Fabricando un campeón: El heroísmo de Massú inoculado en el tenis ganador de Dominic Thiem
El título en el US Open junto al jugador austriaco es la demostración de los conocimientos que el entrenador chileno absorbió de sus mentores. Leonardo Zuleta y Hans Gildemeister analizan al viñamarino como técnico y valoran las cualidades que hoy lo tienen entre los más destacados del mundo.
Qué duda cabe de que Nicolás Massú es un héroe deportivo nacional. Su impecable carrera como tenista hoy se replica como entrenador. Ayer festejó el logro más importante de su trayectoria al borde de la cancha, al conseguir el US Open junto a su pupilo Dominic Thiem, a quien llevó hace un tiempo a convertirse en el número tres del mundo.
Quienes han compartido más de alguna vez con el viñamarino saben que es un hombre receptivo y que siempre tiene preguntas que hacer. Casi como una obsesión. “Es una persona que escucha mucho, analiza y además es muy agradecido”, dice su principal maestro, Leonardo Zuleta. “Viendo la trama del partido y observando el lenguaje corporal, Nico siempre es una persona que tira energía positiva y te muestra que nunca hay que rendirse. El nada es imposible lo representa a la perfección y la epopeya de ayer fue muy parecida a la de las medallas. Si hasta se ve a Thiem celebrando en el suelo igual que Nicolás en Atenas”, agrega.
El mentor desclasifica una conversación con su alumno. “En algún momento, cuando Nicolás no sabía si se iba a retirar, le dije que la historia se iba a seguir escribiendo. Que esto no iba a terminar ahí, porque hay gente que nace para estar en la historia y Nico es una persona nacida especialmente para eso”, revela.
El experimentado formador reflexiona sobre las cosas que su expupilo pudo absorber de su trabajo con él y su grupo en Villa Alemana. “Pienso que la filosofía del trabajo y la forma de enfrentar el aspecto mental, sobre todo desde la lucha, son cosas que Nico ha podido emplear en su trabajo y que son una influencia de su experiencia con nosotros. Él ha sabido interpretar muy bien esto y ha podido traspasárselo a Dominic. Nico es un gran director de orquesta y lo ha demostrado tanto en Copa Davis como en el circuito”, plantea.
Otro de los referentes de Massú es Hans Gildemeister. El Biónico fue uno de sus grandes ídolos de infancia y después lo dirigió durante varios años en Copa Davis. De regreso en Chile, recuerda sus interminables charlas con el doble campeón olímpico. “Con Nico conversábamos mucho en Copa Davis, porque a veces entrenábamos una semana antes para preparar la serie. Sin duda, todos esos años de experiencia ayudan. Él es muy riguroso, se preocupaba de cada detalle. Lo hacía como jugador y ahora lo está haciendo como técnico, por eso ha tenido tan buenos resultados. Es muy importante esa experiencia que le puede traspasar a los jugadores”, resalta. Además, valora el liderazgo del chileno: “Con la experiencia que tuvo como jugador y capitán de Copa Davis, ha podido manejar los tiempos de Thiem. Sabe llegar al jugador, sabe de estrategia. Es súper destacado lo que ha hecho en lo táctico. Además, tiene la virtud de poder organizar un gran equipo multidisciplinario, porque a este nivel hay que estar en todos los detalles”.
Precisamente, en el partido de semifinales frente a Daniil Medvedev, el austriaco jugó tácticamente a la perfección y demolió al ruso, finalista el año anterior y uno de los grandes favoritos para quedarse con la corona, pues llegaba con un tranco impresionante, ya que había ganado tus partidos en tres sets.
En ese contexto, el ex número 12 del mundo aplaude lo que ha realizado el viñamarino en este año y medio al mando del europeo. “Ha sido extraordinario. Desde la primera semana que empezaron a trabajar juntos han tenido una muy buena química y todo ese esfuerzo lo trasladaron a estas dos últimas semanas al ganar el US Open”, reconoce.
La mano de Nico
Tanto Zuleta como Gildemeister notan la influencia de Massú en diversos aspectos, los que han sido claves para elevar el nivel de Thiem. “Yo diría que hay un 50% de mérito de Nico, porque cuando él llegó al equipo le traspasó su garra y lo hizo jugar mucho más pesado. La derecha de Thiem ahora está jugándola con más top spin que hace un año. Por otro lado, obviamente, Dominic es muy talentoso y también ha influido en la forma en que su preparador físico Duglas Cordero lo ha trabajado”, apunta Hans.
Nano, por otro lado, destaca las visiones de ambos. “Thiem creció viendo jugar a Muster; era su modelo, un gran luchador y de gran físico. Además, fue un tipo que venció a la adversidad después de haber sufrido un grave accidente. Y el Nico también tuvo a Muster como uno de sus modelos; lo seguía, lo analizaba. Le gustaba la lucha, la consistencia, el trabajar los puntos y demoler al rival compatibiliza con esa visión del tenis. Sin duda, influyó que ambos tuvieran esa visión. Pero, también, Nico ha tenido la inteligencia para respetar el estilo de Dominic. Algunos le criticaban la posición para devolver, pero es donde se siente bien y Nicolás ha trabajado en base a eso", resalta.
Y finaliza con otra reflexión: “Nico le ha aportado la sangre latina y Thiem es más feliz porque siente el amor y la incondicionalidad de un técnico que está para todo lo que necesite”.
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