La áspera y distante relación que hasta ahora han marcado los nexos del Partido Republicano con La Moneda
La colectividad de José Antonio Kast se posicionó como la más fuerte tras los comicios del Consejo Constitucional, lo que ha generado que varios se cuestionen si habrá una relación más fluida o no con el gobierno, contra el cual el exabanderado presidencial ha levantado una dura ofensiva.
“Felicitaciones por el triunfo”, fue el comentario que ayer el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, les comentó a los diputados del Partido Republicano, luego del aplastante triunfo de esa colectividad en las elecciones del Consejo Constitucional.
La tienda fundada por José Antonio Kast consiguió 23 de 51 escaños en el nuevo órgano, siendo la fuerza mayoritaria del Consejo Constitucional, pudiendo tener poder de veto ante el quórum de 3/5 de la aprobación de las normas constitucionales.
Un comentario de amistad cívica de parte de Elizalde, como dicen los diputados, a los que se han sumado otros gestos a la colectividad, entre ellos, que hoy en la mañana fuera recibido en La Moneda por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, el consejero electo Héctor Urban junto a la secretaria general de republicanos, Ruth Hurtado, luego de que Urban sufriera un atentado en La Araucanía con balazos en su casa. Ahí también participó el consejero electo Antonio Barchiesi, quien aprovechó para hacerle un gesto al requerimiento que presentó -junto al abogado Ronald Von der Weth- al Tribunal Constitucional para declarar inconstitucional a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
Y es que los republicanos hoy se han convertido en uno de los partidos más solicitados por el poder alcanzado. De ahí que algunos estiman que el gobierno podría generar nuevos acercamientos con la tienda, lo que hasta ahora no se ha producido.
Las señales de los republicanos, en todo caso, han apuntado a no generar vínculos con el Ejecutivo, al menos en lo público. Así, por ejemplo, la directiva presidida por el exdiputado Arturo Squella decidió restarse de un encuentro convocado por el Presidente Gabriel Boric con todos los partidos políticos, luego del asesinato del cabo de Carabineros Daniel Palma.
Además de eso, el propio Kast ha levantado una dura ofensiva contra el gobierno del Presidente Gabriel Boric. Y, en más de una ocasión, ha tenido una visión negativa sobre su gestión. Así, la relación ha sido áspera entre esa colectividad y La Moneda. Por ejemplo, Kast en su discurso del domingo, tras el triunfo en las elecciones, indicó que “muchas cosas se desploman (...) como la aprobación presidencial. Los chilenos necesitan con urgencia que este gobierno comience a gobernar y se haga responsable de garantizar el orden, la prosperidad y la paz de todos los chilenos”.
De igual forma, en entrevista con La Tercera Domingo del 11 de diciembre pasado, el exdiputado, al ser consultado si encontraba algo bueno de esta administración, sostuvo que “lamentablemente, no encuentro nada positivo al gobierno del Presidente Boric”.
Pero no se ha quedado solo en eso, sino que el exabanderado también apunta directamente a Boric en varias de sus publicaciones de Twitter. El pasado 3 de mayo escribió: “Un Presidente ausente: sin dirección, sin rumbo, sin voz. Chile está en el suelo y este gobierno es incapaz de levantarlo”.
En la colectividad además la línea discursiva apunta a “reconstruir” el país luego de “una mala administración”, apuntando justamente a la gestión de Boric. Eso, por ejemplo, quedó de manifiesto en una entrevista de Squella a este medio, el 5 de febrero pasado, donde señaló que “nos estamos preparando con Kast para reconstruir el país tras el mal gobierno de Boric”.
Asimismo, el Partido Republicano ha sido el único partido de derecha que no ha acudido a los encuentros del Ministerio de la Cultura con las distintas colectividades para abordar lo que será la conmemoración del gobierno del aniversario número 50 del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Antes da la llegada de Squella a la cabeza del partido, el entonces presidente de republicanos, Rojo Edwards, acudió -en agosto del año pasado- a una reunión convocada por la entonces ministra del Interior, Izkia Siches, para abordar con todos los presidentes de partidos el plebiscito del 4 de septiembre. Si bien en esa ocasión el senador asistió -junto a los diputados José Carlos Meza, Johannes Kaiser y Juan Irarrázaval-, su presencia generó molestia en el partido. Un malestar que se lo hicieron saber.
Las otras señales de La Moneda
Desde republicanos afirman que de momento no hay más encuentros programados con el Ejecutivo, mientras que en La Moneda han señalado que todavía no hay una estrategia definida de cómo abordarán la relación con el partido de Kast, y que en esa línea están a la espera de que decante el “escenario triunfalista” de la colectividad.
En ese sentido, en La Moneda están a la espera de ver lo que son las señales de Chile Vamos, coalición que agrupa a la UDI, RN y Evópoli, y que ha sido más dialogante con el gobierno, al ser de una derecha considerada “más moderada”. Este bloque consiguió 11 escaños en el Consejo Constitucional, por lo que también será un sector relevante.
En Palacio, eso sí, ya han dado algunas señales con republicanos. Además del saludo de Elizalde y la visita del consejero Urban a la casa de gobierno, un gesto relevante fue que, apenas concluida la elección, Boric manifestó que “quiero invitar al Partido Republicano a no cometer el mismo error que cometimos nosotros en su momento. Este proceso no puede ser de ‘vendettas’, sino de poner por delante a Chile y a su gente antes que los intereses partidistas o personales”.
Otra señal fue una reunión del ministro de Hacienda, Mario Marcel, el 24 de abril con la directiva de republicanos para abordar la reforma tributaria. Si bien el encuentro fue previo a las elecciones, dicha reunión -hasta ahora desconocida- fue revelada por el propio jefe de las finanzas el martes. “Les pedimos sus propuestas, estamos a la espera”, dijo Marcel.
En todo caso, en el Ejecutivo esperan que los republicanos se “moderen” respecto de sus posturas, ya que han sido parte de una derecha más dura en el espectro político. En ese sentido es que durante el último tiempo han dado gestos de buscar acuerdos a nivel político para disipar la idea de que no quieren una nueva Carta Magna, al no haber apoyado el “Acuerdo por Chile” del 12 de diciembre que dio paso a un nuevo proceso constituyente.
“Ha pasado poco tiempo desde la elección. El gobierno no ha tenido particularmente un cambio con nosotros. Me preocupa más la actitud que ha tenido la izquierda hacia el Partido Republicano, y cómo están intentando provocar a Chile Vamos haciéndoles creer que nosotros estamos incidiendo en ellos”, dice el subjefe de bancada republicano, Agustín Romero.
Durante esta jornada, los republicanos -tanto consejeros electos como directiva y el propio Kast- se congregaron en el Hotel Boutique BCW Casablanca para sostener una reunión de trabajo y analizar cómo abordarán el trabajo en el Consejo Constitucional.
La relación con Elizalde
Las felicitaciones de Elizalde, en todo caso, fueron valoradas por los republicanos, pero más allá de los saludos de manos, el trato entre Elizalde y los diputados de esa colectividad se ha limitado a conversaciones muy superficiales. De hecho, tras asumir en la Segpres, el lunes el 24 de abril, Elizalde recorrió todas las bancadas de la Cámara para presentarse y saludar a sus representantes.
Ese día, sin embargo, el diputado republicano Mauricio Ojeda, uno de los “más duros” de la bancada, le lanzó una broma: “Perdió cinco segundos de su tiempo, ministro”. Aunque el exsenador no lo tomó mal, pero algunos republicanos empezaron a bromear para distender el momento: ”No pierda el tiempo con él (Ojeda)”.
Pese a que el titular de la Segpres y Moreno tienen una relación cordial, ello no se ha traducido en ninguna reunión formal de trabajo, para compartir visiones políticas o negociar proyectos.
En el caso del Senado, rama del Congreso que Elizalde presidió hasta marzo y de la que formó parte por cinco años, el ministro tiene una comunicación más fluida, incluso fraterna, con los dos senadores republicanos: Rojo Edwards y Carmen Gloria Aravena. De hecho, cuando se produjo el incidente en la Comisión de Seguridad del Senado -Elizalde trató de bruto al senador de Evópoli, Felipe Kast-, Aravena, quien estaba en esa sesión, inmediatamente intercedió para tratar de que el conflicto no escalara.
No obstante, tras los resultados del domingo, si bien el secretario de Estado sostuvo algunas conversaciones con los senadores republicanos, no se abordaron temas más estratégicos respecto de cómo debiera continuar la relación de los republicanos con el gobierno.
Hoy la apuesta de los senadores republicanos es que con el nuevo peso en el Consejo Constitucional sean más considerados por La Moneda en la discusión de políticas públicas. De hecho, el senador Rojo Edwards ayer fue uno de los que emplazaron al Presidente Boric a moderar su programa.
El gran problema de Elizalde en su relación con los republicanos, sin embargo, no son sus legisladores, sino su líder, José Antonio Kast, quien desde hace año lo viene hostigando redes sociales y medios de comunicación por el antiguo vínculo que tenía el actual ministro socialistas con el exalcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, quien fue acusado por los delitos de cohecho, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
La última vez que Kast troleó a Elizalde fue el 25 de abril, cuando ocurrió el incidente en la Comisión de Seguridad. El líder republicano posteó una foto de Aguilera con el exsenador socialista, con el comentario “bruto”.
Otro antecedente importante de la relación entre republicanos y La Moneda es el respeto mutuo que se tienen Boric y Squella. Ambos fueron parte de la Comisión de Constitución de la Cámara.
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