Jorge Alessandri (UDI): “Hay que entender que cada acción política que hagamos como oposición afecta los resultados del 4 de septiembre”
El jefe de bancada aborda las tensiones de los últimos días entre Chile Vamos y el Partido Republicano. Sostiene que las diferencias al interior de la derecha pueden influir en el resultado del plebiscito de salida, donde el sector apuesta porque gane el Rechazo. Alessandri insiste en que las figuras de la sociedad civil deben ser las voces que expliquen cómo está quedando la nueva Constitución y asegura que "si gana el Apruebo también debemos tener opciones de reforma inmediata a la Constitución".
En el patio del Congreso en Valparaíso, el jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri, aborda las tensiones que han tenido con el Partido Republicano, a raíz de la decisión de esa colectividad de presentar una acusación constitucional en contra de la ministra del Interior, Izkia Siches. El diputado, si bien desdramatiza las diferencias en esta materia, reconoce que las discrepancias pueden perjudicar el resultado del plebiscito, donde la derecha apuesta porque se rechace el texto propuesto por la Convención Constitucional. “El Rechazo debería abrir un camino a explorar una nueva Constitución”, dice.
Esta semana el Partido Republicano se desmarcó de Chile Vamos al anunciar una acusación constitucional en contra de la ministra del Interior. ¿Esto marca un antes y un después en la relación con ellos?
Este Congreso fragmentado, con más de 20 partidos políticos donde nadie tiene mayoría, al final, va a ir uniendo y formando coaliciones por distintos temas. Nosotros hemos hecho muchas cosas en conjunto con los republicanos (...). El desmarque en la acusación constitucional es una opinión sobre un tema particular, pero no significa una pelea. Yo creo que, a raíz del 4 de septiembre, hay que empezar a pensar en los temas que nos unen, más allá de Chile Vamos.
Es evidente que esta ha sido la tensión más grande que han tenido con los republicanos.
Lo que pasa es que esta es la primera que se ve, pero lo importante es destacar que estamos conversando hace mucho tiempo nuestras diferencias. Habíamos ido acordando cursos de acción en conjunto para muchos temas, por ejemplo, cómo enfrentar la comisión de Constitución, la comisión de Seguridad, la comisión de Derechos Humanos y esta es la primera vez que, efectivamente, no resolvemos esas diferencias con una parte de la bancada del Partido Republicano. Pero eso no obsta, insisto, en que podamos seguir trabajando, coordinados.
El diputado de Evópoli Francisco Undurraga dijo que la oposición quedaba dividida, ¿cómo volverán a articularse?
Más que los nombres o más que sentarse a una mesa, son los temas. A toda la centroderecha nos une, por ejemplo, el tema de que los fondos de pensiones sean inexpropiables, defender el orden público y a Carabineros de Chile. Nos une también que los estados de excepción constitucional tienen que ser para todo el territorio y no solo para los caminos.
¿Y qué fue lo que pasó con los republicanos? ¿Cree que buscaron más personalismo?
Primero, quiero decir que todos estamos de acuerdo en que hay una ministra del Interior que no ha dado el ancho, que no está preparada para las funciones. (...). El problema se soluciona yendo a los temas de fondo. Nosotros presionamos y pedimos al gobierno estado de excepción y nos otorgaron un estado de excepción. Esas son las cosas que le van cambiando la vida a la gente y no la lucha política fratricida. Ahora, es una herramienta legítima, cuando creamos que la ministra ha incumplido nuestra Constitución, la vamos a usar. Antes de eso, la vamos a interpelar.
Pero, ¿cree que haya un fin electoral detrás de las acciones de ellos? Los republicanos siempre le han disputado el electorado a la UDI.
Si es que hay un fin electoral, no sé en qué elección pueden haber estado pensando. La elección más próxima es el plebiscito del 4 de septiembre. Creo que hicieron esta acción sin pensar en el 4 de septiembre, que es la lección más importante para Chile de los próximos 50 años.
¿Y cómo quedan las confianzas con ellos si es que no cumplen su palabra?
Bueno, este es un tema que dividió a la bancada de republicanos. Se ha sabido por versiones extraoficiales de que tampoco estaría la directiva de acuerdo en muchas de estas cosas, pero es una bancada nueva.
Pero hay un debate en la derecha sobre si endurecer el tono o no. Trascendió que ustedes le ofrecieron interpelaciones a los republicanos a cambio de bajar la acusación.
Tenemos que ser duros, pero efectivos. Duro y efectivo significa que tú le vas doblando la mano y vas logrando que el gobierno vaya cambiando de opinión (...). Le doblamos la mano y logramos que decretara el estado de excepción.
¿Los republicanos pueden transformarse en una piedra en el zapato para la derecha, si es que se desalinean todo el tiempo?
No lo he visto así. He visto una bancada nueva, una bancada que está rápidamente tomando el ritmo de las cosas del Congreso.
Usted dice que el desorden es complicado porque se da en momentos en que queda poco para el plebiscito del 4 de septiembre. ¿Eso puede perjudicarlos?
El 4 de septiembre es mucho más grande que la centroderecha, que los republicanos y que Chile Vamos. El 4 de septiembre los chilenos toman una decisión entre seguir con una democracia representativa y con equilibrio de poderes o ir hacia un sistema mucho más totalitario.
¿Pero estos quiebres ponen en riesgo el resultado del plebiscito?
Este no es un quiebre, es una diferencia de opinión sobre algo relevante y que queda mucha agua bajo el puente todavía.
¿Hay alguna autocrítica sobre los intentos en buscar la unidad dentro de la oposición?
Hay que entender que cada acción política que hagamos como oposición afecta los resultados del 4 de septiembre. El 4 de septiembre es la elección más relevante para los próximos 50 años y que todo lo que nosotros hagamos no es suficiente, porque lo que está en juego ese día es mucho más grande que las coaliciones políticas. Por eso, la sociedad civil también es llamada a participar.
¿Cree que se tiene que cambiar la estrategia para el plebiscito de salida?
Nosotros habíamos dicho que estábamos esperando el texto. El texto hoy día está listo. Lo que queda ahora es una comisión de Armonización que no tiene lápiz ni borrador, solamente tiene destacador. Pero ese texto ya está ahí para que las personas lo puedan leer y puedan saber qué significa un país indigenista, separatista, con el Estado presente en cada uno de los aspectos de tu vida (...). Por lo tanto, más que cambio de estrategia, tenemos que estar vigilantes en la armonización y muy conectado con la ciudadanía. En mi experiencia, al menos, es la sociedad civil la que nos está llamando a explicar temas específicos de la Constitución.
Los partidos están dejando para junio la definición de salir por el rechazo. ¿Hasta cuánto puede aguantar esta indefinición?
El plebiscito del 4 de septiembre si ayuda a Chile a que podamos revisar bien, que podamos esperar hasta el 3 de septiembre en la noche, si eso ayuda a hacer un acuerdo más amplio, a ver planes b o salidas alternativas por una opción o por otra, yo estoy dispuesto a esperar hasta el 3 de septiembre. Aquí esto es mucho más grande que el político que sale primero en el diario anunciando una postura u otra.
“Si gana el Apruebo también debemos tener opciones de reforma inmediata a la Constitución”
¿Cuál debería ser el plan B si gana el Rechazo?
Hay definiciones importantes que nos muestra la encuesta y lo ha dicho el presidente del partido, Javier Macaya. Uno, las personas sienten que este proceso constituyente no ha fracasado, lo que ha fracasado es el texto que proponen estos convencionales. Segundo, que la Constitución del 80 está mayoritariamente terminada y que necesitamos una nueva Constitución. Esas cosas son más, a mi juicio, contradictorias con el Apruebo, porque el Apruebo estaría legitimando este texto particular. El Rechazo debería abrir un camino a explorar una nueva Constitución. Ya veremos si es un comité de expertos o veremos si es en el Congreso.
¿Y si gana el Apruebo que hacen?
Ese hecho de que se estrechan los resultados es justamente un llamado de atención para la clase política. Porque ya no va a ser la casa de todos y vamos a tener un resultado estrecho, sea para la Apruebo o por el Rechazo. Eso debería ayudar o empujar a que nos sentemos en un sector amplio de la población, del Congreso también, a definir cuál es la salida para Chile. Si gana el Apruebo también debemos tener opciones de reforma inmediata a la Constitución.
La semana ha estado marcada por el tema de la seguridad que hay en el país. El Presidente Boric ha llamado a un acuerdo de seguridad, pero no hay nada concreto, ¿se puede dar por sepultada un acuerdo en esta materia?
Yo creo que más que acuerdos, habría que pedirle al gobierno acciones y agenda de seguridad.
El gobierno cedió con el estado de excepción en el sur, ¿eso puede facilitar un acuerdo o tienen más condiciones?
En el estado de excepción hay que tener claro que esto es estado de excepción moderado y solamente en la ruta no sirve de nada. El orden público hay que establecerlo en un territorio (...). Lo que tenemos que entender es que, si tú le empiezas a dar cosas al que las ganó con violencia, finalmente legítimas la violencia.
¿O sea, todavía no están las condiciones para sentarse a la mesa a conversar un acuerdo con el gobierno?
La mesa no sirve de nada si no hay avances, y han habido muy pocos. Los canales están siempre abiertos. Yo converso con los ministros y con los subsecretarios todo el tiempo.
¿Cómo han sido esos diálogos con el gobierno?
Evidentemente tenemos pensamientos distintos. Para mí, mientras más se aleje el Presidente de la República de esa alma de ultraizquierda que todo lo quiere destruir, es mejor para Chile. Y si necesita nuestros votos para alejarse de esa alma, ahí van a estar nuestros votos en las cosas que le hagan bien a Chile.
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