“I can’t breathe”: La frase que se repite en las detenciones de afroamericanos en EE.UU.

Protesters applaud during a rally against racial inequality at the Lincoln Memorial in Washington
Manifestantes en el Lincoln Memorial en Washington aplauden durante una protesta contra la desigualdad racial tras la muerte de George Floyd en Minneapolis, el 10 de junio.

El caso de George Floyd puso de relieve la violencia racial por parte de la policía en ese país. La expresión "no puedo respirar" ha sido usada por afroamericanos en, al menos, otras cuatro ocasiones.


La frase “I can’t breathe” (no puedo respirar), se ha vuelto una especie de himno de las protestas del movimiento Black Lives Matter, que reclama un racismo institucional en Estados Unidos, especialmente en el uso de la fuerza por parte de la policía.

El 25 de mayo, el afroamericano George Floyd murió a manos de la policía mientras lo mantenían tumbado en el suelo con la rodilla de un oficial sobre su cuello. “I can’t breathe” fue la súplica de Floyd antes de morir a causa de la acción del oficial. La frase ha sido ampliamente repetida en todo el mundo, con la cual miles de personas han querido demostrar empatía y exigir justicia frente a un racismo que traspasa fronteras.

Pero el caso de Floyd no ha sido el primero, y la desgarradora expresión ya se había escuchado en al menos cuatro otros casos en el país. El más reconocido es el de Eric Garner (43) en 2014, quien murió después de declarar que no podía respirar mientras un oficial de la policía de Nueva York lo mantenía dominado. De hecho, lo ocurrido con George Floyd en Minneapolis fue un eco del caso Garner, que también suscitó masivas protestas en ese entonces.

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Gwen Carr, la madre de Eric Garner, habla junto al reverendo Al Sharpton (izq.), el abogado de la familia Floyd Ben Crump (der.), y miembros de la familia Floyd fuera de la iglesia Fountain of Praise durante el funeral de George Floyd en Houston, Texas, el 8 de junio.

Dos oficiales se enfrentaron a Garner por una supuesta venta de cigarros. Uno de los oficiales saltó sobre la espalda de Garner, envolvió su antebrazo izquierdo alrededor de su cuello y lo llevó al pavimento. Otros cuatro policías se acercaron a ayudar, mientras el que estaba encima empujaba la cara del hombre en la acera, todo mientras Garner suplicaba repetidamente: “No puedo respirar”.

La Oficina del Médico Forense Jefe de Nueva York dictaminó que la muerte de Garner fue un homicidio basado en la compresión de su cuello y pecho. Aunque los investigadores forenses también dijeron que el asma bronquial aguda y crónica de Garner, la obesidad y las enfermedades cardíacas fueron factores contribuyentes.

Pero además del caso de Garner, durante los últimos días han salido a la luz al menos otros tres incidentes más recientes que se asemejan al de George Floyd.

Uno de ellos es el de Derrick Scott, un hombre afroamericano de 42 años que fue arrestado el 20 de mayo de 2019 en Oklahoma. Las imágenes recientemente publicadas de una cámara corporal que portaba un oficial, muestran a Scott diciendo: “No puedo respirar”. “No me importa”, responde uno de los oficiales, “puedes respirar bien”, dice otro. Scott murió más tarde en un hospital y en su autopsia, obtenida por NBC News, se menciona como una causa de muerte el colapso de un pulmón. De todas formas, también se mencionan varios otros factores “importantes” como la restricción física, el uso reciente de metanfetamina, el asma y enfermedades cardíacas.

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En esta imagen tomada de un video de la cámara de la oficial de la policía de la ciudad Oklahoma, Ashley Copeland, en mayo de 2019, los paramédicos y policías llevan a Derrick Scott en una camilla después de que fue arrestado y perdiera la conciencia.

El fatal arresto se dio luego de que alguien informara a la policía que un hombre negro estaba discutiendo con las personas y empuñaba un arma.

En marzo de este año, la detención de otro hombre afroamericano también resultó en un paro respiratorio del detenido debido a la hipoxia causada por la restricción física. Se trata del caso de Manuel Ellis de 33 años, que fue arrestado en Tacoma, Washington, el 3 de marzo por “tratar de abrir las puertas de vehículos ocupados”.

Este miércoles, el gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, anunció la apertura de una investigación por la muerte de Ellis. La decisión se produce tras la obtención de un video de una cámara que mostraba al afroamericano llorando mientras era esposado por la policía. En otro video, se escucha una voz masculina que dice “no puedo respirar”, que según el abogado de la familia del fallecido es la de Manuel Ellis.

El caso de Ellis también ha generado varias protestas, al tiempo que su familia pide que cuatro oficiales sean despedidos y procesados.

Y otro video publicado el lunes por la Policía de Austin, ha arrojado luces sobre la muerte de Javier Ambler II, un afroamericano de 40 años, detenido en marzo del año pasado en Texas.

Los agentes intentaron detener a Ambler, quien se rehusó y siguió conduciendo su auto, lo que llevó a una persecución. Después de chocar su vehículo, el hombre salió del auto con las manos en alto, pero se resistió a los intentos de los oficiales de esposarlo y se negó a seguir las órdenes, según un informe de la Oficina del Sheriff del Condado de Williamson. Los oficiales de la policía intentaron luchar contra él.

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En esta imagen del 28 de marzo de 2019, tomada de un video de una cámara corporal del Departamento de Policía de Austin en Texas, los agentes del condado de Williamson sostienen a Javier Ambler mientras uno de ellos usa una Taser en la espalda de Ambler durante su arresto.

En el video, Ambler dice “tengo insuficiencia cardíaca congestiva” y “no puedo respirar” varias veces. Tras lograr esposarlo, los oficiales parecen darse cuenta de que Ambler no responde. Después de que los policías no encuentran pulso, le quitan las esposas y le realizan reanimación cardiopulmonar (RCP). Menos de una hora después, el hombre es declarado muerto en un hospital. La causa de muerte fue insuficiencia cardíaca congestiva y una enfermedad cardiovascular hipertensiva asociada con la obesidad mórbida, “en combinación con la restricción forzada”, según el informe de la oficina del Fiscal General de Texas, Ken Paxton. El caso actualmente está en investigación.

Estas historias han generado que el lema “I can’t breathe” sea algo más que una frase que se repite en las detenciones, especialmente de afroamericanos y minorías, en EE.UU. Se trata de un himno que se ha convertido en un grito de lucha por parte de un movimiento que busca ponerle fin al racismo tanto en Estados Unidos como en otras partes del mundo.

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