Francia y Turquía intensifican sus roles como mediadores en crisis ruso-ucraniana, mientras Xi Jinping da fuerte respaldo a Putin

El Presidente chino, Xi Jinping, a la derecha, y el mandatario ruso, Vladimir Putin, conversan durante su reunión en Beijing, el 4 de febrero de 2022. Foto: AP

El Presidente Emmanuel Macron viajará a Moscú y Kiev la próxima semana, mientras que el mandatario turco, Recep Tayyip Erdoğan se reunió con su par ucraniano Volodymir Zelensky. Ello, mientras China se sumó a Rusia en sus críticas a la expansión de la OTAN.


En medio del espiral de tensión entre Rusia y Ucrania, tanto Francia como Turquía han manifestado sus intenciones -por distintos motivos- para mediar. A lo anterior se suma la visita que el canciller alemán Olaf Scholz realizará a Kiev y Moscú a mediados de febrero. En tanto, Beijing entregó hoy un gran respaldo a Moscú.

Por un lado, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, viajará a Moscú y Kiev la próxima semana como parte de su intento por disuadir al Presidente de Rusia, Vladimir Putin, de lanzar una invasión en Ucrania y hallar una solución diplomática a la actual crisis.

La visita, prevista para el lunes y el martes, se produce luego de que Estados Unidos acusó el jueves al Kremlin de elaborar una trama para inventar un ataque por parte de las fuerzas ucranianas que Rusia podría emplear como pretexto para emprender acciones militares. Washington no ha proporcionado información detallada que respalde las acusaciones.

Si bien Francia tiene un peso importante en la OTAN y está movilizando soldados a Rumania como parte de los preparativos de la Alianza Atlántica para una posible acción rusa, Macron ha estado también muy activo en la búsqueda de un diálogo con Putin y ha hablado con él varias veces en las últimas semanas. Los dos mandatarios se reunirán a solas el lunes, explicó la oficina del presidente francés.

El líder de 44 años, que enfrenta elecciones en abril, se ha lanzado repetidamente a la búsqueda de soluciones a algunos de los problemas diplomáticos más álgidos del mundo, desde el programa nuclear de Irán hasta la guerra civil de Libia. Así, su afán de disminuir las tensiones entre Moscú y Kiev es consistente con las dos características principales de su política exterior desde que llegó al poder en 2017.

FILE PHOTO: French President Emmanuel Macron holds a video meeting with Russian President Vladimir Putin
El Presidente francés, Emmanuel Macron, habla con el mandatario ruso, Vladimir Putin, durante una videoconferencia en el Palacio del Elíseo en París, el 26 de junio de 2020. Foto: Reuters

Según recuerda el portal France 24, Macron siempre ha argumentado que Europa y la Unión Europea deberían hacerse más cargo de su propia defensa y seguridad, y ha tratado de impulsar a Francia en el escenario internacional con lo que describe como “diplomacia de la audacia”.

Expuso esta filosofía frente a los embajadores franceses en 2019, diciéndoles que Europa corría el riesgo de desaparecer a menos que se defendiera y argumentando que la única opción era “participar en el juego y usar nuestro peso”. “Creo en una cosa: es una estrategia de audacia y de asumir riesgos”, añadió.

“Francia tiene una larga tradición de mediación, pero Emmanuel Macron en particular ha querido ser una especie de poder de equilibrio”, dijo a France 24 Bruno Tertrais, del grupo de expertos de la Fundación para la Investigación Estratégica en París. “Sin embargo, es sorprendente cómo sus esfuerzos rara vez han conducido al éxito”.

En una llamada telefónica el miércoles con el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el mandatario francés le informó de sus esfuerzos diplomáticos. En las conversaciones con líderes rusos y ucranianos el jueves, la oficina de Macron dijo que se abordaron vías para “identificar los elementos que podrían conducir a una desescalada” y “las condiciones para un equilibrio estratégico en Europa, que debería permitir la reducción de riesgos sobre el terreno y garantizar la seguridad en el continente”.

Los analistas no están seguros de qué puede lograr el líder francés durante sus visitas a Moscú y Kiev para reducir la crisis provocada por la concentración de alrededor de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania.

Tatiana Kastoueva-Jean, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), dijo que Putin vio a Macron como el líder de facto de Europa después de que la canciller alemana, Angela Merkel, renunció en diciembre después de 16 años en el poder. “En Alemania, el nuevo gobierno de coalición todavía se está poniendo al día”, dijo a France 24. “Así que Macron es la voz de Europa en las conversaciones con Putin”, añadió.

Francia también ocupa actualmente la presidencia rotatoria del bloque de 27 miembros.

Macron Putin
Emmanuel Macron junto a Vladimir Putin.

El rol de Turquía

El Presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, considerado una suerte de comodín de la diplomacia de la OTAN, viajó hasta Kiev para ofrecerse nuevamente en el papel de mediador. Sin embargo, hasta ahora las conversaciones no han dado fruto y hoy manifestó su pesar sobre la falta de avances en torno a la situación en Ucrania, en particular ante lo que percibe como una falta de aportes de los países occidentales.

“Desafortunadamente, Occidente hasta ahora no ha hecho ninguna contribución para resolver este problema. Puedo decir que solo está empeorando las cosas”, dijo el mandatario a la filial turca de la cadena CNN durante su regreso de Ucrania, donde el jueves mantuvo conversaciones con el Presidente Volodymir Zelensky.

En este sentido, Erdogan ha trasladado su deseo de que “la región no abandone la paz y la tranquilidad”, de ser posible con su aportación como intermediario entre las partes. “Tenemos la esperanza de que se nos asigne un papel de mediador para, con suerte, cumplir con la parte que nos corresponde”, dijo.

Turkish President Tayyip Erdogan visits Ukraine
El Presidente turco Recep Tayyip Erdoğan se reúne con su par ucraniano, Volodymir Zelensky, en Kiev, Ucrania, el 3 de febrero de 2022. Foto: Reuters

Con la membresía de Turquía en la OTAN a menudo cuestionada, en parte debido a su decisión de comprar el sistema de defensa aérea S-400 de fabricación rusa, Erdogan enfrenta un panorama difícil ya que por un lado tiene que mostrar un fuerte apoyo diplomático continuo a Ucrania sin dañar sus complejas relaciones a largo plazo con Moscú.

En una señal de la importancia de la visita, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, e Ibrahim Kalin, asesor principal del presidente de Turquía, hablaron el martes sobre su compromiso de “disuadir nuevas agresiones rusas contra Ucrania”, según un comunicado de la Casa Blanca.

La propuesta de mediación de Erdoğan aún no ha sido recogida por Rusia, pero en todo caso se espera que Putin visite Turquía la próxima semana. Estados Unidos está tratando de minimizar el número de interlocutores con Putin y el líder ruso parece creer que la mejor manera de resolver el conflicto de Ucrania es a través de conversaciones bilaterales directas con la Casa Blanca, en lugar de a través de un tercero.

El diario británico The Guardian recordó que Putin criticó a Turquía el año pasado cuando vendió sus drones Bayraktar TB2 al Ejército ucraniano. Las armas altamente efectivas podrían usarse contra los soldados rusos que apoyan el este de Ucrania. La venta dio lugar a una queja oficial del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, de que Turquía estaba alimentando tendencias militaristas.

Recep Tayyip Erdoğan junto a Vladimir Putin. Foto: AP

A los drones se les atribuye haber inclinado la balanza hacia Azerbaiyán en su guerra por el disputado enclave de Nagorno-Karabaj con Armenia a fines de 2020.

En la práctica, Ucrania ha usado sus drones en raras ocasiones y no está claro el número exacto vendido al país. En una entrevista reciente con Al-Monitor, el teniente coronel Yuri Ignati, portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, elogió a los drones y dijo que su país nunca se cansaba de ellos. A ello se suma que uno de los yernos de Erdogan tiene una participación en la empresa del sector privado que produce los drones.

A todo lo anterior, el diario turco Daily Sabah agrega otro elemento en el rol de Ankara. El Kremlin ha señalado que está abiertamente en contra de que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN. “Imagine que Ucrania se convierte en miembro de la OTAN y lanza esas operaciones militares, ¿deberíamos luchar contra la OTAN entonces? ¿Alguien ha pensado en eso?”, dijo el mandatario ruso en comunicado.

El Artículo 5 de la Alianza Atlántica vincula a todos los Estados miembros de la OTAN. Sin embargo, el artículo también es vinculante en el caso de un movimiento terrestre en toda regla o una crisis que se extienda desde Ucrania, que no es miembro de la OTAN, a vecinos miembros de la Alianza, como Polonia y Rumania. En tal escenario, Turquía, como miembro de la OTAN, tendría que cumplir con las decisiones de seguridad conjuntas.

Actualmente, nadie espera una ofensiva terrestre a gran escala que pueda conducir a una invasión. Eso significa que la tensión puede resultar en un conflicto guerrillero a lo largo de la frontera en la zona de conflicto de Donbás, o que Rusia tome un pequeño pedazo de tierra en la frontera, como señaló el Presidente estadounidense Joe Biden. “Si eso sucede, es muy posible que Turquía no participe en una alianza liderada por Estados Unidos que tendrá que defender a Ucrania”, indicó el diario.

Otro tema que preocupa a Turquía son los estrechos. Si estalla un conflicto en el Mar Negro, Estados Unidos y Reino Unido pueden presionar a Turquía para que tome una posición contra Rusia. En tal situación, Turquía aplicaría la Convención de Montreux como lo ha hecho hasta ahora. “La meditación es una tarea difícil de supervisar para Turquía ya que, por un lado, está Occidente (su aliado natural en muchos campos de cooperación), mientras que, por otro lado, está Rusia (un socio con el que ha estado cooperando en varios proyectos a nivel mundial y regional en los últimos años). Por eso, Erdogan volvió a pedir el fin de la tensión en la reciente conferencia de prensa celebrada con Zelensky, en la capital ucraniana”, indicó el periódico.

Por su parte, el canciller alemán Olaf Scholz visitará Kiev y Moscú el 14 y 15 de febrero, respectivamente, para mantener conversaciones sobre la crisis entre Ucrania y Rusia, indicó hoy el gobierno germano.

“Además de las relaciones bilaterales, se abordarán también cuestiones internacionales, incluidas las de seguridad”, declaró a la prensa el portavoz de Scholz, Wolfgang Buechner. El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a periodistas que los dos líderes mantendrán conversaciones bilaterales “sustanciales”.

Cooperación rusa-china

China y Rusia proclamaron hoy una estrecha asociación estratégica para contrarrestar lo que consideran la maligna influencia mundial de Estados Unidos, cuando el Presidente chino Xi Jinping recibió a Putin en la jornada inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.

El Presidente ruso, Vladimir Putin, se reúne con su par chino, Xi Jinping, en Beijing, el 4 de febrero de 2022. Foto: AFP

China y Rusia publicaron hoy una declaración conjunta en la que se oponen “a cualquier ampliación futura de la OTAN” y rechazaron la “influencia negativa de Estados Unidos para la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico”. Beijing y Moscú también pidieron a la Alianza Atlántica que “renuncie a sus puntos de vista ideológicos que datan de la Guerra Fría”.

En el comunicado conjunto, los dos países afirmaron que su nueva relación es más profunda que cualquier alianza política o militar de la época de la Guerra Fría. “La amistad entre los dos Estados no tiene límites, no hay áreas ‘prohibidas’ de cooperación”, declararon, anunciando planes de colaboración en una serie de áreas como el espacio, el cambio climático, la inteligencia artificial y el control de internet.

El acuerdo constituye la declaración más detallada y firme de la determinación de Rusia y China de trabajar juntos -y contra Estados Unidos- para construir un nuevo orden internacional, basado en sus propias interpretaciones de los derechos humanos y la democracia.

Impregnado de un discurso ideológico, no estaba claro si se traduciría inmediatamente en un aumento de la cooperación tangible y práctica -a pesar de que Putin anunció con bombos y platillos un nuevo acuerdo sobre gas con China- o si pretendía ser más bien una declaración de intenciones generales.

Jonathan Eyal, del centro de estudios londinense RUSI, dijo que la declaración marca una “refutación frontal” de la visión estadounidense y occidental del mundo y la construcción de una posible alianza militar entre Rusia y China. “Es la articulación más explícita de la estrategia de ‘hacer el mundo seguro para la dictadura’”, dijo a la agencia Reuters. “Es un punto histórico, porque ambos se sienten acorralados y sienten que ha llegado su momento de exponer su visión del mundo y promoverla agresivamente”, añadió.

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