Gira al norte y otros anuncios: cómo La Moneda busca sacar a Boric de la primera línea del debate por seguridad

Fueron cerca de 30 minutos los que se tomó el lunes pasado el Presidente Gabriel Boric para hablar -desde La Moneda- de la crisis de seguridad que enfrenta. A esas alturas, en menos de un mes, dos funcionarios de Carabineros -los sargentos Rita Olivares y Álex Salazar- habían sido asesinados en el ejercicio de sus funciones y la madrugada del jueves se sumaría un tercero, con el crimen del cabo Daniel Palma.

La alocución del Mandatario se dio en el marco del lanzamiento del Compromiso Transversal por la Seguridad, que lideró la ministra Carolina Tohá, y estuvo marcado por el llamado que el Presidente hizo a que el Congreso legislara con sentido de largo plazo y sin cálculo electoral la denominada ley Nain-Retamal. Como es costumbre, Boric no evitó involucrarse en la disputa política que remecía al Legislativo y cuestionó directamente el texto que había sido despachado de la Comisión de Seguridad del Senado y que dividió a sus dos coaliciones.

Pero tras el asesinato del cabo Palma, el Mandatario asumiría un rol aún más protagónico. A la par de los anuncios realizados el 27 de marzo, tras participar del responso de la sargento Olivares -donde incluso afirmó que se sumaría a operativos policiales-, el Presidente reorganizó toda su agenda para convocar a todos los poderes del Estado a La Moneda y pidió una “tregua” a los partidos de todo el arco político.

Desde ese día, en que además participó del responso del funcionario asesinado y compartió con sus familiares, el jefe de Estado se ha replegado. El fin de semana se desconectó y descansó en Santiago y durante el inicio de la semana no ha tenido actividades públicas.

En el gobierno explican que existe preocupación de que la agenda del Presidente se vuelva demasiado reactiva ante la contingencia de la crisis de seguridad y que ese sea el único tema que cope su relato. Por lo mismo, según fuentes de La Moneda, esta semana se ha optado por diversificar su agenda y relevar uno de los pocos triunfos que se ha anotado el gobierno en semanas, con el despacho a ley de la normativa que reduce la jornada laboral a 40 horas.

Por lo mismo, esta mañana el jefe de Estado presidió una reunión con sus ministros para celebrar el hito legislativo en el Ministerio del Trabajo, dirigido por Jeannette Jara. Además, tiene previsto promulgar en una ceremonia el mismo viernes la ley para su entrada en vigencia.

Esta mañana, asimismo, el Mandatario participó junto a la ministra de Obras Públicas, Jessica López, en la ceremonia de inicio de los trabajos de ampliación y modernización del Terminal Nacional de pasajeros del Aeropuerto de Santiago, foco que reforzará en la gira que inicia hoy miércoles al norte del país.

Si bien en La Moneda aseguran que es probable que el jefe de Estado se vea obligado a abordar la crisis de seguridad por las características de Arica, su agenda se ha organizado en base a relevar otros temas. Y aunque este jueves tiene programado visitar Putre -comuna fronteriza-, su principal actividad será la inauguración del embalse Chironta, una obra para el uso agrícola ubicada en la cuenca del río Lluta.

Para la próxima semana, además, está previsto que el Mandatario lidere el anuncio de la nueva política nacional del litio.

El copamiento de la agenda con temas de seguridad es una preocupación que trasciende la figura presidencial.

En el Ejecutivo admiten que es necesario salir -dentro de lo posible- de esta agenda, entre otras cosas, porque divide y tensiona al oficialismo. La semana pasada Apruebo Dignidad rechazó o se abstuvo en la votación de la ley Nain-Retamal, pese a que el texto definitivo fue fruto de un acuerdo liderado por el propio gobierno en la Cámara Alta. El lunes la tensión escaló luego de que la ministra Tohá -en entrevista con La Tercera Domingo- asegurara que sectores del oficialismo tenían desconfianza en respaldar a Carabineros.

Un elemento adicional es la baja credibilidad que tiene el gobierno, como han reflejado sondeos de opinión en las últimas semanas, para enfrentar los desafíos de la crisis de seguridad, sobre todo, por sus posiciones pasadas en contra del actuar policial, sobre las que el propio Boric ha llamado a reflexionar.

Ayer las ministras que se desplegaron en el Congreso, como Tohá y la ministra Camila Vallejo, se hicieron cargo de esta suerte de giro.

La jefa del gabinete aseguró ante la pregunta si esta va a ser la nueva gran agenda del gobierno, que “esta no es una agenda más que se va a comer a las otras, es una agenda que habilita a las otras. No es sustituir unas prioridades por otras”.

Y agregó: “Esta es una gran agenda del país, pero no está desconectada de las demás. Si el país quiere retomar niveles altos de crecimiento, si quiere iniciar una nueva etapa en su modelo de desarrollo donde incorporemos estos tremendos recursos que tenemos como son el litio y el hidrógeno verde, si queremos avanzar en equidad y dar seguridades para la vejez con mejores pensiones, o avanzar con una reforma tributaria que garantice que los que más tienen den más (...), todo eso depende de que exista seguridad pública”.

El tema inquieta también al interior de la Secom. La repartición liderada por Pablo Paredes ha desplegado esfuerzos para mantener la agenda de las 40 horas “arriba” tras su aprobación por el Congreso, planificando un intenso plan de medios con vocerías diversificadas entre los distintos ministerios. El objetivo, dicen en el gobierno, es concentrar estos días un despliegue en matinales, noticiarios centrales y radios, para el fin de semana hacer lo propio en prensa escrita y programas de televisión. Por otro lado, las mismas fuentes recalcan que en los próximos días también habrá anuncios en temas de transportes, con los nuevos trenes Santiago-Chillán.

Eso sí, subrayan, no se trata de soltar los temas de seguridad -de hecho esta mañana Boric encabezó una reunión de coordinación por este tema con las autoridades del Ministerio del Interior-, sino que abrir líneas paralelas. Reflejo de eso, dicen, fue el intenso despliegue del comité político en medios durante el fin de semana para fijar los puntos de La Moneda ante la crisis.