Ingreso de bombos y de un lienzo de 30 metros para la Garra Blanca: lo que la delegada autorizó para la final de la Supercopa
Con el membrete y el nombre de Constanza Martínez, el gobierno dio luz verde, el 10 de febrero, a que el partido catalogado de "clase A" se jugara en el Estadio Nacional. Los días previos, Carabineros había hecho sus observaciones, especialmente por tratarse de un partido de alto riesgo, sin embargo, a pesar de las consideraciones, Colo Colo y Huachipato se enfrentaron en una polémica jornada que solo contó con 470 guardias privados, 58 detectores de metales y 5 ambulancias.
Fue el jueves 8 de febrero cuando Carabineros expuso sus reparos y, derechamente, recomendaba a las autoridades y la ANFP suspender la final de la Supercopa. El partido entre Colo Colo y Huachipato se jugaría tres días después y para la policía las condiciones del Estadio Nacional no eran óptimas para garantizar la seguridad de las más de 30 mil personas que llegarían ese día al recinto de Ñuñoa.
La voz de Carabineros, sin embargo, no fue escuchada completamente, pues se hicieron algunos ajustes y se dio la instrucción de que la final debía jugarse. La advertencia de la policía, a la luz de los graves desmanes que se registraron el domingo en el Estadio Nacional, terminaría dándoles la razón.
Es que en la institución uniformada llama la atención la poca recepción que tuvieron sus consideraciones previas para el encuentro, que dejó más de $100 millones en daños, carabineros y guardias lesionados, además de un hincha en estado grave. Creen, de no haber extremado recursos, la situación podría haber terminado peor.
Carabineros siempre tuvo sus reparos con el encuentro, algo que hizo ver a la ANFP y también a la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana, institución que finalmente autorizó el encuentro deportivo, el 10 de febrero, a través de una resolución de 11 páginas, firmada por la titular del organismo, Constanza Martínez.
En el documento, al cual accedió La Tercera, la Delegación -entidad que representa al gobierno para este tipo de eventos- señala que “téngase presente que el partido de fútbol profesional antes indicado fue clasificado como categoría A (...) de acuerdo al riesgo para la afectación del orden público, la seguridad de las personas y bienes, de conformidad a la ponderación de los criterios señalados en el Reglamento de la Ley N° 19.327″.
Junto a eso dispuso una serie de medidas que debería cumplir el organizador del evento, en este caso, la ANFP. Por ejemplo, exigió “un número de 470 guardias de seguridad privada”, los cuales deberían ser distribuidos de acuerdo a la “dinámica” de los hechos.
“El orgullo del pueblo”
También se solicitaron “medios de grabación de imágenes dentro y fuera del recinto deportivo que faciliten la identificación de los asistentes. Para lo anterior, deberá contar con cámaras que permitan la grabación y visualización del recinto cubriendo al menos todas las zonas de acceso y cada una de las graderías del recinto deportivo de manera simultánea”.
Pero no todo fue prohibición, según se detalla en la resolución firmada por Martínez, pues se accedió a la solicitud de ingresar elementos de animación para el encuentro.
En el caso de Huachipato, se les permitió un bombo y un lienzo que dijera “Los Acereros”, el cual se ubicaría en la Galería Sur, y tendría 2,2 metros de ancho y 18 metros de alto.
Para la Garra Blanca -que se ubica históricamente en el sector norte del Estadio Nacional- también habría una concesión: el ingreso de un bombo de 40 pulgadas, más “mazos” y un lienzo. Este tendría la consigna “El orgullo del pueblo” y mediría 1,5 metros de ancho, pero 30 metros de alto.
Los cinco barristas autorizados para esto, incluso, fueron individualizados con sus nombres y rut. “Los elementos de animación previamente individualizados serán ingresados al recinto deportivo a las 15:00 horas del domingo 11 de febrero de 2024, por público asistente previamente autorizado por el organizador. Serán retirados una vez finalizado el espectáculo deportivo”, dice la resolución.
En la policía esto no dejó de llamar la atención, señalan algunas fuentes consultadas, pues la Garra Blanca no venía registrando buenos comportamientos, por lo tanto, entregarle este tipo de concesiones no era muy recomendable. Por ejemplo, el 27 de enero, en partido que jugó Colo Colo contra Everton, en Viña del Mar, la barra brava rompió butacas, intentó ingresar a la cancha y desmanes que mantuvieron el juego paralizado por largos minutos. Esa “luz de alerta” no fue considerada.
En la resolución además se lee que “los cinco asistentes consignados en el listado se consideran parte integrante del aforo autorizado en el sector Galería Norte del Estadio Nacional, por lo que deberán portar el respectivo ticket. Asimismo, dichas personas deberán acreditarse previamente ante Carabineros de Chile, quienes se encuentran facultados para revisar los elementos precitados”.
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