“Existió intención de causarle la muerte a nuestro hijo”: La sentida querella de los padres de carabinero agredido en San Antonio

Carabinero Retamal.
El carabinero herido, Juan Carlos Retamal (40).

En la acción judicial se detalla cómo ocurrió el ataque del cual fue víctima el policía, quien este miércoles cumple 41 años. En el documento ingresado al Juzgado de Garantía de San Antonio se detalla que "un sujeto lanzó un elemento contundente tipo herramienta de manivela de gata hidráulica, quedando incrustado en el pómulo derecho del rostro de nuestro hijo”. La familia exige justicia.


Decidió perfeccionarse como carabinero para acceder, primero, a un mejor salario, y segundo, para ser un mejor policía. Aunque ya llevaba 17 años en la institución, el sargento Carlos Retamal Pérez (40) decidió prepararse mejor en la Escuela de Suboficiales de Carabineros, lugar de donde salió en diciembre del año pasado para ser destinado a la Tenencia Las Cruces-Cartagena, en la Quinta Región.

Fue a esa unidad policial donde ingresó el llamado que alertó la presencia masiva de automóviles que se preparaban para competir en las denominadas “carreras clandestinas”, deslavadas imitaciones de la zaga cinematográfica “Rápido y Furioso”. Ese domingo 9 de octubre -a las 18.22 de la tarde- terminaría mal para el sargento Retamal: recibió un duro golpe en la cabeza, quedando en un serio riesgo vital en el Hospital Dipreca de Carabineros.

La gravedad del caso derivó en que los padres del uniformado presentaran un querella por el delito de homicidio frustrado en contra de quienes resulten responsables de la agresión. En esta acción judicial -apoyada por abogados institucionales de la policía uniformada- piden que el Ministerio Público busque al atacante y que se logre una condena efectiva en su contra, pues “existió la intención derechamente de causarle la muerte”.

En el documento ingresado al Juzgado de Garantía de San Antonio se expone que el llamado de un testigo a Carabineros informó sobre el desarrollo de una carrera en el sector de Malvilla. “Ante dicha información nuestro hijo y su acompañante concurrieron (...), observando alrededor de 50 a 70 vehículos que participaban de carreras clandestinas, por lo que se mantuvieron a distancia con la finalidad de evitar algún mal mayor, descendiendo ambos funcionarios de sus móviles tomando ubicación en un lugar seguro con la finalidad de tomar nota de los números de placa patente de los vehículos y realizar denuncia de oficio”, se relata en la querella.

Piden que al imputado “se le condene al máximo de penas”

A raíz del control policial, los automovilistas comenzaron a huir del lugar, sin embargo, se detalle en la acción judicial, “un sujeto que transitaba a bordo de un vehículo del cual al momento se desconocen características, al aproximarse al lugar donde permanecía nuestro hijo y su acompañante, baja la velocidad y mientras este último se voltea para sacar la tabla para registrar las patentes, desde el vehículo ya señalado se lanza un elemento contundente tipo herramienta de manivela de gata hidráulica, quedando incrustado en el pómulo derecho del rostro de nuestro hijo”.

Debido a la brutalidad del golpe, el sargento cayó de inmediato al suelo, casi inconsciente. Su compañero de labores, el cabo Nicolás Molina, lo auxilió y lo trasladó hasta el Hospital Claudio Vicuña, en San Antonio. Pero, como las lesiones eran de extrema gravedad, se activó un traslado aéreos hasta el Hospital de la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca), donde ingresó con un trauma encéfalo-craneano, fractura maxilar y una intensa hemorragia. Desde entonces ha estado sedado en la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI).

Aunque el domingo se detuvo a cuatro personas que participaban de esta competición ilegal de carreras de autos, ninguno fue formalizado por la agresión al carabinero, dado que aún no se establece quién sería el sospechoso del ataque.

De todas maneras, tanto la PDI como Carabineros están rastreando todas las zonas de la Quinta Región para dar con el responsable del ataque para quien la familia, a través de la querella, pide que se “ordene al Ministerio Público instruir investigación respecto de los hechos que afectaron a nuestro hijo, y que oportunamente formalice y acuse al o los responsables de éstos, y en definitiva, se le condene al máximo de penas que contempla la ley, y se les condene, además, a pagar las costas de la causa”.

Hasta el momento, el sargento Retamal sigue en la UTI y sus padres, además de su pareja y su hija de 14 años, siguen a la espera de una eventual evolución positiva, en una fecha que no será fácil. El miércoles el policía cumplirá 41 años.

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