El "fuego amigo" que torpedea el ascenso de Harboe a la presidencia del Senado

Entre los senadores de oposición hay dos visiones sobre la presidencia de la Cámara Alta de este año. Unos dicen que el cargo tiene nombre y apellido: el senador PPD Felipe Harboe. Otros aseguran que solo está claro que la nominación corresponde a un PPD, por lo tanto, cualquiera de los ocho senadores del comité podría sentarse en la testera junto al senador socialista Rabindranath Quinteros, a quien le corresponde asumir como vicepresidente. Esto, en virtud del acuerdo al que llegó la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio para la administración de la Cámara Alta en marzo de 2018.

Así, desde hace semanas está desatada una soterrada pugna por quién asumirá el cargo en marzo el reemplazo de Jaime Quintana (PPD). Hay consenso en que la candidatura de Harboe se enredó en dos frentes. Primero, porque en el PPD hay más de un interesado y, segundo, porque en el resto de la oposición se cuestionan sus coincidencias con el gobierno en materia de orden público. Ayer, de hecho, fue uno de los senadores que apoyó el proyecto de ley antisaqueos que promovió La Moneda.

Este último punto ha sido motivo de debate en la bancada del Partido Socialista, que si bien no ha planteado echar por tierra el acuerdo general, algunos de sus integrantes sí han manifestado en privado que se sentirían más cómodos con un presidente del Senado con menos sintonía con La Moneda.

Desde RD, el senador Juan Ignacio Latorre apunta abiertamente a esa incomodidad y asegura que está en reflexión. "El apoyo a la nueva mesa no es una decisión que tenga tomada. No fui parte de ese diseño, solo estaba comprometido mi apoyo para las presidencias de Jaime Quintana y Carlos Montes. Estoy reflexionando sobre este tema por las posiciones del senador (Harboe). Creo que en la coyuntura en la que estamos es importante marcar una postura de oposición clara", asegura.

En el PPD el panorama de Harboe no se enredó por las tensiones provocadas por el movimiento social y las pugnas con La Moneda por el orden público, sino más bien por su histórica distancia con el senador Guido Girardi.

El senador por Santiago Poniente desde hace meses promueve la competencia interna a Harboe. A principios del año pasado le ofreció el cargo al senador independiente Pedro Araya, quien es parte del comité PPD, y luego -a mediados de 2019- transmitió que los tiempos de movilización feminista obligaban a que el cupo lo asumiera una mujer. Así, puso en competencia a las senadoras Ximena Órdenes y Adriana Muñoz.

Cercanos a Harboe aseguran que cuenta con el apoyo de los senadores Ricardo Lagos Weber, Quintana y con la misma Adriana Muñoz. Pero resta la opinión de Ximena Órdenes, Araya, Jorge Soria y del propio Girardi. "La decisión al final se tomará en marzo porque las cosas están demasiado tirantes", dice un parlamentario de la tienda.

"Cualquier integrante de la bancada tiene las condiciones para asumir el cargo, este es un tema que no está para nada zanjado", añade el senador Araya.

El senador Quintana, en tanto, sostiene que la decisión recae estrictamente en el comité de senadores de su partido y plantea que espera que quien asuma profundice las reformas que impulsó este año con el nombramiento de Raúl Guzmán como secretario general de la corporación.

"Yo espero que el comité haga lo que estime pertinente. Solo corresponde esperar", dice el senador Felipe Harboe a La Tercera PM al ser consultado sobre el debate en torno a su nominación en la presidencia del Senado.

Asimismo, desmiente que esté en duda su condición de parlamentario opositor.

"No es que tenga cercanía al gobierno. Cuando uno ejerce una función de esta naturaleza, tiene que tener una visión de Estado. Ha quedado en evidencia mi permanente visión social demócrata. A algunos seguramente les gustaría que fuera más de izquierda y está bien, pero yo tengo una visión política, he sido coherente con eso y tengo una trayectoria. No me voy a salir de eso por llegar a un determinado cargo. En la política debe haber coherencia", recalca.

Desde Chile 21, el analista Eduardo Vergara asegura que la pugna opositora por al presidencia del Senado se explica por la relevancia que tiene el cargo en un año electoral clave. "Será tal vez la presidencia más relevante en las últimas décadas. Desde el plebiscito, el posible proceso constituyente, la elección de gobernadores y en particular el rumbo de Chile se juegan este 2020. La disputa por ese poder es gigante", plantea.