La batalla por Tarapacá: Frente Amplio y Republicanos se juegan últimas cartas judiciales para dar vuelta resultado o retener a constituyentes
Hoy el Tricel está realizando un reconteo de sufragios en 26 mesas de esa circunscripción, que hasta el momento se está resolviendo por un puñado de votos. Ese detalle podría ser decisivo para que la derecha (Chile Vamos y el Partido Republicano) retenga los 2/3 del órgano electo, lo que le da a la oposición un control absoluto del proceso.
Sólo cuatro reclamaciones de los últimos comicios al Consejo Constitucional llegaron a manos del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).
Sin embargo, el caso más complejo es el de la elección de Tarapacá, que hasta el momento se está resolviendo por un puñado de votos. Ese detalle podría ser decisivo para que la derecha (Chile Vamos y el Partido Republicano) retenga los dos tercios del órgano electo que afinará la propuesta de nueva Constitución, lo que le da a la oposición un control absoluto del proceso constituyente. Aquella delicada mayoría, incluso, concitó la presentación de dos reclamaciones opuestas.
En esta elección -donde la tienda que lidera José Antonio Kast se estaría quedando con los dos escaños que reparte la Primera Región-, el Partido Comunes, una de las colectividades ejes del Frente Amplio, pidió revisar la elección completa.
Por el contrario, los republicanos también solicitaron la revisión de los escrutinios en Tarapacá, pero con el fin de sumar más sufragios en favor de sus candidatos, ya que, según sus antecedentes, habrían sido perjudicados con la presunta excesiva calificación de votos nulos, en circunstancias de que algunos debieron ser consignados como “objetados” cuando expresaban una clara preferencia.
En esta jornada, el Tricel acordó abrir 26 urnas de esa región para proceder a un nuevo escrutinio.
En este procedimiento han participado el presidente del tribunal, Juan Eduardo Fuentes Belmar y los ministros Jorge Dahm Oyarzún, Adelita Ravanales Arriagada y Jaime Gazmuri Mujica.
Si bien ayer Ravanales y Gazmuri eran partidarios de hacer una revisión incluso más amplia, debido a la estrechez de la votación -como forma de dar más muestras de ecuanimidad y transparencia-, al final, en una resolución dividida, el Tricel se inclinó por concentrarse en las mesas que presentaban más problemas.
En esta revisión estará la mesa 1 de Colchane, donde se registró un evidente error de tipeo -reconocido por el oficialismo y la oposición-, que terminó dando vuelta el resultado al día siguiente de la jornada electoral de 7 de mayo.
Hasta esa noche, por la Región de Tarapacá figuraban como “presuntamente electas” Ninoska Ayauna (P. Republicano) y Romina Ramos (Comunes), repartiendo equitativamente para el oficialismo y la oposición los dos escaños regionales, a pesar de la mayoría que había logrado la derecha.
Sin embargo, el problema quedó en evidencia luego de que se difundieran las actas de la mesa 1 del Liceo Técnico Profesional de Colchane, que mostraba que la lista del Partido Republicano sumaba 143 votos.
Sin embargo, al momento ser ingresados los datos al sistema computacional, esos 143 votos aparecían asignados al pacto Todo por Chile (PPD, DC y radicales), que según las actas sólo había logrado dos sufragios. Por el contrario, la votación de la lista de las antiguas fuerzas de la Concertación fue mal registrada como parte de los resultados de los republicanos en esa mesa.
Debido a este error, la mesa 1 figuraba como descuadrada en la plataforma del Servel, pero como predomina la información del acta, fue corregida durante la mañana siguiente.
Ello se tradujo en que la lista del Partido Republicano subiera a 59.554 votos (41,23%), lo que le permitió doblar al pacto de Unidad para Chile (Frente Amplio, PC, PS, FREVS y Acción Humanista) que obtuvo 29.739 sufragios (20,59%). Con ese resultado, en base a las normas de repartición electoral, el partido de Kast logró un segundo escaño para Sebastián Parraguez, mientras que Ramos perdía su calidad de “presuntamente electa”.
Desde otro punto de vista, al oficialismo le faltaron 34 votos más para evitar el doblaje republicano, situación que podría revertirse con la revisión de las 26 mesas que están siendo escrutadas nuevamente por el Tricel.
No obstante, la jugada de Comunes ante la justicia electoral va más allá y a través de su presentación se pide la nulidad de los comicios en Tarapacá, lo que incidiría en que la jornada electoral tendría que repetirse en esa región o bien en las comunas, locales o mesas que disponga el Tricel, si es que es acogida esa solicitud.
Entre los argumentos que aporta la colectividad frenteamplista figuran problemas en la constitución y funcionamiento de algunas mesas y la doble votación que habrían realizado algunos electores indígenas (en su mayoría del pueblo aimara), ya que aparentemente por desconocimiento algunos vocales les facilitaron dos papeletas para sufragar, en circunstancias de que el votante debía optar por una (elección general o de pueblos originarios). El escrito menciona 28 casos de votos duplicados.
Sólo en subsidio, si es que la nulidad de la elección no es concedida, Comunes pide un escrutinio completo.
Según la base de datos del Servel, las mesas descuadradas sumaban 151 en toda la región, pero al final sólo se realizará el reconteo en 26.
Sin embargo, desde la perspectiva del partido de Kast el reconteo debiera favorecerlos, ya que -a juicio de ellos- había inconsistencias en 39 mesas, que debieran asignarles a sus candidatos 566 votos más.
Otros casos pendientes
Una vez resuelta la situación de Tarapacá -que si es revertida en favor del Frente Amplio obligaría también a volver a corregir un ajuste de paridad que afectó a candidatos de Chile Vamos en la Región de Coquimbo-, el Tricel podría terminar la calificación de las elecciones y ratificar a los ganadores en todo el país.
No obstante, hay otras reclamaciones pendientes. La primera de ellas fue presentada por Carlos Cid Moreno, ciudadano del Biobío, quien en un texto de sólo dos párrafos buscaba objetar todo el proceso eleccionario. “Es mi deber como contralor ciudadano impugnar este proceso, debido a que carece de validez y no resguarda mínimas garantías.... No tiene ni pies ni cabeza, lo que además es costeado con el dinero de todos los chilenos, por lo que no podemos darnos el lujo de equivocarnos nuevamente”, dice el escrito que simplemente se dio cuenta en el Tricel, pero que probablemente no tenga destino favorable al no haber más pruebas ni fundamentos de su reclamación.
La segunda presentación fue ingresada por el candidato del Partido Republicano en La Araucanía, Mario García, quien por el ajuste de paridad no fue declarado presuntamente electo por el Servicio Electoral y en su reemplazo se designó a su compañera de lista, Mariela Fincheira. A través de su reclamación, plantea que su colectividad, al ser la más votada, no debió haber asumido el ajuste, sino que esa corrección debió ser aplicada a los postulantes de Chile Vamos. Su causa está hoy en acuerdo.
Adicionalmente, el Partido Socialista también tenía una queja por un ajuste de paridad, que afectó a Raúl Allard (PS) y benefició a Kinturay Melin (RD) en la Región de La Araucanía. No obstante, el PS optó por no judicializar el caso.
“Habiendo la posibilidad de recurrir hemos preferido no hacerlo. Preferimos respetar el resultado y no entrar en otras alternativas que pueden demorar la constitución de este órgano tan importante (el Consejo Constitucional)”, dijo la senadora y presidenta socialista, Paulina Vodanovic.
Si bien el Tricel tiene plazo hasta el 6 de junio para culminar su tarea y dar paso a las respectivas notificaciones oficiales, que prologarían la instalación del Consejo (uno de las tres instancias encargadas de redactar la nueva Carta Fundamental), la meta que se han propuesto las autoridades del gobierno y el Congreso es que el trabajo del nuevo órgano comience el 7 de ese mes.
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