Francisco Morales Bermúdez, el exdictador peruano condenado por el Plan Cóndor, muere a los 100 años
Condenado a cadena perpetua por la justicia italiana, el militar fue declarado culpable por su rol en la desaparición de italianos en el marco del Plan Cóndor. Morales Bermúdez, quien ascendió al poder mediante un golpe de Estado en 1975, fue uno de los más longevos entre los dictadores latinoamericanos del siglo XX.
El exdictador peruano, Francisco Morales Bermúdez, falleció este jueves en la clínica Good Hope, en Lima, debido a “un tema relacionado más a su edad”, explicó a la cadena RPP su hijo, el exministro de Agricultura Remigio Morales Bermúdez. “Había cumplido los 100 años, estaba un poco delicado, se le presentó un desbalance general, no se pudo restablecer, salir de él”, agregó.
Presidente de facto entre 1975 y 1980 y excomandante general del Ejército, Morales Bermúdez fue uno de los más longevos entre los dictadores latinoamericanos del siglo XX. Protagonizó el Tacnazo, golpe de Estado que lo llevó a la cabeza de Perú tras derrocar a Juan Velasco Alvarado, quien también había obtenido el poder a través de un golpe siete años antes. Acción que buscaba instaurar su llamado Proceso Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
Morales Bermúdez no fue ajeno a dicho gobierno, donde se desempeñó como ministro de Hacienda y Comercio entre 1969 y 1973, así como de Presidente del Consejo de Ministros y líder del ministerio de Guerra desde febrero de 1975. Su excelente historial académico lo precedía. Licenciado con galardones de excelencia en toda su formación, tanto escolar como militar, logró ser el primer lugar en las calificaciones numerosas veces, lo que se condicen con su ascenso en las ramas del Ejército de Perú.
Fue el 29 de agosto de 1975 cuando lideró el Tacnazo con el apoyo de los generales de la Marina, de la Fuerza Aérea y las Fuerzas Policiales. Un día después, se autoproclamó presidente de la República. En1977, cuando las manifestaciones masivas paralizaron por 24 horas al país y generaron una seguidilla de movilizaciones, el gobierno de Morales Bermúdez llamó a elecciones generales para conformar una Asamblea Constituyente.
Ya en 1979 y con la nueva Carta Magna creada, se convocó a un nuevo proceso eleccionario, esta vez para elegir a un Presidente y representantes legislativos de forma democrática. El vencedor tras el escrutinio de los votos fue Fernando Belaúnde Terry, el mismo mandatario que había sido derrocado por Juan Velasco Alvarado en 1968, el predecesor golpista de Francisco Morales Bermúdez.
Pero no quería salir de la política del todo. En la segunda elección general de Perú, donde el expresidente Alan García lograría su primer mandato en 1985, el excomandante general del Ejército intentó volver a la presidencia por la vía democrática, obteniendo paupérrimos resultados. Con 54.560 votos equivalentes al 0,83%, Morales Bermúdez quedó en el sexto lugar, muy por detrás de los 3.457.030 y el 53,11% que obtuvo García.
Plan Cóndor e Italia
Hace dos décadas que Italia investigaba a través de su sistema de justicia la muerte de compatriotas en Latinoamérica, en el marco de la llamada “Operación Cóndor”, la estrategia concebida por algunas de las dictaduras de la región entre 1970 y 1980 que buscaban perseguir, hacer desaparecer y asesinar a opositores de izquierda o a personas afines al comunismo en medio de la Guerra Fría.
En ese contexto y ya en el siglo XXI, Italia fue uno de los países que persiguió de forma acérrima los números crímenes de lesa humanidad en territorio Latinoamericano. Por eso, en 2007 pidieron el arresto de 146 militares de las Juntas de Gobierno de Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Perú, petición en la que Francisco Morales Bermúdez era incluido, según lo que informó EFE en esa oportunidad.
Muchos de ellos murieron por sus avanzadas edades y otros casos fueron obstruidos y dilatados por los gobiernos locales, pero 14 casos llegaron a puerto y fueron condenados a cadena perpetua, donde había 11 uruguayos y tres chilenos. A Morales Bermúdez también le impusieron dicha condena en 2017, cuando la Corte Penal III de Roma entregó su veredicto.
“Se lo cuento con estos antecedentes: Se estaba cumpliendo la meta democrática que me había trazado. Ya estaba electo el Presidente Belaúnde. Había delegado todo el manejo interno, para concentrarme en la entrega del poder. Entonces, se produce este hecho de los montoneros que yo no supe ni su llegada, nada”, se defendió Morales Bermúdez en aquella ocasión ante el diario El Comercio.
Tras apelar, recién el 9 de febrero de este año, el Tribunal Supremo de Italia confirmó la sentencia contra el exdictador peruano, acogiendo la petición de la Fiscalía de mantener la pena, todo realizado sin que Morales Bermúdez pisara suelo europeo y, evidentemente, no cumpliera con lo estipulado por la justicia debido a su muerte.
Sin embargo, y como quedó claro con las elecciones peruanas en que el actual Presidente, Pedro Castillo, fue elegido electo al vencer a Keiko Fujimori, el excomandante general del Ejército no estaba ajeno a la política nacional. Tras la segunda vuelta realizada en junio de 2021, el exdictador se hizo parte de una carta de cientos de oficiales en retiro al firmar su apoyo para que las Fuerzas Armadas de Perú no reconocieran los resultados, lo que muchos consideraron un llamado a la sedición.
“Creemos que las Fuerzas Armadas, en defensa del Orden Constitucional, no podrían aceptar a un Jefe Supremo ilegítimamente investido producto de un fraude o por decir lo menos de irregularidades muy serias y notorias presentadas en este último proceso electoral”, explicitaba la carta.
“Invocamos a los Altos Mandos militares a acatar rigurosamente el Art. 38° de nuestra Constitución Política, exigiendo se cumpla el ordenamiento jurídico de la Nación, subsanando las irregularidades demostradas, para evitar que la máxima autoridad del país, sea designada de manera ilegal e ilegítima como consecuencia de un delito”, agregaron, haciendo alusión a un supuesto fraude electoral.
Un año después y con 100 años de edad, murió Francisco Morales Bermúdez, el expresidente de facto peruano que fue condenado por la justicia italiana a cadena perpetua, cerrando así un nuevo episodio de las dictaduras latinoamericanas del siglo XX.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.