¿Fin a los embajadores políticos? La enmienda oficialista que busca reducir a 12 estas designaciones y con acuerdo del Senado

Pleno Comisión Experta
Pleno de la Comisión Experta del proceso constituyente.

Un grupo de expertos ingresó una indicación que pretende reformar la facultad presidencial para designar a estos representantes diplomáticos. La idea es disminuir la discrecionalidad e incluir que los nombres sean visados por la Cámara Alta. "No debe existir ningún espacio para la discrecionalidad coyuntural o criterios de política partidaria", afirma el presidente de la Asociación de Diplomáticos, Fernando Guzmán.


La designación de embajadores suele transformarse en un asunto problemático para los gobiernos. No hay Presidente que se haya escapado de eso. El actual Mandatario, por ejemplo, tuvo que hacer frente a duros cuestionamientos por haber designado a su amigo personal Javier Velasco como embajador en España.

En el gobierno anterior, el expresidente Sebastián Piñera también recibió críticas por lo mismo. Nombró a su hermano Pablo Piñera como embajador en Argentina, pero luego tuvo que echar pie atrás. También designó a un amigo suyo. Ese fue el caso de Pedro Pablo Díaz en Australia.

En todos esos casos, el Ejecutivo solamente hizo uso de la facultad que le concede la Constitución. El texto vigente plantea que una de las atribuciones especiales del Presidente es la designación de embajadores, que “serán de la confianza exclusiva del Presidente de la República y se mantendrán en sus puestos mientras cuenten con ella”.

Esa regulación podría cambiar. Pese a que los 192 artículos que ya fueron aprobados en general y de manera unánime por el pleno de la Comisión Experta no tiene cambios en esta facultad y los comisionados optaron por no innovar, en la discusión en particular esto podría cambiar.

Existe una enmienda, ingresada por expertos del oficialismo, que propone algunas modificaciones. Lo primero es que pretenden que la designación “de embajadores, ministros diplomáticos y representantes ante organismos internacionales” sea “con acuerdo del Senado”. La forma de prescindir de esto último es “cuando la persona designada pertenezca o haya pertenecido a la planta ‘A’ o ‘B’ del Servicio Exterior”.

La otra modificación relevante viene en la siguiente parte de la indicación: “Dentro de los tres meses siguientes al inicio del respectivo período presidencial, mediante uno o más decretos supremos expedidos a través del ministerio encargado de las relaciones exteriores, el Presidente de la República podrá eximir de la aplicación del mecanismo de designación señalado precedentemente hasta de doce cargos de embajadores, ministros diplomáticos y representantes ante organismos internacionales”.

El debate sobre los embajadores políticos

En otras palabras, los comisionados oficialistas pretenden reducir a solo 12 los embajadores políticos. Estos cambios son mirados con interés desde el mundo diplomático.

“Lamentablemente hemos visto, a lo largo de los años, el nombramiento de decenas de embajadores por razones de política contingente, que se contradicen con el continuo mejoramiento y profesionalización del Estado. Esta práctica, que se ha dado particularmente en cada inicio de los gobiernos tras el retorno a la democracia, es un asunto de interés de la ciudadanía y, sin duda, de nosotros como servicio especializado”, afirma el presidente de la Asociación de Diplomáticos (Adica), Fernando Guzmán.

Guzmán explica que “desde el retorno a la democracia, el porcentaje de embajadores políticos ha ido disminuyendo”. Según el análisis de la Adica, en los 90 el porcentaje de nombramientos políticos era de casi el 50% y a lo largo de los años “se ha obtenido, no sin esfuerzo, que un 80% de embajadores provengan de la carrera diplomática y el 20% de embajadores provenientes del mundo político”.

Esta regla, agrega el diplomático, “es un logro para el Estado, pero, a la vez, es un ‘acuerdo tácito’ que solo depende de la voluntad del o la Presidenta en ejercicio”.

El líder de Adica añade que “el Servicio Exterior de Chile ha solicitado por décadas la eliminación de la absoluta discrecionalidad presidencial en el nombramiento de Embajadores y Embajadoras de Chile”. Por lo mismo, han seguido de cerca el debate instalado en la Comisión Experta.

Fuentes de la comisión dicen que la subcomisión de Sistema Político aún no ha tomado una definición sobre esta enmienda. Esta semana los seis expertos se han reunido revisando capítulo por capítulo para ver qué indicaciones tienen consensos y en cuáles podrían buscar una nueva redacción que refleje “unidad de propósitos”.

De hecho, justo este viernes iban a discutir las indicaciones del capítulo de gobierno que es donde se regula el tema de los embajadores. En el oficialismo hay interés por conseguir los apoyos necesarios para que esta modificación prospere en el pleno y logre superar los 3/5. En la derecha no se cierran, pero lo están analizando.

En la asociación ven con buenos ojos la enmienda, pero con matices. “No estamos de acuerdo en cuotas para designaciones políticas”, dice Guzmán.

Esto debido a que el ideal del gremio es que se reduzcan por completo. “La posibilidad de doce personas que está propuesta hoy, nos parece excesiva. Si bien, para la real profesionalización de la diplomacia chilena, no debe existir ningún espacio para la discrecionalidad coyuntural o criterios de política partidaria. En el caso en que los y las comisionadas estimen que ello es necesario, sugerimos vehementemente que ese número sea menor a ocho y que estos sean aprobados por el Senado”, añade.

Estas enmiendas serán votadas entre el lunes y el martes de la próxima semana. Ese es el plazo en que tienen que estar listas las indicaciones en cada subcomisión para luego pasar a la discusión final en el pleno de la Comisión Experta.

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