Incendios forestales 2022-2023 se transforman en la segunda temporada más destructiva en la historia del país y preocupa calidad del aire en Maule, Ñuble y Biobío
La temporada de incendios 2022-2023 lleva consumidas más 286 mil hectáreas, mientras que en el periodo 2016-2017 se quemaron 570 mil. Ñuble, Biobío y La Araucanía son las regiones más afectadas en el actual ciclo, con 202.520 ha consumidas por las llamas. Además, desde el Ministerio del Medio Ambiente se informa que los índices de contaminación llegan a los de emergencia en nueve comunas.
Según datos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Biobío, Ñuble y La Araucanía son las regiones más afectadas por los incendios forestales en la temporada 2022-2023, con 202.520 hectáreas consumidas por las llamas sólo en los días que han transcurrido de febrero. Estos siniestros corresponden a poco más del 70% del total de superficie quemada, que llega a 286.308 desde el 1 de julio del año pasado.
Un triste récord, pues hasta el cierre se transforma así en la segunda temporada más destructiva en la historia del país.
El periodo donde más destrucción se registró fue 2016-2017, con 570 mil hectáreas de terreno consumidas por el fuego.
Además, en el caso de los siniestros que se están desarrollando desde el viernes en la zona centro-sur, estos han repercutido en las condiciones del aire, a raíz de los cual el Ministerio del Medio Ambiente ha informado que los índices de contaminación llegan a los de emergencia ambiental en nueve comunas, mientras que otras tres se encuentran en estado de preemergencia, y cuatro, en alerta ambiental. Todo, de acuerdo a las estaciones de monitoreo que existen en la zona.
Los incendios de las regiones del Ñuble, Biobío y La Araucanía registran 126.371, 21.060 y 55.089 hectáreas consumidas, respectivamente. En el periodo 2016-2017 las regiones más afectadas fueron las de O’Higgins, Maule y Biobío, con 105.143, 272.449 y 87.475 ha.
Respecto a las comunas con más daños durante la presente temporada de incendios, estas son Quirihue, Quillón, Florida, Penco, Santa Juana y Nacimiento, en las regiones de Ñuble y Biobío. Asimismo, en 201-2017 las comunas fueron Pumanque, Santa Cruz, Paredones, Marchigüe, Lolol y Chépica, todas en la región de O’Higgins, mientras que en el Biobío fueron Vichuquén, Cauquenes, San Javier y Río Claro.
Los incendios de la temporada actual, además registran alrededor de 1.156 viviendas destruidas, 3.276 personas damnificadas, 1.475 albergadas, 977 lesionadas y 26 fallecidas. En Santa Juana el 50% de las viviendas rurales ya fueron consumidas por el fuego. En los siniestros de 2017, las víctimas llegaron a 14.
Emergencia ambiental
Respecto a la mala calidad del aire producto de los incendios, el Ministerio del Medio Ambiente informó de niveles de emergencia ambiental en nueve comunas: Linares, en la región del Maule; San Carlos y Chillán, en Ñuble; Chiguayante, Hualqui, Laja, Los Ángeles, San Rosendo y Nacimiento, en Biobío. Otras tres están en preemergencia (Concepción, Coronel y Tomé) y cuatro en alerta ambiental (Curicó, Talcahuano, Concepción y Lota).
Sobre la situación, el doctor broncopulmonar de la Clínica Indisa y especialista en enfermedades respiratorias, Pedro Astudillo, afirma que “gran parte de lo quemado es madera, y la madera genera una partícula muchas veces pequeña que entra muy profundamente y hace daño en la vía respiratoria”.
El experto plantea que debido a la mala calidad del aire se podría producir “irritabilidad en las vías respiratorias, tos, flema y descompensación en las personas que tienen una enfermedad crónica, como asma o enfermedades pulmonares obstructivas crónicas”, además “produce una disminución de los mecanismos de defensa del pulmón, lo que favorece la propagación de infecciones en la vía respiratoria”, advierte el médico.
Sobre la evolución de la calidad del aire, Astudillo establece que “este tipo de contaminación tiene una evolución corta y no de largo plazo”, y que por lo mismo no debiera provocar más efectos a la salud de los que menciona. De todas maneras, el galeno recomienda que “si se puede, no estar en lugares contaminados, si las personas pueden desplazarse de los lugares con mucho humo hacia lugares con menos contaminación, por supuesto que es recomendable”. Y como último consejo, comenta que el uso de mascarillas es útil: “Mascarillas N-95, no KN-95, son mucho más herméticas, si alguien dispone de esas, sería ideal”.
El gobierno, en tanto, utilizó sus redes sociales para dar a conocer recomendaciones ante la presencia de humo, entre las que están evitar la actividad física, cerrar puertas y ventanas para evitar que el humo entre a las casas y si hay mucho humo, usar un pañuelo húmedo para cubrir nariz y boca.
A través de Twitter también hacen un llamado: “Ante síntomas como dificultad para respirar, mareos o conjuntivitis, consulta un centro de salud o llama a Salud Responde: 600 360 7777″.
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