José Antonio Gómez renunció al Partido Radical y asoma como presidenciable independiente

El domingo por la mañana, en un café en Providencia, se pudo ver reunidos al presidente de la Democracia Cristiana (DC), Alberto Undurraga; al diputado Jaime Mulet (Federación Regionalista Verde Social) y al exministro José Antonio Gómez. El objetivo del encuentro fue coordinar acciones conjuntas en materia de seguridad, de cara a los próximos desafíos presidenciales y parlamentarios.

También querían marcar un hito: hacer ver que la centroizquierda ya cuenta con tres posibles candidatos presidenciales.

La cita causó sorpresa en el Partido Radical, colectividad en la que Gómez históricamente ha militado y en que él es perfilado como posible abanderado. No estaban enterados de que los dirigentes planeaban este gesto. Pero no pueden hacer mucho, reconocen. Y es que el año pasado el extitular de Defensa y de Justicia dio un paso al costado de las filas radicales.

El 15 de noviembre, a través de una carta dirigida al presidente de la colectividad, Leonardo Cubillos, el también exsenador comunicó que “por razones de trabajo tendré que congelar mi militancia en el partido, puesto que estoy postulando a un cargo que requiere de total independencia en el ámbito político”. Aunque no lo mencionó en la carta, Gómez comenzó a trabajar -ad honorem- en una comisión asesora de la Contraloría.

Si bien Gómez habla de “congelar” en su misiva, en el partido explican que este término no existe en sus estatutos, por lo que, en la práctica, renunció.

En la colectividad reconocen que, según el propio Gómez transmitió, su plan era regresar al partido este mes o el siguiente, puesto que la comisión de la Contraloría funcionaría hasta abril. Por lo mismo, afirman en el Partido Radical, aún queda espacio para que el exsenador sea su abanderado en las primarias del oficialismo.

Cubillos lo explica así: “La situación de José Antonio Gómez en la actualidad es que no figura en los padrones del partido, ya que renunció vía sistema web del Servel (…). Él ha indicado que dicha renuncia se ha justificado en razón de un tema laboral (…), considerando que una vez terminado ese compromiso laboral retornará al partido, lo que debiese suscitarse en el mes de marzo”.

Sin embargo, algunas voces del radicalismo cuestionan sus intenciones y sugieren que su renuncia respondió a que, de esa forma, podrá ser candidato en las elecciones como independiente en caso de que el consejo general de los radicales no lo nomine. Y es que, además de él, en el partido también se ha mencionado a Marco Enríquez-Ominami como un posible abanderado.

En la misma carta Gómez planteó que “el radicalismo está en una muy buena posición para liderar el futuro político de nuestra nación desde la expresión de su historia y de las ideas que puede levantar en esta etapa”. Para lograrlo, explicó, “es indispensable que el Partido Radical deje de estar al alero de los otros partidos y manifieste sus propias opiniones o propuestas políticas (…), manifestar las diferencias que tenemos con decisiones políticas de este gobierno, respecto de las cuales no tenemos participación al no tener voz en el comité político”.

Para finalizar la misiva, Gómez planteó que “el congelar la militancia no significa que mis ideas sustentadas en el radicalismo también se congelen”.