Estrategia de La Moneda para aislar a republicanos logra su primer triunfo para la tríada de Marcel, Jara y Elizalde

Marcel, Jara y Elizalde
Los ministros Marcel, Jara y Elilzalde en la sesión de la Cámara, donde se aprobó el salario mínimo.

A pesar del avance electoral del Partido Republicano, el gobierno puso en práctica un plan para reforzar las negociaciones con Chile Vamos. El Ejecutivo accedió a incorporar las exigencias de diputados de RN y el proyecto se aprobó con una amplia mayoría, dejando en una posición minoritaria a los parlamentarios de la colectividad fundada por José Antonio Kast y a ciertos legisladores de la UDI, que no aceptaron cambiar su voto a última hora.


Al llegar a la sala de la Cámara, el miércoles en la mañana, los ministros Mario Marcel (Hacienda), Jeannette Jara (Trabajo) y Álvaro Elizalde (Secretaría General de la Presidencia) no tenían los votos para aprobar el proyecto de salario mínimo.

La iniciativa -que contempla un avance gradual del ingreso básico para llegar a los $500 mil en julio de 2024- es uno de los puntos emblemáticos del programa de gobierno y hasta el miércoles corría un serio riesgo de caerse en su primer trámite legislativo. Así lo deslizó el propio Marcel en algunas entrevistas radiales a primera hora de la mañana.

Por otro lado, el Partido Republicano -colectividad que fue la gran ganadora de las elecciones de consejeros constitucionales el domingo pasado-, ya había anticipado que no apoyarían el proyecto, lo que sólo empeoraba el cuadro pesimista. Si bien los republicanos sólo son 12 diputados, había preocupación en el oficialismo de que fueran a adquirir un peso simbólico mayor dentro de la derecha tras lograr 23 consejeros en el nuevo proceso constituyente, donde tendrán poder de veto.

Sin embargo, en vez de abrir líneas de negociación con el partido que fundó José Antonio Kast, el gobierno hizo una apuesta contracíclica, en la jerga económica, y concentró sus conversaciones con Chile Vamos para tratar de dar vuelta el clima político tras la derrota del 7 de mayo.

A pesar del avance electoral del partido de Kast, esta semana legislativa La Moneda puso en práctica un plan para reforzar las negociaciones con los partidos de la derecha tradicional. Al final el reajuste salarial se aprobó con una amplia mayoría, dejando en una posición minoritaria a los republicanos y a ciertos legisladores de la UDI, que no aceptaron cambiar su voto a última hora.

El resultado se transformó en el primer triunfo de la nueva tríada de Marcel-Jara-Elizalde, que también tendrá un rol protagónico para destrabar el debate de la reforma previsional. Para el titular de la Segpres, además, tenía un valor especial por ser su primera victoria legislativa desde que asumió como ministro en reemplazo de Ana Lya Uriarte.

Según la estrategia diseñada por La Moneda, Jara (PC) fue la encargada de hacer el primer recorrido el miércoles en la mañana por las bancadas de Chile Vamos, pero ya desde temprano la UDI transmitió que no se movería de su decisión de rechazar. Ello obligó al gobierno a concentrarse en Evópoli y, en especial, en RN, cuyos diputados se reunieron a las 11 de la mañana para evaluar las propuestas del Ejecutivo.

Ese plan de apostar por Chile Vamos fue acompañado por un discurso común de los diputados oficialistas que intervinieron en la sala, que se cuidaron de no herir susceptibilidades en la derecha tradicional, acusando puntualmente a los republicanos de oponerse al alza salarial.

En esos instantes, las conversaciones con los interlocutores de Renovación, los diputados Miguel Mellado y Sofía Cid, eran llevadas por Jara y Marcel, mientras Elizalde (PS) y la subsecretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos, afirmaban votos de independientes y grupos no alineados como el PDG, la DC o exmilitantes de la Falange. En un escenario de votación estrecha, con la derecha alineada en contra del salario mínimo, la alternativa era lograr la mayoría con estos sectores minoritarios.

Cerca del mediodía, el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, comunicó que sus diputados seguían considerando insuficiente la solución que se ofrecía a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que podrían ser las más perjudicadas con la obligación de subir sueldos. Sin embargo, Sauerbaum dio una señal de apertura al anunciar que aprobarían la idea de legislar como forma de permitir que el proyecto reajuste salarial, al menos, pudiera avanzar al Senado.

Los diputados de Evópoli liderados por Francisco Undurraga le transmitieron al gobierno que votarían de la misma forma, pero rechazando la fórmula específica para las pymes.

Con ello, el Ejecutivo ya respiraba más aliviado, ya que se alejaba del peor escenario: un rechazo en general al salario mínimo, tal como ocurrió en marzo pasado con la reforma tributaria.

Aun así, las negociaciones con RN continuaron y los diputados Mellado y Cid pidieron un último gesto: conceder un beneficio tributario para las pymes. Hasta el final, Marcel se mostró inflexible, sin embargo, fuentes de RN, admiten que Jara siempre fue la más llana a cerrar un acuerdo.

Esas conversaciones, que se dieron en la misma sala, ante la vista de todos los diputados presentes, dieron fruto exactamente a las 13:50, momento en que Marcel aceptó incorporar como indicación que la tasa del Impuesto de Primera Categoría en el régimen Pyme sea de 12,5% en 2024, y no suba a 25%. Dado que el acuerdo se cerró al filo de la votación, que estaba prevista para las 14 horas, la enmienda será ingresada en el Senado.

La palabra del ministro de Hacienda fue suficiente para que Mellado y Cid, ambos representantes del sector “duro” o más conservador de RN, convencieran a sus pares de apoyar íntegramente el proyecto.

Apuesta de RN por diferenciarse

La señal de diferenciación con los republicanos fue explícita. “Con esto damos muestra de lo que vamos a hacer en Renovación Nacional, como oposición constructiva, y eso nos deja muy contentos por el bien de Chile”, dijo Mellado en un punto de prensa en el hall de la Cámara, antes de la votación.

En la primera fila junto a Cid y casi toda la bancada de RN, también estaba la diputada Camila Flores, otra representante del sector “duro”.

De hecho, una de las conclusiones que sacó el oficialismo y el gobierno es que a pesar de que facciones dentro de la derecha tengan afinidad ideológica con los republicanos, ello no los transforma automáticamente en aliados del partido de Kast. Por ejemplo, Mellado y Flores son diputados que tienen chances de llegar al Senado, por La Araucanía y Valparaíso, respectivamente, pero sus aspiraciones senatoriales también corren riesgo con el avance electoral de los republicanos, que probablemente levanten competencia en sus regiones.

Al final la estrategia de aislar a los republicanos -que recoge una antigua receta que practicaron los gobiernos de la Concertación, de negociar indistintamente y por separado con la UDI o RN para sacar reformas de alto quórum- fue valorada desde el PC a la Democracia Cristiana.

De hecho, algo parecido ocurrió con la aprobación del royalty a la minería, anoche en la Cámara Alta, donde los dos senadores republicanos Rojo Edward y Carmen Gloria Aravena fueron los únicos detractores. No obstante, a diferencia de lo que ocurrió en la Cámara Baja con el salario mínimo, las negociaciones por el royalty se resolvieron antes de las elecciones y ahí el principal interlocutor del gobierno fue el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI).

Ese diseño de apostar por Chile Vamos, ya sea para avanzar con la agenda legislativa o afrontar el proceso constituyente, fue remarcado por la ministra vocera de La Moneda, Camila Vallejo. “Logramos contar en salario mínimo con votos de parlamentarios de RN. Fue más transversal en el Senado en el caso del royalty. Lamentablemente no así de los republicanos que se opusieron (en el pasado) a las 40 horas, al salario mínimo y al royalty”, sostuvo.

A juicio del diputado socialista, Jaime Naranjo, quien presidió el año pasado la Comisión de Hacienda, en el acuerdo de RN por el reajuste salarial influyó el “susto” de un sector de la derecha para no quedar “como vagón de cola” de los republicanos. “El escenario que vamos a observar en el Congreso es cómo Chile Vamos se desacopla de los republicanos. RN y la UDI van a buscar una identidad propia”, añadió Naranjo.

A juicio del diputado Ricardo Cifuentes (DC), quien es una de las cartas para presidir la Cámara próximamente, la estrategia de aislar a los republicanos “va en la dirección correcta”. “Es lo que debió hacer este gobierno hace mucho tiempo. Este gobierno no tiene mayoría y su obligación es buscar apoyo en la oposición y me parece que es razonable que sea en la oposición más democrática y dialogante”, dijo.

El diputado Boris Barrera (PC) señaló que era “valorable lo que hizo parte de Chile Vamos” al aprobar el salario mínimo. “Ese es el espíritu que debiera haber en adelante. Si ellos (en la derecha tradicional) dicen que efectivamente no están siguiendo la línea de los republicanos -que se están negando a todo-, estas son las muestras que deben dar cuenta de que están dispuestos al diálogo”.

Por su parte, José Antonio Kast reaccionó en redes sociales: “El Presidente Boric no entiende nada. El gobierno en vez de trabajar por acuerdos y cambios, busca aislar a los Republicanos sin preocuparse por Chile. Ese no es el camino”.

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