“Es una maestra”: Jen O’Malley Dillon, la asesora al rescate de la campaña de Biden
Habiendo sido directora de campaña en las elecciones de 2020, la demócrata fue llamada para concentrarse camino a las presidenciales de noviembre, donde Donald Trump está armándose.
A medida que avanzan las primarias republicanas, desde la Casa Blanca miran cómo se vuelve más segura una repetición de noviembre 2020: unas presidenciales que enfrentarán a Donald Trump con Joe Biden. La desventaja es que, esta vez, el opositor es el primero, y lleva la ventaja en las encuestas.
Frente a este panorama, el equipo de Joe Biden ya comenzó a mover sus piezas, y uno de los primeros pasos fue darle las riendas a una “experta en derrotar a Trump”: Jen O’Malley Dillon, la exjefa de campaña y hasta hace poco vicejefa de gabinete del gobierno de Biden.
Con casi once meses para supervisar la campaña, O’Malley tendrá que liderar los esfuerzos demócratas para mantener la Casa Blanca. La nominación de Biden, en tanto, es casi segura, ya que no tiene candidatos fuertes que le hagan sombra o competencia al interior del Partido Demócrata. Ya después de junio, con las nominaciones listas, la campaña será otra.
Habiéndose quedado a la sombra de Joe Biden, Jen O’Malley Dillon ha sido desde siempre una demócrata de bajo perfil. A pesar de eso, fue la cabeza detrás de la estrategia que puso al demócrata en la Casa Blanca en 2020, volviéndose además la primera mujer directora de campaña en ganar una presidencial para el partido azul.
Durante estos cuatro años, O’Malley ha trabajado como vicejefa del gabinete. A pesar de su juventud –47 años– entre los círculos del presidente Biden, O’Malley cuenta con más de 20 años militando en el Partido Demócrata. Originaria de Boston, fue en un viaje familiar a Washington cuando, frente al Memorial de Lincoln, la entonces joven “sintió la voluntad de batirse por su visión de su país”, aseguró su madre en una entrevista.
En 1999 se sumó a la campaña de Al Gore como voluntaria, y en 2008 trabajó como consejera en el equipo de campaña de Barack Obama. Desde ese entonces se especializó en supervisar los “estados a conquistar”, para luego ser promovida a vicedirectora de campaña cuatro años más tarde, para la reelección del presidente.
Según Ben LaBolt, un colega durante la campaña de Obama, “Jen es una estratega brillante que conoce los estados ‘batalla’ como la palma de sus manos, y que conoce los mecanismos e infraestructura del Partido Demócrata, por un lado, y el tipo de infraestructura de datos que se necesita construir para llegar a votantes persuadibles”. En entrevista con Vanity Fair, LaBolt aseguró: “Es una maestra tanto en los detalles prácticos de las campañas tradicionales como en las formas modernas y digitales de hacer campaña”.
En un perfil hecho por la revista norteamericana, aseguran que la contribución estratégica esencial de Dillon fue la de mantenerse incansablemente enfocada en reclamar “la pared azul”, los estados de Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, que en la campaña anterior habían sido ganados por Trump en márgenes muy estrechos. Al final, la campaña de Biden “agrandó un poco” el campo de juego, apostando además por Florida, Georgia, Ohio y Carolina del Norte.
“Pero Dillon y el grupo de expertos de Biden resistieron la tentación de gastar demasiado tiempo y dinero. Dillon nunca abandonó su esfuerzo disciplinado para recuperar los tres estados, cuyas demografías se alineaban bien con el atractivo de Biden y que podrían poner un total de 46 votos electorales en su bolsillo. Biden llegó a viajar a Pennsylvania 13 veces, el triple de sus viajes a cualquier otro lugar”, indica Vanity Fair. Un cercano a la campaña aseguró: “Eso es lo que hace Jen: ve la apertura de una oportunidad y se asegura de que cada detalle esté en su lugar para aprovecharla”.
Rechazando la mayoría de las entrevistas a las que fue invitada, como recuerda la periodista de MSNBC Rachel Maddow, estuvo “siempre centrada en la campaña” más que en su gloria personal, preocupándose hasta el final por una posible reelección de Donald Trump. A pesar de las encuestas, los resultados, que fueron más reñidos de lo esperado, le dieron la razón.
“Jen no solo ganó una campaña contra un presidente en ejercicio, lo que solo ha sucedido un puñado de veces en los últimos 200 años, sino que también recibió el voto popular más alto jamás registrado, en medio de una pandemia global”, comentó en una columna del New York Times Stephanie Cutter, una de las demócratas más cercanas a Jen y que trabajó bajo las administraciones de Clinton y Obama: “Es una hazaña que quedará registrada en los libros de historia”.
El cambio de O’Malley Dillon a la campaña de reelección se realizó en parte, dijeron dos fuentes familiarizadas con la decisión, porque el expresidente Donald Trump había consolidado el apoyo en el Partido Republicano más rápido de lo previsto. Trump prevaleció en los caucus de Iowa de la semana pasada con una victoria contundente, lo que llevó al gobernador de Florida, Ron DeSantis, y al empresario Vivek Ramaswamy a poner fin a sus candidaturas a la Casa Blanca y respaldarlo. La exembajadora ante la ONU Nikki Haley, quien salió segunda en las primarias de este martes en New Hampshire, es ahora la principal rival de Trump en la búsqueda de la nominación republicana.
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