Incendios forestales: la tragedia que dispara la amenaza a la fauna silvestre en Chile
Según cifras oficiales del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), hasta la fecha hay 88 animales silvestres afectados por los incendios desde la Región del Maule hasta Los Ríos, mientras que el Indap cuenta más de 4.500, entre vacas, caballos, aves domésticas y otros. Las especies afectadas por los incendios en la zona centro-sur del país han movilizado a cuadrillas de médicos veterinarios para atender y rehabilitar a la fauna herida que, según expertos, ya duplica a años anteriores.
La ola de incendios forestales que azota a la zona centro-sur del país ya ha consumido más de 430.187 hectáreas en total, siendo las más afectadas por las llamas las regiones del Biobío (197.777), La Araucanía (100.519) y Ñuble (67.430), según informó este lunes el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Si bien hasta la fecha se contabilizan alrededor de 1.500 viviendas afectadas, 5.997 personas damnificadas y 324 albergados, los siniestros también han alcanzado a la fauna silvestre que habita en el sector, especialmente a especies endémicas, como monitos del monte, pudúes, quiques y otros mamíferos, como coipo y zorro chilla. Mientras que en las especies de aves destacan el loro choroy, aguilucho, lechuza, entre otros.
Hasta la fecha, el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), ha atendido 88 denuncias de animales silvestres afectados por los incendios, desde la Región del Maule hasta Los Ríos. La especie más afectada -según este mismo conteo- es el pudú, que concentra el 60% del total. En cuanto a las causas, el 65% de la fauna afectada es por quemaduras y casi el 30% por problemas respiratorios al inhalar humo.
Este escenario ha motivado a que distintas organizaciones locales dedicadas al rescate, rehabilitación y protección de especies de la fauna silvestre activen sus puntos de ayuda. Tal es el caso del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre en la ciudad de Chillán, en la Región del Ñuble, una de las más afectadas por el fuego.
Dependiente de la Universidad de Concepción, el centro se conformó en 2004 y hasta la fecha es uno de los más importantes del sur de Chile. Ha participado de siniestros anteriores que han golpeado a la zona, tal como los megaincendios de 2017 que afectaron especialmente a la comunidad de Santa Olga, Región del Maule.
Con un equipo de 60 alumnos de último año de medicina veterinaria, el centro de rehabilitación tiene como objetivo recibir a la fauna afectada y entregarle atención médica primaria, para luego continuar con su recuperación y posterior reinserción. En alianza con el SAG del Biobío, la organización recibe a animales endémicos desde el Maule hasta la Región de La Araucanía que han padecido quemaduras, mordeduras de animales domésticos o atropellos.
Paula Arenas, médico veterinaria y directora del Centro de Rehabilitación, define las últimas semanas en la región como “bastante complejas”, puesto que los animales afectados por las llamas se han duplicado en comparación con temporadas anteriores.
“Al año contamos con una recepción de 400 ejemplares al año, pero este número se incrementa en temporadas de incendios como estas. Es decir, si en una temporada normal recibimos 10 animales por semana, ahora en verano la cifra se duplica o triplica”, sostiene la profesional. Y agrega que la importancia de su protección es primordial para la biodiversidad de la zona.
Según el inventario nacional de especies de Chile, dependiente del Ministerio del Medio Ambiente, “casi el 25% de las especies descritas son endémicas, lo que le confiere a nuestro país especial relevancia para la conservación de la biodiversidad del planeta”.
“Nos encontramos con especies que tienen ecotono entre el bosque nativo y la plantación forestal, como el pudú o monito del monte. Estas especies son claves para mantener el equilibrio ecológico del ecosistema, porque son movedores de semillas y fertilizadores de especies nativas. No es solo un animal más que se lesiona”, recalca.
Coordinación multisectorial
Jacqueline López (48) es agricultora y ganadera de la zona de Nacimiento, en la Región del Biobío. Comenta que con la ola de incendios que afectó a su comunidad los primeros días de febrero no solo su casa se derrumbó en cenizas, sino que también vio afectados a sus animales, tales como ovejas, caballos y corderos.
“Las llamas comenzaron a avanzar tan rápido que no alcancé a sacar a mis animales. Ya al día siguiente, cuando empezamos a recoger los escombros, nos dimos cuenta de que la mayoría de ellos se habían muerto y otros quedaron con quemaduras graves en sus patas y cuerpo. Es triste, porque uno pierde su fuente de trabajo y también animales que te han acompañado siempre”, relata.
Ante la afectación por los incendios forestales en la región, el pasado miércoles se conformó una mesa técnica de prevención de riesgo animal, impulsado por el Ministerio de Agricultura (Minagri). El objetivo fue establecer un sistema de Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) público-privado para el resguardo de mascotas, animales de producción y fauna silvestre, en situaciones de esta emergencia.
En su momento, la seremi de Agricultura, Pamela Yáñez, manifestó que “con esta mesa se busca definir un trabajo y plan de acción para ir en apoyo de los animales, que en este momento están sufriendo por la catástrofe en las distintas comunas de la Región del Biobío”, agregando además la organización de distintos acuerdos con el fin de instalar puestos de campaña atendidos por médicos veterinarios especialistas y voluntarios para la atención de los animales perjudicados.
En esta participarían activamente el Senapred de la región, el Colegio Médico Veterinario (Colmevet) Biobío, junto a la Armada, el Ejército, gobierno regional, instituciones públicas y profesionales de la Universidad de Concepción, Santo Tomás, De las Américas y Andrés Bello.
De acuerdo al último reporte entregado ayer lunes por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) sobre la situación silvoagropecuaria ante los incendios forestales reveló que son 4.757 los animales muertos por estos siniestros.
En las cifras se logra ver que, por ejemplo, el 71% de esas muertes corresponden a aves, 10% a vacunos y cabras; 5% ovejas y un 3% cerdos y caballares. Por región, Ñuble acumula la cifra más alta, con un total de 2.051 animales muertos.
Carla Timmermann, coordinadora regional de la Comisión de Respuestas de Desastres de Colmevet, explicó que hasta la fecha las atenciones han sido en colaboración con los médicos veterinarios, además de las direcciones de medioambiente de la Octava Región.
“Lo que he podido catastrar a través de mi trabajo en terreno y el trabajo de mis coordinadores de zona es que existen entre 1.500 y 2.000 animales siniestrados durante estas semanas. Los animales llegan en condiciones críticas, muchas veces con alrededor de un 70% de su cuerpo quemado o cuatro patas quemadas. Ahí es cuando nosotros evaluamos las mejores decisiones para ellos y ver si es posible que sobrevivan o no”, expresó.
Cifras que también se presentan en la Región de La Araucanía, donde también se han creado mesas de trabajo en las comunas de Lumaco, Purén, Galvarino y Reinaco para enfrentar la emergencia.
Así lo sostiene Estefanía Hueche, presidenta del Consejo Regional de La Araucanía del Colmevet. “El tema animal en La Araucanía ha sido muy crítico, porque es distinto a lo que pasa en Ñuble o Biobío,donde existen puntos veterinarios municipales. Acá, en cambio, estos son escasos, entonces la atención tarda en llegar. Nosotros hemos atendido ya a cientos de animales y muchas veces tenemos que ir a las casas, porque la gente no quiere abandonar sus casas. Tratamos de hacer lo que se pueda, en la medida de lo posible”.
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