se ha evaluado en Palacio. De hecho, cuando el 24 de mayo pasado fue asesinado el trabajador mapuche Humberto Catril -mientras se trasladaba entre las regiones de Biobío y La Araucanía-, aumentó la presión para que la máxima autoridad acudiera a atender la situación en terreno, escenario que con el tiempo se fue descomprimiendo.

Hasta ahora, el gobierno ha optado por el despliegue de otras autoridades en la zona. De hecho, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, ha viajado dos veces a la región y, según transmitió ayer la titular de la cartera en una reunión con la bancada de parlamentarios por la zona, ella podría sumarse a esos esfuerzos en el corto plazo. En todo caso, destacan en Palacio, ambas autoridades también han recorrido otras regiones de la Macrozona Sur como es el Biobío, Los Lagos y Los Ríos. De hecho, el socialista aterrizó en esa última región este miércoles para enfrentar el aumento de hechos de violencia en la zona.

“Esta es una región que ha sido postergada por este gobierno y también por gobiernos anteriores. He tenido la posibilidad de decírselo al Presidente, de que La Araucanía no está para mezquindades políticas y nosotros tenemos que construir una mejor región y eso la hacemos entre todos: él desde el nivel central y yo desde nivel regional”, sostuvo el gobernador, Luciano Rivas.

Y agregó: “Que el Presidente aún no venga a la Región de La Araucanía es una muy mala señal. Hoy día la presencia de la máxima autoridad nacional es absolutamente necesaria y, en ese sentido, yo voy a seguir siendo crítico. El problema principal a nivel país es la seguridad y más aún en esta región donde necesitamos que la mayor autoridad del país esté respaldando la labor que acá se está realizando por las policías, por los efectivos policiales, la PDI, por la Fiscalía, de cara a las personas, a los habitantes de nuestra región que son víctimas de los violentistas y de la crisis humanitaria que hoy vivimos”.

El diputado independiente por esa región Andrés Jouannet, por su parte, afirmó que “La Araucanía y la seguridad son palabras de común uso en el léxico presidencial y del Ejecutivo pero no han salido de las palabras. Por esto no me extraña que el Presidente postergue una vez más su visita a La Araucanía. Le reitero que es fundamental que vaya a la región y se reúna con las víctimas. No puede seguir postergándolo. Porque aquí se ha planteado un diálogo, justamente, con los victimarios. Estamos frente a un drama tremendo que el gobierno no está viendo, de desplazamiento de personas”.

Llamó la atención entre autoridades de La Araucanía, eso sí, que la coordinadora sociocultural de La Moneda y pareja del Mandatario, Irina Karamanos, visitara la zona antes que Boric. El 12 de julio pasado la antropóloga viajó hasta la región para conmemorar los 20 años de la Fundación Artesanías de Chile.

Al ser consultada por el llamado de distintas autoridades a que el Presidente concurra a la zona, la ministra Camila Vallejo (Segegob), aseguró que el Mandatario “tiene una convicción de fondo y es que todas nuestras regiones son importantes (...) y todas el Presidente las va a visitar”.

Por su parte, la diputada Erica Ñanco (RD), recalcó que “nuestro Presidente ha manifestado un profundo respeto respecto a las primeras naciones, en especial con pueblo mapuche. Es por eso que él ha declarado su voluntad para construir una paz duradera. Acá hay que considerar quienes tomen una postura más radical, pero también hay políticos que van a buscar figurar sin aportar realmente en la solución de este conflicto que es histórico. He hablado con el Presidente y él está comprometido con nuestra región, y también con esta forma de concretar una mayor presencia del Estado en ella, la que debe ser conversada con las comunidades y no con los partidos políticos responsables de la agudización del conflicto”.

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