“¡Hasta cuándo esta falta de respeto!”: la semana en que volvió a descomponerse el clima en la Cámara
Marzo no está terminando bien para los diputados. La última semana, en la que se conjugaron varios factores que enardecieron el debate, culminó con una amenaza de destitución de la mesa que hoy encabeza Vlado Mirosevic (PL). Además, uno de sus vicepresidentes, Carlos Bianchi, expresó su disponibilidad a renunciar. La crispación en esta rama del Congreso inquieta a La Moneda.
Desde 1990, nunca en la historia de la Cámara de Diputados se había aplicado la medida disciplinaria de “privación del uso de la palabra” a un parlamentario.
La inédita sanción, que implica además una multa en dinero, fue adoptada por el presidente de la corporación, Vlado Mirosevic (liberal), el miércoles pasado en la tarde, al diputado Gonzalo de la Carrera (Independiente ex-Republicano), a quien se le bloqueó la posibilidad de hablar durante esa sesión especial convocada para tratar las irregularidades en el municipio de Vitacura.
El episodio -que coronó una semana difícil, cruzada por acusaciones y amenazas de destitución de la mesa- se dio al inicio de esa sesión, a la que Mirosevic llegó algunos minutos atrasado.
Su ausencia fue notada por algunos legisladores, quienes estaban molestos desde inicios de semana con el diputado liberal por haber validado un reportaje-denuncia de Chilevisión sobre los retrasos y ausencias de parlamentarios durante las sesiones.
Así, al ver que Mirosevic no llegaba puntualmente a la sesión del miércoles en la tarde, De la Carrera subió a la testera con su celular, aparentemente tratando de denunciar su demora a través de sus redes sociales. Incluso, se ubicó donde se sienta el presidente de la corporación e intentó sin resultado encender su micrófono.
Al llegar, Mirosevic le pidió que se corriera, pero De la Carrera seguía grabando.
“Vaya a su asiento diputado, lo llamo al orden”, le dijo el presidente de la Cámara, haciendo una primera notificación disciplinaria, que no tiene multa asociada, pero que equivale a una suerte de tarjeta amarilla en el fútbol.
“Llegó atrasado, presidente”, le replicó De la Carrera.
En vista de que el ex-Republicano no acataba, Mirosevic comenzó a escalar las medidas disciplinarias: “Lo llamo al orden... amonestación... censura... ¡se acabó esta falta de respeto!... privación del uso de la palabra... ¡hasta cuándo esta falta de respeto!”, fue su último desahogo.
Aunque no es la primera vez que De la Carrera realiza estas actuaciones fuera de protocolo -lo que lo ha llevado a quedar aislado y sin comité-, al término de esta semana varios legisladores transmitían su desazón de que volviera a crisparse el clima político en la corporación.
No hay liderazgos
El tema inquieta a La Moneda, donde ven que los partidos han perdido el control de sus legisladores y tampoco hay liderazgos efectivos en las bancadas, lo que incide en que “cada uno hace lo que quiere”. Incluso, algunos ministros perciben que se ha degradado la negociación legislativa a exigencias que realizan algunos legisladores por cargos o beneficios para sus distritos. A ello se suma la falta de diálogo y amistad cívica entre los mismos diputados.
Si bien estos fenómenos siempre han estado latentes especialmente en la Cámara, esta semana, además, se alinearon negativamente varios factores coyunturales.
Por un lado, estaba la irritación por el mismo reportaje de Chilevisión y la tensión por el inminente debate de los retiros o autopréstamos previsionales. Además, había una denuncia de acoso sexual contra un legislador, quien a su vez acusaba una campaña dirigida por diputadas del Frente Amplio. Adicionalmente, había una molestia por un grupo de comisiones investigadoras, entre ellas la de indultos presidenciales, que no habían podido constituirse porque la Secretaría de la Cámara no tenía disponibilidad de personal. Y finalmente, como telón de fondo, estaba el plan de la mesa de reformar el reglamento de la corporación para elevar las multas, incluso con el 100% de la dieta, con el fin de reprimir problemas de comportamiento.
Si bien el tema de los retrasos y las ausencias no figuraba en la propuesta inicial que estaba trabajando Mirosevic con los jefes de bancadas, el reportaje de Chilevisión obligó al presidente de la Cámara a improvisar y plantear que también habría sanciones por la impuntualidad.
“El que llegue tarde va a tener que pagar con su sueldo a fin de mes”, remarcó Mirosevic, quien recibió de vuelta una andanada de críticas desde el PS al Partido Republicano. Primero, por anunciar esta propuesta por la prensa y también por no haber hecho un esfuerzo para diferenciar los casos denunciados por Chilevisión. Aquellos críticos de la mesa sostenían que efectivamente había situaciones de legisladores de retrasos o ausencias no justificables, pero también había casos de diputados que abandonan las sesiones para concurrir a comisiones o sostener reuniones políticas.
“Aquí no hay corruptos”
Al día siguiente del anuncio, algunos legisladores se quejaron en la sala. Incluso, le reprocharon a Mirosevic haber llegado tarde también a esa sesión del martes en la mañana. En esos momentos, la sesión comenzaba sin su presencia, bajo la conducción de los vicepresidentes Carlos Bianchi (Ind.) y Catalina Pérez (RD).
“Por la prensa nos enteramos de unas declaraciones del presidente Mirosevic... Pero constantemente la mesa no está abriendo la sesión a las 10 de la mañana. La pregunta es si (Mirosevic) va a ser multado o no”, dijo el jefe del comité de Evópoli, Francisco Undurraga.
“A mí me preocupa que la mesa no esté defendiendo el prestigio de la corporación... Aquí no hay corruptos. No hay robo, pero se instala en la opinión pública que prácticamente somos lo peor del mundo y nosotros estamos trabajando”, dijo el socialista Nelson Venegas, quien además preside la Comisión de Ética de la Cámara. Sus palabras generaron un aplauso transversal en la Sala.
Bianchi, en esos instantes, trataba de calmar los ánimos. Sin embargo, las quejas se convirtieron en ironías.
“Cuando son las 10:13, le damos la bienvenida al presidente titular de la Cámara”, le dijo el UDI Sergio Bobadilla.
Al tomar la conducción de la Sala, Mirosevic explicó que la propuesta de las sanciones por retrasos, que se iba a sumar a otro proyecto para reprimir los problemas de comportamiento, sería presentada a los comités y que luego cada parlamentario estaba en su derecho de aprobar o rechazar. “Insistiremos con nuestra idea, aunque nos quedemos solos”, dijo.
A continuación, tomó la palabra el republicano Johannes Kaiser, quien volvió remarcar que era “complejo que la mesa trate de perfilarse..., aprovechándose de que la opinión pública tiene una pobre imagen de este Congreso, haciendo anuncios inconsultos”. “Es una mala forma: colocar a la mesa en contra de los parlamentarios. No es una forma productiva de avanzar”, dijo Kaiser, quien al día siguiente propinaría otro golpe a la mesa que hoy encabeza Mirosevic.
Amenaza de censura y renuncia
El miércoles, luego de que se rechazara la reforma por los autopréstamos, Kaiser anunció una censura contra la mesa por una serie de situaciones que, a su juicio, ponían en duda el criterio de las actuales autoridades de la corporación, entre ellas las medidas inconsultas.
“Hace bien sincerar una posición de hostilidad permanente hacia esta mesa, lo que hemos vivido en esta Sala, con ataques persistentes, sistemáticos, agresivos, está en vista y paciencia de todos”, le respondió Mirosevic.
Ese mismo día ocurrió el incidente con De la Carrera y también la polémica por derecho reglamentario que exigió el diputado Enrique Lee (Ind.) para defenderse en la Sala frente a la denuncia de acoso sexual.
Sin embargo, antes de que Lee interviniera, la diputada RD Maite Orsini le reclamó a Mirosevic que darle el uso de la palabra violaba el protocolo sobre denuncias de acoso. El presidente de la Cámara no acogió la petición de Orsini, pero solo le pidió a Lee que no diera el nombre de la denunciante, que hizo su acusación justo después de ser despedida. La legisladora de RD no quedó conforme y siguió alegando, lo que obligó a Mirosevic a hacerle un llamado al orden.
La mala semana de Mirosevic no terminó ahí. Ese mismo miércoles hubo una tensa reunión de comités por todos los temas, ocasión en la que el vicepresidente de la Cámara, Carlos Bianchi, dijo que estaba dispuesto a renunciar para facilitar la recomposición de relaciones dentro de la corporación.
A la salida, Bianchi reiteró esa disposición a algunos medios. “Es imposible seguir aceptando los niveles de descomposición humana que existen al interior de la convivencia que tenemos en el hemiciclo”, dijo.
Si bien la amenaza de censura (destitución) de Kaiser en contra de la mesa hasta el miércoles no encontraba eco suficiente en Chile Vamos, la posible renuncia de uno de los vicepresidentes de la Cámara añadió otro factor de suspenso, que en ningún caso ayudaría a la estabilidad de la corporación.
El desenlace de esta historia, sin embargo, quedó pendiente para los primeros días de abril, ya que la próxima semana será de trabajo distrital.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.