La apuesta socialista por “abrazar” a Izkia Siches
Ante las complejidades que ha enfrentado en la cartera, la ministra del Interior ha encontrado un inesperado aliado: el Partido Socialista. En esa colectividad -y sobre todo a nivel parlamentario-, la secretaria de Estado ha cultivado buenas relaciones, a diferencia de su par de la Segpres, Giorgio Jackson. Plantearse como un partido leal al Ejecutivo, es una de las razones que esgrimen para blindar a la secretaria de Estado.
Fueron contados con los dedos de las manos los oficialistas que, tras el error que cometió a inicios de abril al entregar información falsa en la Cámara de Diputados, salieron a respaldar a la ministra del Interior, Izkia Siches.
El silencio del Partido Comunista y otros sectores de Apruebo Dignidad fue resentido por esos días en la cartera, donde reconocían que el traspié de la secretaria de Estado fue una equivocación de proporciones y que podía terminar incluso en su salida del gabinete.
Por eso, el espaldarazo que le dieron importantes figuras del Partido Socialista a Siches sorprendió a la secretaria de Estado, quien este martes superó una acusación constitucional en la Cámara de Diputados, la que fue desechada por 84 votos a favor (de la cuestión previa), 57 en contra y 2 abstenciones.
Los gestos de los socialistas no fueron al azar y así lo reconocen dirigentes de esa colectividad. Pese a la mala evaluación que hubo en la interna respecto del episodio -en que la titular de Interior acusó al gobierno anterior de haber ocultado el retorno de un avión con migrantes expulsados del país-, senadores como José Miguel Insulza y Álvaro Elizalde se coordinaron y salieron a darle su apoyo públicamente.
“Cuando vas a dar una información sobre asuntos de migraciones, preguntas en Dirección de Migraciones ¿Con quién querían que consultara la ministra? Esa fue la entidad que le entregó la información (...). Este no es un error de la ministra del Interior. Ella sólo reprodujo la información que le dio un servicio especializado (...) Las críticas son desmedidas”, dijo Insulza durante esa jornada.
Mientras que, ese mismo día, Elizalde interrumpió sus actividades en el Senado y cruzó a buscar a la prensa que por esos días cubría la Convención Constitucional. “La ministra Siches, efectivamente, ha cometido un error. Como es una persona valiente ha reconocido ese error y ha ofrecido las disculpas correspondientes al exministro Delgado y su equipo. Es evidente que se le entregó una información errada”, manifestó en la ocasión.
El episodio -que arropó a Siches en uno de sus momentos más críticos y que agradeció al entonces presidente subrogante del PS, Andrés Santander-, marcó un hito en la relación de la titular de Interior con esa colectividad, la que ha logrado afianzar en los últimos meses.
Dirigentes socialistas aseguran que los gestos hacia Siches no son al azar y responden, primero, a que el PS ha buscado erigirse como un partido extremadamente leal al gobierno de Boric. Esto, pese a que senadores socialistas -principalmente Fidel Espinoza y Alfonso de Urresti- han sido especialmente críticos con el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, por su rol en la cartera y porque a él le atribuyen el fin del Senado que quedó plasmado en el proyecto de nueva Constitución que elaboró la Convención Constitucional.
Más allá de eso, las mismas fuentes destacan que esta “lealtad socialista” quedó nuevamente en evidencia ayer cuando fueron sus diputados los que viabilizaron la aprobación del proyecto de infraestructura crítica que otorgará al Mandatario más herramientas para desplegar a las FF.AA. en zonas de alta conflictividad como el sur del país. En esa votación, sin embargo, solo dos integrantes de Apruebo Dignidad respaldaron la medida que el gobierno podría aplicar.
Pero, además, dicen en el PS, el hecho de que el propio Ejecutivo le atribuyera -en parte- a la figura de Siches el triunfo de la segunda vuelta, hacía imposible que una salida anticipada de la expresidenta del Colegio Médico no expusiera al propio Presidente. “Habría sido muy complejo”, sostiene un dirigente de ese mundo.
Cercanos a Siches reconocen que la relación con el PS se ha vuelto cada vez más fluida, algo no menor considerando su calidad de independiente. Con las tempestades superadas, la ministra ha logrado cultivar buenos lazos con la bancada de diputados y también con senadores como De Urresti. De hecho, fue este último quien en mayo pasado -tras una reunión a la que llegaron diputados, senadores y la directiva anterior del PS a un almuerzo con Siches-, llamó a sus socios de Apruebo Dignidad a no darse gustitos personales y respaldar la fórmula de estado de excepción intermedio que por esos días estudiaba la titular de Interior y que finalmente se terminó desechando.
En la amistad PS-Siches, dicen en el gobierno, ha tenido un rol fundamental Ana Lya Uriarte (PS), quien asumió como su jefa de gabinete tras la salida de Roberto Estay.
Uriarte -quien es una figura del bacheletismo- representa una línea directa con la nueva presidenta de la colectividad, Paulina Vodanovic. Ambas, señalan en ese partido, son buenas amigas y conversan permanentemente, lo que también ha ayudado en las relaciones entre la cartera y la directiva PS.
De hecho, entre los socialistas aseguran que muchos de los reclamos que se levantan en contra de Jackson han pasado por Siches.
La diputada y vicepresidenta PS Daniella Cicardini abordó la relación entre los socialistas y Siches, y sostuvo que “somos un partido de gobierno, leal, fiel al Presidente. Tenemos experiencia de gobernar y ser parte de una coalición”.
Y agregó: “Por ser ministra del Interior, por ser mujer, lamentablemente va a tener dificultades por el machismo en la política, y la sororidad que puedo entregar, como parte de un partido feminista, obviamente la ministra va a tener un trato especial”.
Otro episodio que recuerdan en el gobierno fue el gesto que el ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS), le hizo a Siches en el consejo de gabinete del 26 de abril. En esa oportunidad, el histórico militante socialista felicitó a la ministra por su gestión tras los episodios controvertidos que había protagonizado justamente a inicios de ese mes.
El vínculo de Siches con el PS contrasta con las tensiones que marcaron el inicio de la relación con su subsecretario, Manuel Monsalve (PS).
En otros sectores del oficialismo, en todo caso, ven la solidaridad socialista con Siches con suspicacia. Dirigentes del bloque aseguran que un partido como el PS no se mueve al azar en estas materias y que, ante un eventual cambio de gabinete, tendrían en Interior un espacio que pelear.
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