Gerente del Hotel Panamericano declaró que la PDI fue cuatro veces a buscar cámaras por el caso Monsalve

Dos trabajadores del Hotel Panamericano han declarado hasta ahora en la investigación en contra del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, tras ser denunciado por el delito de violación y abuso sexual por parte de una subalterna.

Se trata del gerente del recinto ubicado en la esquina de Teatinos con Rosa Rodríguez, Sergio Salomón, y del recepcionista, Jedlabe Gil, quienes comparecieron ante funcionarios de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisex) Metropolitana de la Policía de Investigaciones (PDI) a finales de octubre.

El relato del gerente detalla las acciones de los dos agentes de la PDI que llegaron al hotel en varias oportunidades para pedir las cámaras del hotel que registraron el ingreso del subsecretario Manuel Monsalve la noche del 22 de septiembre, cuando llegó en compañía de la mujer que lo denunció.

Las primeras indagatorias de la PDI en el hotel fueron las que mandató la jefa de Inteligencia de la policía civil, Cristina Vilches, a quien Monsalve le dijo que había perdido la conciencia tras salir a comer con una subalterna y que temía haber sido drogado en el restorán por ser objeto de interés de grupos relacionados al crimen organizado.

Las siguientes gestiones de la PDI en el lugar corresponden a las que desplegó el equipo de delitos sexuales una vez que la mujer de 32 años estampó la denuncia contra el exjefe civil de las policías el 14 de octubre.

El recepcionista, por su parte, declaró sobre el estado en que Monsalve y la mujer llegaron al hotel la noche de los hechos después de haber estado varias horas en el restorán Ají Seco Místico.

Salomón relató inicialmente a la policía que el sábado 12 de octubre, días después de los hechos, cerca de las 12 del día, estaba trabajando en su oficina cuando recibió el llamado de un recepcionista, quien le avisó que lo buscaban unos funcionarios de la PDI, quienes “necesitaban hablar con el gerente”.

“Recuerdo que eran dos personas, un hombre y una mujer, ambos muy jóvenes, quienes me indicaron que eran de la PDI mostrándome su identificación, su placa policial, y me preguntaron primeramente si teníamos cámaras de seguridad, por lo cual les respondí que sí, y me señalaron que necesitaban respaldar esos video y grabaciones del día 22 y 23 de septiembre de este año, a lo que les respondí que sí”, afirmó el gerente.

Seguido de aquello, explicó que él les preguntó a los dos funcionarios si sabían el nombre de la persona que necesitaban ubicar en los videos, para poder buscarlo en la lista de pasajeros del hotel y ver la cámara en específico. Ante eso, afirmó que “me indicaron que la persona que buscaban normalmente se quedaba en los hoteles con otro nombre, no dándome más información, lo que encontré extraño por cuanto todo pasajero debe sí o sí registrarse con una identificación y su nombre respectivo”.

“Ellos nunca me mostraron una orden para revisar los videos; sin embargo, muchas veces acuden las policías para consultar por imágenes del hotel cuando existe alguna denuncia por robo u otro tema, por lo cual no les preste mayor atención ni les pedí más información al respecto”, señaló.

Salomón continuó su declaración detallando que tanto él y la detective estuvieron cerca de 50 minutos rescatando videos del equipo de registro, especificando que retiraron las cámaras en dirección del hall del hotel y un pasillo. “Ellos no estaban muy claro con las horas que tenían que buscar, y de igual modo yo tampoco los ayudé a analizar ni vi específicamente las imágenes que ellos necesitaban. Al final, nunca supe a quién estaban buscando, como ya señalé no me dieron mayores detalles”, especificó.

El gerente fue consultado en su declaración sobre si había visto que los funcionarios de la policía civil borraron las imágenes tras retirarlas, ante lo que Salomón afirmó: “nunca vi ni observé si hubieran intentado borrar algún video o imagen, solo ingresaron el pendrive y rescataron los videos”.

El ejecutivo también relató a los funcionarios policiales que un día después, el domingo 13 de octubre, recibió el llamado del jefe de turno del hotel, quien le dijo que nuevamente funcionarios de la PDI estaban en el recinto para retirar cámaras, “ya que habían tenido un problema con las grabaciones rescatadas el día anterior, sin embargo le dije al jefe de turno que les dijera que fueran al hotel al día siguiente debido a que no había personal que manejara las cámaras el fin de semana”.

Un día después, y tal y como lo pidió Salomón, nuevamente llegó una detective de la PDI por tercera vez al Hotel Panamericano para recuperar nuevamente las cámaras del hotel del 22 de septiembre, ya que “no se habían guardado bien”.

Pero esa no sería la única vez. Tres días después de la primera visita, el 15 de octubre, nuevamente llegaron funcionarios de la PDI al hotel, esta vez identificándose como detectives de la Brigada de Delitos Sexuales para revisar las cámaras, “lo cual me extrañó y les dije que ya habían venido funcionarios de la PDI en varias oportunidades a rescatar cámaras de la misma fecha 22 y 23 de septiembre y en los mismos horarios, momento en el cual los funcionarios se extrañaron de la situación y me solicitaron recabar esas imágenes para verificar las personas o funcionarios que antes habían ido a consultar por las cámaras”.

En esa oportunidad, detalló Salomón, “no se me dio mayores detalles del hecho investigado”, aunque afirmó que sabía que estaban realizando una investigación penal. Ese día, afirmó el gerente, los detectives estuvieron todo el día haciendo diligencias en el hotel y durante la noche recibió el llamado del gerente de operaciones porque, nuevamente y por quinta vez, funcionarios de la PDI fueron al recinto, esta vez para tomar fotografías a la habitación 719 donde se alojó Monsalve la noche del 22 de septiembre.

En su declaración, el gerente del Hotel Panamericano detalló que sabía que el pasajero de la habitación 719 era el entonces subsecretario Manuel Monsalve. Por lo mismo, al ver las imágenes de las cámaras “pude distinguir que se trataba del subsecretario, pudiendo reconocerlo de manera inmediata”. “El subsecretario Monsalve alojaba en el hotel hace ya bastante tiempo, a lo menos desde que fue nombrado en el cargo”, dijo.

Declaración que también se relaciona con la de Jedlabe Gil, quien la noche del 22 de septiembre estaba cumpliendo su turno de recepcionista. El trabajador detalló que él sabía que la exautoridad se alojaba en el piso siete, con dirección hacia el pasaje interior para evitar los ruidos.

Respecto de la noche de los hechos, detalló que cuando vio a Monsalve notó que venía acompañado de una mujer, siendo la entonces autoridad el único que pasó y saludó, para posteriormente irse por el pasillo a tomar el ascensor en compañía de una mujer que, dijo, nunca había visto antes.

Cinco minutos después de que entraron -declaró el recepcionista-, el exsubsecretario bajó nuevamente a la recepción para pedir un cambio en la tarjeta de acceso, por lo que fue cambiada.

Sobre el estado de las dos personas, Gil afirmó que “el señor Monsalve, él venía caminando cerca de la mujer como si se conocieran desde antes, los dos se veían un poquito ‘alegres’, venían tomados, pero no borrachos, venían como felices y caminando, no recuerdo ver visto a uno más tomado que el otro, como mencioné yo solo los vi pasar y el señor Manuel Monsalve nos saludó y después cuando él bajó y se acercó al mostrador no le sentí olor a alcohol”.

Finalmente, el recepcionista también detalló las visitas de Monsalve al hotel, a quien definió como un pasajero “irregular”, ya que a veces iba y otras no y que incluso otras reservaba, pero no se quedaba.

“Siempre me imaginé que el señor Manuel Monsalve era alguien importante para el país, porque llegaba siempre con tres escoltas y a bordo de una Toyota 4 Runner color gris, la cual generalmente entraba al pasaje donde está la entrada del hotel, pero ese día el 22 de septiembre no llegó ningún escolta con él, ni tampoco recuerdo haber visto el vehículo que siempre utilizaba”, concluyó Gil.