Israel acusa a ministros de gabinete español de “alinearse” con Hamas y se abre crisis diplomática con Madrid

Madrid desestimó las afirmaciones de Israel de que algunos miembros del gobierno de coalición en funciones de España se han alineado “con el terrorismo al estilo ISIS” al criticar la respuesta de Benjamin Netanyahu a las atrocidades de Hamas y sugerir que las fuerzas israelíes están cometiendo genocidio y crímenes de guerra en la Franja de Gaza.

La crisis diplomática se gestó luego que la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, sugiriera llevar a Israel ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por presuntos “crímenes de guerra” en la Franja de Gaza. Propuesta que reiteró la coportavoz de Podemos, María Teresa Pérez, además de pedirle al Jefe de Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, que actúe para “parar los pies” al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y llevarlo al TPI por su “genocidio” contra el pueblo palestino.

Por su parte, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda en funciones y líder de la plataforma Sumar, en la que se integra Podemos, denunció la semana pasada el “apartheid israelí” contra el pueblo palestino, además de condenar la violencia contra civiles “venga de donde venga”. Díaz se manifestó de este modo durante un acto organizado en Madrid por el grupo The Left (La Izquierda) del Parlamento Europeo, destaca el diario El País.

Tras participar el domingo en una manifestación en Madrid de apoyo a los palestinos junto a otros dirigentes de su partido, Belarra escribió en la red social X: “Las calles de Madrid se han llenado hoy de dignidad para pedir el fin del genocidio planificado del Estado de Israel sobre los palestinos y palestinas en la franja de Gaza. Palestina libertad”.

Según destaca el diario The Guardian, las opiniones de Belarra fueron compartidas por su colega de Podemos, Irene Montero, ministra de Igualdad en funciones, y por Alberto Garzón, ministro de Consumo en funciones de España. “Un ataque violento e indiscriminado contra una población civil es un castigo colectivo que viola claramente el derecho internacional”, dijo Garzón, miembro de la alianza Izquierda Unida, socia de Podemos. “Lo que está haciendo el gobierno israelí es pura crueldad”.

Aunque la Embajada de Israel en Madrid no se refirió a ninguno de los ministros por su nombre, emitió un airado comunicado el lunes por la tarde, condenando “enérgicamente” las declaraciones “inmorales” alineándose con el grupo terrorista Hamas realizadas por “ciertos miembros” del gobierno español a los que acusó de poner en peligro a las comunidades judías de España. Asimismo, pidió a Pedro Sánchez que intervenga y condene “inequívocamente” los comentarios “vergonzosos” de sus colegas.

Israel considera “profundamente preocupante” que mientras está de luto por la muerte de más de 1.300 personas y el secuestro de más de 150 civiles por parte de Hamas, “ciertos elementos dentro del gobierno español han optado por alinearse con este terrorismo tipo ISIS”, en alusión al Estado Islámico. “Estas declaraciones no solo son absolutamente inmorales, sino que también ponen en peligro la seguridad de las comunidades judías de España, exponiéndolas al riesgo de un mayor número de incidentes y ataques antisemitas”, advirtió la legación diplomática.

En respuesta a la declaración de la embajada israelí, Belarra dijo que “denunciar ese genocidio no es alinearse con Hamas, es una obligación democrática. El silencio, complicidad con el terror”. En un mensaje publicado en la red social X, la ministra española critica al gobierno de Israel por llevar a cabo “crímenes de guerra en la Franja de Gaza, bombardeos masivos, cortes de agua y luz” y no dejar “entrar ayuda humanitaria”.

El diario El País informa que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, llamó el lunes por la tarde a la embajadora israelí en Madrid, Rodica Radian-Gordon. Albares, según reveló él mismo en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, trasladó a la representante diplomática israelí el “profundo disgusto” del gobierno por el comunicado difundido el lunes, que “considera un gesto inamistoso”, y le anunció que su departamento iba a emitir una nota de respuesta.

En efecto, horas después, Asuntos Exteriores difundió un texto en el que respondió de manera contundente al comunicado de la embajada israelí, enfatizando que “el gobierno de España rechaza tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros y no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos”.

“Cualquier responsable político puede expresar libremente posiciones como representante de un partido político en una democracia plena como es España”, subraya el texto. “En todo caso, la posición del gobierno de España en su conjunto con respecto a los ataques terroristas perpetrados por Hamas es clara: condena tajante, exigencia de liberación inmediata e incondicional de rehenes y reconocimiento del derecho de Israel a defenderse dentro de los límites marcados por el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario”, añade.

El comunicado agrega que “el gobierno en su conjunto ha expresado reiteradamente la necesidad de distinguir a la población palestina del grupo terrorista Hamas, de proteger a la población civil de Gaza y la necesidad imperiosa de mantener los suministros básicos indispensables para el bienestar de dicha población”.

Según El País, aunque debió tratarse de una conversación muy tensa, a juzgar por el relato del ministro, Albares dio por zanjado el incidente diplomático, que calificó de “puntual”, y aseguró que la conclusión a la que llegaron tanto él como la embajadora israelí fue la de “trabajar juntos para que la amistad que existe en España e Israel se mantenga”. Un portavoz de la embajada israelí en España señaló al periódico español que, tras haber escuchado cómo el ministro explicaba la posición del gobierno de Sánchez ante el conflicto y subrayaba que la línea oficial es la que fijan el presidente y el titular de Asuntos Exteriores, el asunto quedaba aclarado. “Pasamos página”, concluyó.