La “alfombra roja” del discurso presidencial más extenso desde 1990: desde recados parlamentarios, breaks improvisados y salidas de libreto de Boric
En su intervención -que se convirtió en la más larga desde el retorno a la democracia, destronando la de Patricio Aylwin en 1993-, el Presidente asumió un tono convocante para plantear los tres ejes de la nueva etapa del gobierno: derechos sociales, seguridad y desarrollo sustentable. El ambiente a ratos se tornó distendido. Incluso, en la mitad de su alocución, el mismo Mandatario preguntó a los asistentes si tenían paciencia. “¡Nooo!”, le respondieron desde la derecha. Ante aquella reacción, el Gobernante bromeó que se iba a guardar entonces la parte de seguridad, lo que desató algunos cuestionamientos de ese sector.
Aunque en La Moneda transmitían que su discurso sería más breve que el año anterior -que se extendió por dos horas y 20 minutos-, lo cierto es que la alocución del Presidente Gabriel Boric terminó transformándose en la más larga desde el retorno a la democracia, con tres horas y 36 minutos. Así, destronó al exmandatario Patricio Aylwin, quien en 1993 tuvo una intervención de 190 minutos.
La extensión de su discurso marcó a ratos el ambiente de los presentes. Cuando alcanzaba casi dos horas dirigiéndose al Congreso, algunos parlamentarios (de oficialismo y oposición) e, incluso, presidentes de los partidos de gobierno, como Natalia Piergentili (PPD) y Marco Velarde (Comunes), salieron un rato del Salón de Honor para ir a tomar café, fumar y también para cargar sus celulares. Varios se excusaron diciendo que se quedaron sin batería.
El episodio provocó intercambios en redes sociales. La diputada Camila Flores (RN) publicó: “Diputados de gobierno abandonan plenario en la cuenta pública de su gobierno y dejan solo a su Presidente”, lo que fue refutado por su par Gael Yeomans (CS), quien manifestó: “Aquí estamos, diputada, parece que quienes faltan son parlamentarios de tu bancada”.
El Jefe de Estado, debido a lo largo de su discurso, incluso pidió “paciencia” a los presentes, haciendo alusión a que hay materias, sobre todo en el ámbito regional, que también había que destacar.
Más allá de eso, al igual que en su primera rendición de cuentas ante el Congreso Pleno, el Jefe de Estado tampoco se tomó una foto oficial con sus ministros.
Sólo minutos antes de salir desde el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, Viña del Mar, en dirección al Congreso Nacional, en Valparaíso, el Mandatario subió una selfie a redes sociales junto a la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD). “Saliendo de Cerro Castillo junto a la ministra @Carolina_Toha a rendir la #CuentaPública2023 ante el Congreso Nacional y todo el país”, escribió.
Boric estuvo hasta tarde, incluso trasnochando, en Cerro Castillo para afinar el mensaje que entregó en el Salón de Honor del Poder Legislativo junto a Tohá y a la ministra secretaria general de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo (PC). “Durmieron cerca de dos horas”, comentaban personeros de gobierno.
En esa tarea también fue apoyado por personal de la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda (Dipres).
En las afueras del Congreso, en tanto, antes del arribo del Presidente, los preparativos avanzaban lentamente. De hecho, en la comisión de pórtico (el grupo de senadores y diputados que reciben en las escalinatas a los invitados oficiales), los únicos puntuales fueron los diputados Jorge Rathgeb (RN), Cristhian Moreira (UDI) y Mónica Arce (independiente ex Partido Humanista). Durante varios minutos, ellos eran los únicos dando la bienvenida a ministros y otros dignatarios.
Una de las llegadas más aplaudidas fue la de la expresidenta Michelle Bachelet, debido a que la presencia de un exmandatario(a) es muy inusual en este tipo de ceremonias. El último precedente fue la asistencia de Eduardo Frei Ruiz-Tagle en 2009, en momentos en que emprendía una nueva aventura presidencial. En esos años, Frei era senador, pero aun así rara vez también él asistió siendo parlamentario, salvo en los años en que le tocó presidir la Cámara Alta (2006-2008).
Antes de la llegada de Boric, uno de los perros callejeros, adoptados por personal del Congreso y que ya son habitantes del sector, hizo pasar inconvenientes al equipo de producción. Se acostó en la alfombra roja y se resistía a salir del lugar por donde iba a pasar el Presidente. En todo caso, algunos de los canes también fueron engalanados con collares que simulaban cuellos con corbata.
Sorpresivamente, la corbata también apareció en la vestimenta de algunas figuras de Apruebo Dignidad, como el subsecretario de Desarrollo Regional, Nicolás Cataldo (PC), y el diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, quienes lucieron en forma excepcional este atuendo.
El paso por la alfombra roja de Irina Karamanos, pareja del Mandatario, también generó expectación. Ella venía junto al hermano del Presidente, Tomás Boric. Karamanos vestía un traje con pantalones azul marino, mientras que el menor de los Boric lucía un ambo rosado.
Al subir por las escalinatas, tras llegar a bordo del tradicional Ford Galaxie, Tohá iba al lado de Boric, pero sólo al comenzar a saludar a los parlamentarios se situó detrás del Mandatario. A esa hora ya habían llegado, algunos de ellos casi al filo, todos los legisladores designados en la comisión de pórtico. Sin embargo, la puntualidad que tuvieron Moreira y Arce la hicieron valer al momento de saludar al Presidente, a quien retuvieron por algunos segundos para plantear demandas. Incluso, el diputado UDI le expresó latamente sus inquietudes a Boric, a quien no le soltaba las manos.
El diputado Mauricio Ojeda (republicanos), quien estaba ubicado escalones más arriba, también retuvo un breve tiempo al Jefe de Estado para exigirle firmeza contra la delincuencia y el terrorismo. Para desearle fuerza -según explicó después- intentó regalarle una chapita de su colectividad. Boric se rio, pero no se la aceptó. Tampoco Tohá.
En su intervención, el Presidente asumió un tono convocante para plantear los tres ejes de la nueva etapa de gobierno: derechos sociales, seguridad y desarrollo sustentable. Incluso, en algunos momentos intentaba entablar diálogo con los legisladores especialmente de derecha, que escasamente aplaudieron durante la alocución presidencial. “A quienes murmuran...”, los emplazó en un momento, luego de que se escucharan murmullos de dirigentes opositores ante el interés de Boric de reponer la reforma tributaria para abordar temas como el fin al CAE o la deuda histórica de los profesores.
El ambiente a ratos se tornó distendido. Incluso, en la mitad de su discurso, el mismo Boric preguntó a los asistentes si tenían paciencia. “¡Nooo!”, le respondieron desde la derecha. Uno de los más expresivos al dar la respuesta negativa fue el diputado Diego Schalper (RN). Ante aquella reacción, el Gobernante bromeó que se iba a guardar entonces la parte de seguridad.
Esa broma, en todo caso, desató algunas críticas de la oposición. El propio Schalper usó su cuenta de Twitter para rechazar el episodio. “La crisis delictual y de violencia no es para bromas, Presidente. Y los anuncios de seguridad: insuficientes y tangenciales. Ya son pocas las personas que le creen. Con estas cosas, serán menos. ¡Háganse cargo!”, publicó, a las 13.08.
También hubo otro lapsus del Presidente: dijo “derecha” en vez de “derecho” mientras citaba a la poetisa Gabriela Mistral, lo que motivó sonrisas y ciertas burlas. “Difícil que Gabriela Mistral hablara de la derecha”, salió al paso Boric, generando algunos aplausos de la oposición.
Pero no solo ese episodio generó aplausos, sino que también otros pasajes del texto que leyó. Casi al final de su alocución, el Jefe de Estado realizó un guiño al ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, quien ha sido cuestionado por la oposición debido a las orientaciones para la inclusión de las personas de la diversidad sexual que presentó su cartera, lo que derivó en que algunos empujaran la idea de una acusación constitucional. Ante eso, Boric manifestó: “No es aceptable que un ministro tenga que dar explicaciones especiales por una política pública por ser homosexual”. Esto, a raíz de algunas críticas que realizaron parlamentarios de derecha aludiendo a su orientación sexual.
Tras las palabras del Mandatario, se desataron los aplausos de los presentes del oficialismo y el propio Ávila se puso de pie para agradecer el gesto.
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