La caída definitiva del rey del R&B: R. Kelly es detenido por nuevos delitos sexuales y pornografía infantil

Por casi dos décadas, el cantante estadounidense R. Kelly ha enfrentado diversas denuncias relacionadas a delitos sexuales y relaciones abusivas con menores de edad. Ahora el músico, uno de los artistas más exitosos de R&B, recibe de alguna manera el tiro de gracia: este viernes fue detenido en Chicago, acusado por las autoridades federales de 13 delitos sexuales, entre ellos pornografía infantil, seducción de menores y obstrucción a la justicia, indicaron medios internacionales.

El artista, famoso por temas como Bump and Grind, Ignition y el clásico I believe I can fly, enfrenta así uno de sus peores momentos, considerando que aún tiene abierto un proceso paralelo en la misma ciudad de Chicago, donde está acusado de abusos sexuales contra cuatro mujeres, tres de ellas menores de edad. Por estos reclamos se entregó a la justicia en febrero pasado, aunque declarándose inocente de todos los cargos. Rápidamente quedó en libertad tras pagar una suma de US$ 100.000 como fianza.

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Pero la noticia que envuelve hoy a R. Kelly no sorprende del todo. En 2002, Kelly fue acusado por creación y posesión de pornografía infantil por la policía de Chicago, lo que comprendió grabaciones de actos sexuales explícitos con una presunta menor de edad. Las autoridades aseguraron entonces que él había registrado cada uno de estos videos. Finalmente, en 2008, el jurado determinó que no había pruebas suficientes para establecer que la joven del video era menor, y todos los cargos fueron retirados. R. Kelly fue declarado inocente.

Todas estas acusaciones contra el intérprete, hoy de 52 años, revivieron tras el estreno de la serie documental Surviving R. Kelly, exhibida a inicios de este año por la cadena Lifetime. En ella se relata la historia del músico, su salto a la fama en los años 90, pero también el testimonio de una joven que junto a otras chicas habrían vivido como "esclavas sexuales" en la mansión del cantante.

No era primera vez que salía a la luz algo como eso: en 2017, un reportaje del medio Buzzfeed News reveló que el cantante vivía con un grupo de jóvenes a quienes trataba como esclavas sexuales, la mayoría de ellas aspirantes a cantantes. "Él decide qué comen y cómo se visten, no les permite salir sin su permiso y exige que las entrenen en las prácticas sexuales que más le gustan", decía parte del artículo.

Los padres de las chicas hicieron públicos los hechos: prácticas que fueron corroboradas por personas que habían integrado el círculo íntimo del artista. "Estas chicas necesitan ayuda, por todas las cosas que él te mete en la cabeza", dijo en el mismo reportaje Asante McGee, una mujer que había trabajado con el músico y que además reveló "haber visto y participado" en actos en los que no estaba "de acuerdo".

Pero fue producto del documental estrenado este año que la Fiscalía de Chicago imputó a Kelly: un proceso que sigue en curso y que podría condenarlo a entre tres y siete años de cárcel por cada acusación de ser encontrado culpable.

Un mes después de la exhibición de la serie sobre su vida -tras ser liberado bajo fianza-, el artista brindó una entrevista a CBS This Morning. En los 80 minutos de conversación con la presentadora Gayle King, tuvo una conducta errática, donde terminó llorando, levantándose y gritando a la cámara. "He sido asesinado, he sido enterrado vivo. ¡Pero estoy vivo!", dijo entre sus reclamos. Volvió negar cada una de las denuncias en su contra, y acusó a las denunciantes de moverse solo por dinero. "Todo el mundo dice algo malo sobre mí. Nadie dice nada bueno. Estaban describiendo a Lucifer, pero no soy Lucifer. Soy un hombre, cometo errores, pero no soy un demonio y de ninguna manera soy un monstruo", apeló. King le consultó por qué había accedido a dicha entrevista, a lo que Kelly respondió: "Estoy muy cansado de todas estas mentiras. He estado escuchando cosas, viendo cosas en los blogs y, ya sabes, estoy sencillamente cansado".

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Previamente, Kelly fue vinculado a otros escándalos. En 1994 se casó con la cantante Aaliyah, cundo él tenía 27 años y ella supuestamente 18. Pero pronto el matrimonio fue anulado cuando se comprobó que la artista -fallecida en 2001 en un accidente aéreo- tenía solo 15 años.

Años antes, cuando el músico tenía 24 años, fue acusado por su entonces novia Tiffany Kawkins, de 15 años, de "abuso emocional y físico". El caso, sin embargo, llegó a un resolución extrajudicial.

Otra chica con la que estuvo vinculado, llamada Tracy Sampson, lo denunció por "inducirla en una relación sexual indecente cuando tenía 17 años". También llegó a un acuerdo extrajudicial con ella.

En entrevistas posteriores, Kelly se mostró arrepentido de estos acuerdos, ya que se dice inocente y llegar a ellos presumiría su culpabilidad. Otra manera de defenderse ha sido su autobiografía, donde cuenta que él mismo fue víctima de abuso sexual cuando era niño. Según su relato, fue "violado por una mujer" desde los 8 años.