Kramer, reggaetón y Maduro: Don Francisco habla de todo en su regreso a Chile
De paso por Santiago luego de sus vacaciones, Mario Kreutzberger evalúa la polémica con el imitador en la última Teletón, el nuevo rol de los animadores del Festival y la situación actual bajo el régimen de Maduro.
Luego de una extensas vacaciones junto a su familia, las más largas que se ha tomado en décadas -según cuenta-, Don Francisco llegó esta semana a Santiago para participar de algunas reuniones y afinar próximos proyectos.
Si bien por estos días se reuniría con los ejecutivos de Canal 13, la estadía en Chile del animador radicado en Miami incluye también visitas al sastre, consultas médicas y otro tipo de actividades que ahora, a sus 78 años y sin proyectos actuales en Telemundo o la señal de Luksic, puede darse el lujo de anotar en su agenda.
"Quiero hacer cosas diferentes a las que hice, porque las que hice siento que no las puedo hacer mejor de lo que las hice", dice el animador, consultado por su futuro en pantalla. "Tengo interés en conversar con gente en Chile que yo creo que no se ha conversado. Por ejemplo, para no dar nombres, con un tipo que está en un problema político a un tipo que tiene problemas con la ley, que está en la cárcel, a una mujer que quiere defender sus derechos, a un hombre que es el líder de las minorías. Yo tengo interés en hacer eso", agrega.
Salvo una visita exprés, Mario Kreutzberger no había vuelto a Chile desde la última Teletón. Una nueva campaña exitosa para el animador y gestor de la iniciativa, aunque no exenta de polémica: en la conferencia posterior a las "27 horas de amor", deslizó cierta molestia con la rutina que Stefan Kramer presentó en el Estadio Nacional, donde imitó al Presidente Sebastián Piñera.
"La critiqué porque me pareció que, en mi opinión, La Teletón, y se lo dije a Stefan Kramer, no es algo oculto, la Teletón es un evento nacional que pretende convocar a todos los chilenos y creo que el Presidente de la República, sea de la tendencia que sea, merece respecto. A mí me pareció que esa rutina no le estaba entregando ese respeto al Presidente que yo quería entregarle, como se lo entregué a Michelle Bachelet, como se lo entregué a todos los presidentes anteriores", explica.
¿Hubiera objetado esa parte de la rutina de haberla conocido antes?
Yo no supe de esta rutina, sino hubiera dicho antes que eso no era conveniente, por la característica que tiene el programa. Porque si esa misma rutina la proponen en un café concert, en un bar, donde la gente paga su entrada, el tipo puede hacer lo que quiera, pero yo estoy en la televisión abierta.
Venezuela y Viña del Mar
Don Francisco dice haber visto "algo" del último Festival de Viña en sus vacaciones. Por allí pasaron Becky G, Bad Bunny, y otros artistas del género urbano que han reconocido la importancia que el conductor chileno tuvo en sus carreras, llevándolos a la televisión de Miami cuando estaban empezando en la música. De alguna forma, el propio Kreutzberger dice sentirse "un pionero del reggaetón".
No vio, eso sí, el discurso inaugural de los nuevos animadores del certamen, María Luisa Godoy y Martín Cárcamo, que el domingo 24 de febrero abrieron los fuegos pidiendo democracia para Venezuela y una Latinoamérica unida. Una decisión inédita para el escenario de la Quinta Vergara, y que parece en las antípodas del estilo que por más de medio siglo ha cultivado en pantalla el creador de Sábado Gigante, más apolítico y neutral.
"Yo creo que también esto está dentro del ámbito de cada animador. Hay ciertos animadores que siempre, que históricamente se han involucrado políticamente y hay ciertos animadores que no", señala.
En ese sentido, Kreutzberger reconoce su lugar en el espectro: "En los (animadores) que no se han involucrado políticamente, que no han dado a conocer su opinión política, pero que han hecho entrevistas políticas. Hay ciertas cosas en las que uno no se resta, como decirte que yo soy un demócrata, que creo en la democracia, y que creo que la democracia hay que reenfocarla. Pero eso lo he dicho siempre cuando me lo han preguntado, incluso en la época de Pinochet".
Por lo mismo, al definirse como demócrata, asegura que con eso está dando su opinión de la situación política y social en Venezuela. "Maduro tiene un régimen cuestionado, porque la elección en la que él fue elegido su oposición no participó, porque consideró que no existían las garantías para la oposición. Es un tipo que ha constreñido la libertad de expresión, ha cerrado canales de televisión (...) Esto de la política es difícil porque hay muchas posiciones políticas, y uno ve las cosas con el cristal con el que uno las quiere ver. Y si uno pretende ser un animador de entretenimiento, también de información, no tiene que expresar su propia opinión porque lo único que hace es dividir. Uno no debe cargarse con su opinión sino que debe tratar de verlo desde una visión pluralista", cierra.
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