Guillier y adelantar las presidenciales: “Es un gobierno que no está entendiendo los problemas que tiene y que se agudizan una vez más“

Alejandro Guillier 6145

El senador independiente y excandidato presidencial defiende su idea de adelantar las elecciones presidenciales, que volvió a reflotar luego de que el Presidente Piñera enviara el segundo retiro del 10% al TC. El legislador descarta que esto sea una especie de revanchismo por su derrota en la presidencial de 2017. "Siempre se puede suponer la peor intención de las personas, pero yo funciono en torno a la realidad no a mis dolores personales", asegura. Además asegura que "el proceso constituyente dirigido por un Presidente que no cree en él es un contrasentido”


La decisión del Presidente Sebastián Piñera de recurrir al Tribunal Constitucional por el proyecto de segundo retiro de fondos de pensiones generó un rechazo transversal en la oposición. Sin embargo, más allá de los cuestionamientos el hecho produjo también que se reflotara un debate que ya se había planteado tras el estallido social de octubre de 2019: adelantar las elecciones presidenciales. Así varios parlamentarios y figuras del PC, del PRO, del PS e independientes apuntaron a esa fórmula. Uno de los primeros impulsores de esta idea fue el senador independiente y excandidato presidencial, Alejandro Guillier, quien descarta que esto sea producto de un “revanchismo” tras su derrota en 2017.

Usted manifestó que se debía adelantar elecciones, algo que también se está pidiendo desde el PC y sectores del PS. ¿Qué razones ameritarían eso?

Como todos los chilenos se han dado perfectamente cuenta, cada día que pasa la crisis en nuestro país se agudiza. Es muy probable que tengamos una segunda ola, en otro ambiente, el proceso constituyente termina no flotando, los pueblos originarios a un mes y medio de las inscripciones de candidatos no tienen una ley, la de los independientes ni siquiera se comienza a discutir en el Senado y seguramente va a ir a comisión mixta y el Presidente sigue enredando el debate con proyectos con letra chica como el 10% con impuestos y con devolución. La verdad es que esto ya no tiene credibilidad y menos un proceso constituyente encabezado por un Presidente que no está de acuerdo con esta transformación ciudadana y, por lo mismo, es un barrera, es un obstáculo y no es un aporte y eso va a seguir agudizando el conflicto que está viviendo Chile y, por lo tanto, lo sensato, lo razonable y lo que hacen los países democráticos avanzados cuando un gobierno está fracasado es adelantar elecciones. No estamos pidiendo nada subersivo, lo que estamos pidiendo es un acuerdo político para adelantar las elecciones, puesto que la situación del país no resiste más.

¿El proceso constituyente ya no tiene credibilidad?

El proceso constituyente dirigido por un Presidente que no cree en el mismo es un contrasentido. Y además porque nadie le ha puesto al energía que corresponde. Para que este proceso flote y sea legítimo tiene que ser ciudadano y todavía no tenemos ley de pueblos originarios y menos independientes, y estamos a un mes y medio de inscribir los candidatos. Esto realmente está causando una creciente irritación y como no hay liderazgo el país no sabe a donde va y todos los días se encuentra con leyes con letra chica y la verdad es que eso lo único que anticipa es que se va a agudizar el conflicto en Chile y seguramente vamos a tener un escenario cada vez más incierto. No hay gobernabilidad, no hay gobierno y el país no puede perder otro año más. Eso no lo resisten las pymes, las familias chilenas y el mundo empresarial está descontento. Los países democráticos enfrentan problemas como estos y los resuelven adelantando elecciones.

¿Por qué es tan grave que el Presidente recurra al TC por el 10% si eso es parte de sus facultades?

La discusión política es distinta a una discusión jurídica. Acá lo que se trata es recuperar la gobernabilidad y todo lo que Piñera hace conspira contra la gobernabilidad, no va a haber desarrollo económico si no hay gobernabilidad, no hay estabilidad sin gobernabilidad. Y menos si nos atrapa una segunda ola y todas las medidas que se toman son fallidas. ¿Cómo puede ser que cuando todos advierten del peligro de la segunda ola le bajen el presupuesto al sector salud y en particular el per capital más pobre de la última década, en la peor circunstancia. En consecuencia, el sector no está entendiendo, no hay sintonía entre el gobierno y la gente y lo que esto hace es anticipar que las cosas solo pueden empeorar.

¿Y el Congreso no tiene responsabilidad en el ambiente? Para tema de los escaños reservados debe haber una voluntad política de los parlamentarios...

En diciembre yo presenté indicaciones para asegurar la participación de independientes cuando estaba pleno debate ya la participación de pueblos originarios y paridad de género. Ya estaba claro que el acuerdo de noviembre no era suficiente, que no tenía legitimidad y que no flotaba y que las propias bases de los partidos reclamaban y sin embargo, en el Congreso se rechazó en el Senado esto. Y ni siquiera hubo debate. Ahora en septiembre presenté nuevamente un proyecto de ley, toda vez que muchos partidos empezaron a decir que era importante la participación de los independientes. Hasta ahora ni siquiera se ha discutido el proyecto. Entonces, bueno, evidente que el proceso constituyente no ha encontrado la comprensión de los partidos que hay que darle ciudadanía, participación, porque o sino pierde legitimidad el proceso. Hay que mirar a cuarenta, cincuenta años.

Sobre la idea de adelantar elecciones. ¿Acortar el periodo presidencial no es pasar por sobre la democracia, considerando que el Presidente está electo para cuatro años?

Cuando Aylwin fue elegido Presidente iba a serlo por seis años y lo bajaron a cuatro la clase política, no le preguntaron a los ciudadanos si estaban de acuerdo. A Michelle Bachelet, ella fue candidata para seis años, también le bajaron el gobierno a cuatro años por un acuerdo de la élites políticas, así que las élites no pueden venir a decir ahora que rebajar el periodo presidencial, más en una situación de crisis, es antidemocrático porque se estarían descalificando a sí mismas.

¿Ve factibilidad en esa idea?

Cuando uno plantea las cosas es porque el sentido común de la gente lo va diciendo, cuando yo lo planteé fue antes del acuerdo de noviembre, muchos me dijeron que no, que cómo se me ocurría, que era gravísima. Yo les pregunto a esas mismas personas si creen que el último año valió la pena, si creen que las pymes están mejor, que las familias chilenas están más protegidas y que hoy hay más gobernabilidad que hace un año atrás. Todos me van a contestar que no. ¿El país está en condiciones, en medio de una crisis económica y social, con un proceso constituyente en marcha, con un riesgo de que caiga en ilegitimidad y, por otro lado, con una pandemia que podría venir otra ola, en manos de este gobierno que lo único que hace es agudizar los problemas?

¿Y la renuncia no dejaría al país en una crisis institucional?

No, porque ya legitimaste a un nuevo gobierno que se asume con el compromiso de impulsar no solo la lucha contra la pandemia. Es un gobierno que no está entendiendo los problemas que tiene y que se agudizan una vez más. Insisto, es perfectamente democrático un acuerdo político de adelantar las elecciones. Eso le va a dar estabilidad al país, va a permitir relegitimar la autoridad e iniciar el proceso constituyente y la lucha contra la pandemia con un gobierno validad hoy, en este escenario, por el voto popular. De eso tenemos que hacernos cargo por una cuerdo.

Pese al bajo respaldo, las reglas de hoy son cuatro años. Ahora viene un proceso constituyente. ¿Una idea así no pasa por sobre ese camino?

La ciudadanía votó por una nueva Constitución, los contenidos todavía no los hemos discutido y la convención tiene todo el legítimo derecho y el espacio para discutir todo lo que le parezca relevante. Si ellos piensan que Chile debe ser descentralizado, con un régimen semipresidencial, que las autoridades se eligen no por cuatro años, sino que por cinco, que haya un sistema unicameral, todo eso es absolutamente legítimo que se discuta en el proceso constituyente, pero mientras tanto, el país no puede esperar que se termine el proceso constituyente para hacerse cargo de su realidad de todos los días, porque el país no va a aguantar. El proceso constituyente va a tomar años y el país no está en condiciones de paralizarse durante años, tiene que seguir actuando porque la pandemia viene, está aquí. Eso lo que nos está diciendo es que no se puede solo apostar al proceso constituyente, eso va a resolver ciertos tipos de problemas, mientras tanto la economía está desplomada, no hay garantías, el inversionista no quiere invertir mientras no tenga certezas, el pyme está sin ninguna ayuda efectiva y real, reventado y abandonado a su suerte y las familias enfrentando un escenario cada días más preocupante.

Entonces, ¿plantear una idea que se refiera al sistema político no afecta el proceso constituyente?

No. El proceso lo va a afectar si no se amplía a la participación de pueblos originarios y ciudadanos. Eso va a ser un golpe moral a mucho líder social y puede conspirar contra la legitimidad del proceso, es una de esas sale una cosa así a la chilena, pero esa no es la idea.

Senador, usted dice que las ideas del Presidente Piñera polarizan el ambiente y tensionan. Su planteamiento también no descomprime...

Mira, Carabineros tenía un conflicto enorme, sacaron al general director y se calmaron las cosas. Les da un segundo aire para repensar la reestructuración de Carabineros. ¿Sirvió o no sirvió? Y porque no va a servir sacar al Presidente que todo el mundo rechaza, que ya nadie le cree, que ya no gobierna, que su propia coalición lo sacó hace rato, que sus propios ministros están más ausentes. ¿Por qué no va a ser razonable hacer lo mismo?

¿No siente que hay cierta irresponsabilidad por parte de ciertos sectores de la oposición o del mismo Congreso, más allá de solo el Presidente?

Yo no le echaría la culpa ni a la oposición ni a los parlamentarios de derecha, yo le echaría la culpa al Presidente. Él le declaró la guerra a Chile adulterando documentos que le habían entregado organismos de inteligencia y que nunca hablaron de guerra interna, ni con enemigos externos, esos no es verdad. Él inventó la tesis de la guerra, él tiró a Carabineros por delante, él quemó a Carabineros, él obligó a reprimir a Carabineros. La diferencia es que Carabineros y el Ejército es que el Ejército no estuvo dispuesto a hacer la pega sucia y le dijo ‘este es un problema político arréglelo políticamente’, eso es lo que Chile quiere lo que hizo el Ejército no lo que hizo Carabineros. No queremos Carabineros obsecuentes, queremos gente que respete la vida, que por sobre todo está la protección de la ciudadanía. Bien por el ejército mal por Carabineros, por eso cayó el general director de Carabineros y se ha fortalecido un cambio de mando y el general que estaba en la zona, el general Iturriaga para mí es un héroe castrense porque se jugó por su ciudadanía, se jugó por la paz social cuando el Presidente lo azuzaba para que reprimiera.

¿Entonces le pone toda la responsabilidad al Ejecutivo?

Principalmente al Presidente y al gobierno, tenemos un régimen súper presidencial. Ahora la oposición ha sido tibia, fallida, no se une cuando tiene que unirse, entonces es confusa las señales que da, de hecho cuando Piñera declara la guerra un sector enorme de la oposición le compró el discurso y aprobaron en el Congreso todas las leyes represivas de la movilización social, ahí están las votaciones, que los ciudadanos se desengañen, pidan qué senadores votaron a favor de meter presos a los jóvenes que salían a protestar, a los encapuchados, a los que bailaban, bueno, revisen las votaciones, sáquenlos al pizarrón, respondan por qué se compraron ese escenario de guerra que era falso.

El tema de adelantar las discusiones no será solamente que surge de debate desde a la elite….

No, olvídate…

Pero si uno mira a pesar del estallido, a pesar de la pandemia, a pesar de la baja aprobación del Presidente la institucionalidad del país funciona, no estamos en una situación caótica, de desgobierno total, en ese sentido, ¿no cree que esta es una discusión centrada en ciertos sectores de la elite política?

No, es una prioridad ciudadana, anda a la calle, pregúntale a la gente, la gente está cabreada, ya no le cree. Todo el mundo está disponible a buscar una solución, pero tiene que ser una salida institucional, tiene que ser un acuerdo, que defina un cronograma de emergencia. Estamos en emergencia, que más emergencia de lo que estamos viviendo. Es un acuerdo político, eso es lo que estamos peleando.

¿Cree que haya disponibilidad de llegar a un acuerdo de esa naturaleza?

Así como vamos si no es hoy va a ser mañana, y si no es mañana va a ser pasado, porque es evidente que cada día hay más desazón.

Usted perdió las elecciones bajo las reglas democráticas con Piñera, ¿no hay algo de revanchismo en plantear algo así?

Siempre se puede suponer la peor intención de las personas, pero yo funciono en torno a la realidad no a mis dolores personales. Yo fui candidato, hice lo mejor que pude, perdí, lo asumí, fui y lo felicité, y que pocos lo hacen, fue hasta noticia internacional, la reacción que yo tuve para apoyar al Presidente, le presté apoyo, le pasé mi programa, lo tenía subrayado, lo comentamos, le dije en qué áreas le podía apoyar, pero no estoy dispuesto a las violaciones a los derechos humanos, ahí yo me crucé. Cuando empezaron a dispararle a los jóvenes a los ojos, cuando empezaron a manosear a las niñas, jóvenes y mujeres en los cuarteles, cuando empezaron a apalear a personas adultas, en ese momento tuve el quiebre, porque yo no apoyó gobiernos que violan los derechos humanos.

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