Jeannette Dabanch, infectóloga: “Si la Copa América es con público, el riesgo de contagio es muy alto”

Jeannette Dabanch
Entrevista a Jeannette Dabanch, Infectóloga de la Universidad de Chile. Foto : Andres Perez

La presidenta del Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones del Minsal es contraria al Pase de Movilidad en las actuales circunstancias: "Deberíamos extremar la reducción de la movilidad a lo estrictamente necesario", afirma. Además, hace hincapié en que el proceso de vacunación debe acompañarse de las medidas de autocuidado como única receta para lograr, al menos, una estabilización de la pandemia.


Contraria al Pase de Movilidad, a ser anfitriones de la la Copa América con público masivo y a quienes no respetan las medidas sanitarias. La infectóloga de la Universidad de Chile y presidenta del Comité de Vacunas e Inmunizaciones del Ministerio de Salud, Jeanette Dabanch, evalúa la situación de la pandemia y explica cómo el escenario mundial repercute en las circunstancias nacionales.

De acuerdo a los datos del Minsal, hoy se registraron 5.176 nuevos casos de coronavirus en el país. Además, el último reporte informa que 9.786.191 personas han recibido la primera dosis de la vacuna y que 7.755.837 cuentan con el esquema completo. Respectivamente, estos números corresponden al 64,4% y al 51% de la población objetivo del Plan de Vacunación.

Sin embargo, la doctora considera que no estamos en una condición idónea para que las personas inoculadas en Fase 1 (Cuarentena) o Fase 2 (Transición) se movilicen libremente por el país, facilidad que entrega el Pase de Movilidad que debutó hoy. “En este minuto, con la introducción de vacunas deberíamos extremar la reducción de la movilidad a lo estrictamente necesario”, destaca la infectóloga.

En paralelo, el alto número de casos diarios en el país levanta dudas sobre la efectividad de las vacunas que se están utilizando, pues los países del hemisferio norte que cuentan con índices similares de vacunación presentan menos casos al día. Israel, que lidera las inoculaciones para el coronavirus en el mundo, presenta hoy 432 casos, y Reino Unido, a continuación, tuvo 3.180 nuevos contagios. Sin embargo, Dabanch explica que este fenómeno tiene relación más bien con el respeto a las medidas de autocuidado, la restricción del desplazamiento y el menor nivel de hacinamiento que dichos países presentan y no con el tipo de vacuna que utilizan.

¿En qué punto de la pandemia nos encontramos a nivel global?

La pandemia en el mundo tiende a estabilizarse en algunas regiones, como en Europa. La región de las Américas hasta hace unas semanas estaba siendo muy afectada, sin embargo, hoy vemos que la pandemia está azotando con fuerza a Asia, especialmente a la India, que tiene más de 1.300 millones de habitantes. Además, con condiciones de pobreza extrema, ingredientes perfectos para que esta infección se magnifique. Esto significa un riesgo para todas las regiones del mundo, incluyendo Europa y, obviamente, nuestro continente. Por lo tanto, nuestro país, y todos los países, deben mantener las medidas sanitarias para evitar la resurgencia o aumento de casos frente a este control que se ha logrado, a través de las medidas de autocuidado y cuarentenas muy prolongadas en algunas partes del mundo. Inglaterra, por ejemplo, tuvo una fase de apertura tremendamente lenta, mientras lograba la vacunación de su población y aún mantiene medidas restrictivas a nivel de fronteras.

¿Cómo evalúa la situación de la pandemia en Chile?

En Chile no podemos hablar de estabilización, porque mientas en el mundo el virus siga activo, tenemos que mantener nuestras medidas. El país tenemos que verlo en una situación global. Es muy importante vacunarse, porque la vacuna disminuye en la mayoría de las personas el riesgo de enfermar gravemente, pero no lo reduce a cero. En los hospitales seguimos trabajando en modo Covid-19, es decir, no podemos hospitalizar a todos los enfermos que lo necesitan. Y mientras la posibilidad de que un paciente adquiera la enfermedad dentro del hospital, o que venga incubando la enfermedad y que se la transmita a otros siga siendo alta, entonces no estamos en una situación de movilizar a las personas, porque somos unidades móviles que van difundiendo el virus y es lo que nos sucedió en el verano.

Sobre la movilización que usted destaca, ¿cuál es su postura frente al Pase de Movilidad que entró en vigencia hoy?

Para mí, la libertad es fundamental, pero hoy la libertad es que estemos todos lo más saludables posible. En este minuto, con la introducción de vacunas deberíamos extremar la reducción de la movilidad a lo estrictamente necesario. Eso nos permitiría tener menos casos y que las vacunas hagan de mejor forma su tarea. El virus va tan veloz como un jet y con nosotros atrás corriendo, por lo que es imposible saber cuántas variables hay mientras el virus se siga multiplicando. Entonces, como no podemos seguirle el paso, porque va muy rápido, hay que ponerle una barrera. Esa barrera es evitar los contagios.

Este permiso les permitirá, por ejemplo, a los adultos mayores ya inmunizados tener más flexibilidad para salir tras largos confinamientos...

Nosotros sabemos que el adulto mayor, independiente de la vacuna que recibió, tiene un concepto llamado inmunosenescencia. Es decir, mientras la persona envejece, también envejece y se cansa su sistema inmune. Sabemos que todas las vacunas son menos eficientes en proteger a los adultos mayores. Por lo tanto, yo no movilizaría a una persona mayor de una región con un número estabilizado de casos a una con una mayor cantidad de casos. Porque, primero, si se contagia va a convertirse en una carga para el sistema sanitario, con un riesgo individual alto. Y, segundo, si se devuelve a su región luego de la cuarentena, puede enfermar a los del otro lado. Entonces, no tengo la respuesta correcta.

En países del hemisferio norte han utilizado otras vacunas para inocular a la población y sus contagios diarios son menores a los nuestros. ¿Deberíamos replantearnos el uso de otra vacuna contra el coronavirus?

No lo sé. Israel tiene un clima diferente y una estructura de sociedad diferente. Entonces, no es solamente la vacuna el motivo de su logro, además, no es fácil ingresar a ese país. El primer ministro de Inglaterra hizo hace unas semanas un llamado de atención a los autocuidados debido a la presencia de la variante india. Además, ese país se abrió de forma muy progresiva. Entonces, yo creo que nadie tiene resuelto el problema. La vacuna, la que tengamos, va a ayudar a mitigar el impacto de la enfermedad, pero necesitamos también de las otras medidas. En cada lugar deben adaptar los protocolos sanitarios a las realidades de cada país.

Entonces, ¿cuál sería la explicación de nuestra sostenida alza de casos y nuestra alta positividad?

Yo creo que una de ellas es el hacinamiento y otra es el desplazamiento. De ahí viene la importancia de reducir la movilidad a lo estrictamente necesario.

¿Es posible que, dadas las variantes que circulan en nuestra parte del continente, tengamos que convivir inmunizados, pero con altos índices de casos?

La única forma de reducir los contagios y evitar enfermarnos es vacunarnos y mantener los protocolos. Son las únicas medidas que han demostrado ser efectivas, no es una aislada, es un conjunto de medidas que además las debe adoptar de forma universal la población. Puede que el tipo de vacuna tenga impacto, pero también hay que revisar qué otras medidas estamos haciendo y que no. Además, el virus se hace resistente, es su ventaja evolutiva, por lo tanto tendremos constantes variantes.

¿Cuál es su postura frente a la posible realización de Copa América en el país?

Que me perdonen mis amigos del fútbol, pero si la Copa América es con público, el riesgo de contagio, aunque sea en un recinto abierto, es muy alto. Se congrega mucha gente, muchos abrazos, muchos gritos de aliento para los diferentes equipos. Todas estas son actividades de riesgo. En estas situaciones de alta congregación ocurren contagios, hemos visto equipos completos infectados. Además, esto significaría introducir a personas de otros países. ¿Cómo los controlas? Creo que sería de alto riesgo realizarla. La epidemia del Zika en Brasil y que nos afectó a todos se produjo por la Copa de Confederaciones. Sería un poco repetir la historia.

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