La cárcel de máxima seguridad para el crimen organizado anunciada por Boric no seguirá el “estilo Bukele” y se inspirará en Europa

Desde inicios de 2024 que el gobierno venía barajando la opción de construir una cárcel especial enfocada en el crimen organizado.

El aumento de casos relacionados a este tipo de organizaciones de los últimos meses, y la sobrepoblación carcelaria, llevaron a que los nuevos recintos penitenciarios se transformaran en una preocupación del Ejecutivo, en específico para el ministro de Justicia, Luis Cordero. De acuerdo a datos de Gendarmería actualizados al 31 de mayo de 2024, el uso de las instalaciones penitenciarias está sobrepasado en 33%. Actualmente existe capacidad para albergar a 41.931 personas en los distintos establecimientos penales y a la fecha hay 55.785 reos.

En un principio, como había adelantado La Tercera, eran dos las opciones que se manejaban: una en un sitio ubicado en Tiltil, a un lado de Punta Peuco, y la otra en terrenos militares que están ubicados al costado de Santiago1, en Avenida Pedro Montt, en la céntrica comuna. En las últimas semanas esta última fue la opción que encontró mayor acogida.

De hecho, esta mañana, y sin que estuviera en su plan de gobierno, el Presidente Gabriel Boric anunció el envío de un proyecto para crear una cárcel especial para la nueva delincuencia que se está viendo en las calles y que principalmente tiene su origen en bandas criminales extranjeras, con alto poder de fuego y extrema violencia.

“He instruido la construcción de un nuevo recinto especial de alta y máxima seguridad, concretando lo que se venía trabajando de hace tiempo por parte del Ministerio de Justicia. Esto permitirá el control efectivo de los criminales líderes de las bandas organizadas. Es una cárcel de máxima seguridad que será emplazada en la Región Metropolitana y tendrá un costo aproximado de $90 mil millones y aumentará en 500 las plazas, los cupos de este tipo de cárceles, por sobre lo que ya había mencionado anteriormente. Pero esto requiere, como he dicho antes, sentido de urgencia”, sostuvo el Jefe de Estado tras un comité político por seguridad.

Desde el Ejecutivo detallan que esas 500 nuevas plazas son específicamente para reos considerados de alto peligro social. Pero podría contar con más cupos, señalan. El nuevo recinto, que estará ubicado en el cuadrante penitenciario, colindante a Santiago 1 y a pasos del Centro de Justicia, pertenece hoy al Ejército. Es por ello que el gobierno está realizando varias gestiones para que la institución castrense permita que el lugar se reasigne a Justicia.

“Sobre las 600 plazas que actualmente tenemos en cárceles de alta y máxima seguridad, ya se habían anunciado anteriormente 756 nuevos cupos para este tipo de prisiones. De aquí al fin del gobierno tenemos planificados 100 plazas en la cárcel La Laguna y 100 plazas adicionales en Antofagasta, y este es un plan de infraestructura carcelaria que va de aquí al 2030″, agregó el Mandatario en su alocución.

Para concretar la creación, dijo el Presidente, enviará un proyecto de ley al Congreso “para exceptuar esta construcción de varios trámites y permisos que usualmente demoran la ejecución de estos proyectos, dada la prioridad que este tema reviste. Espero contar con la colaboración y sentido de urgencia del Congreso en esta materia”. Así las cosas, anunció la creación de una fuerza especial de Gendarmería “que esté capacitada para enfrentar estas amenazas con todo el apoyo del gobierno y lo mejor de la experiencia internacional. Son gendarmes que trabajarán en las cárceles de alta seguridad bajo un régimen especial, y estas facultades especiales necesitarán también la venia del Congreso mediante la aprobación de un proyecto de ley”.

A su turno, la ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo que esperaban que en 2025 comiencen los trabajos en las obras de construcción.

Desde el gobierno señalan que las celdas seguirán el mismo estilo que las actuales del Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas). Esto es con celdas individuales y construidas con material antivandálico, para evitar que los reos las destruyan y utilicen esos elementos como armas. Además, el establecimiento incluirá un circuito cerrado de TV con cámaras térmicas y para el reconocimiento facial. Pero también tendría nuevos elementos para fortalecer la seguridad al interior y evitar hechos como los acontecidos en las últimas semanas en la Repas, donde un grupo de imputados venezolanos, la mayoría ligada al Tren de Aragua y sus diversas células, provocó graves desórdenes.

Asimismo, contará desde un inicio con inhibidores de señal para los teléfonos celulares. En cuanto a la fórmula de construcción, esta sería bajo la vía de la concesión. Tohá, tras la alocución de Boric, respondió algunas consultas sobre la nueva cárcel. Respecto a la ubicación, dijo: “Preferimos no decirlo todavía, pero ya sabemos”. Luego se le preguntó sobre si este nuevo penal sería como las instaladas por el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele. La secretaria de Estado negó esa idea y apuntó hacia las cárceles del Viejo Continente.

“El modelo que nosotros tenemos hace referencia a las mejores experiencias de alta seguridad que hay en el mundo. Que se conocen, que están fundamentalmente instaladas en el continente europeo, donde se ha logrado inhibir la articulación o la coordinación de quienes están cumpliendo penas para la comisión de delitos. E inhibir también la posibilidad de que puedan tomar control de esos penales, como lamentablemente ha sucedido en muchos lugares. Nuestro modelo no es el modelo salvadoreño, pero es el modelo de alta seguridad que está internacionalmente validado y que creemos que nos puede dar mejores resultados”, cerró Tohá.

El exdirector de Gendarmería Christian Alveal, quien estuvo a cargo de la institución entre 2018 y 2022, valoró el anuncio. “Un anuncio necesario para el Estado. Estas políticas trascienden a un gobierno. Son políticas de Estado cómo enfrentar la delincuencia organizada que está afectando tanto la seguridad de los chilenos y chilenas. Siento que es imprescindible que este tipo de iniciativas se consideren muy relevantes para poder tener un mayor control de esta delincuencia organizada que hemos visto es totalmente distinta y que tiene una complejidad mucho mayor al común o habitual que nosotros conocíamos”, dijo a La Tercera.

“Este tipo de infraestructura lo que hace es adecuarse a esta nueva delincuencia y evitar que ellos generen gobernanza interna, hegemonía dentro de una cárcel y puedan reproducirse grupos criminales mucho más violentos para el país”, agregó Alveal.

La exautoridad sugirió que también se debería poner el foco en las visitas que reciben los presos considerados de alto riesgo. Por ejemplo, en el ingreso de encomiendas o en las visitas de sus abogados. “En otros países son grabadas en tiempo real, tanto visual como auditivamente. Y están siendo monitoreadas por una sala de control que ante cualquier atisbo de alguna comunicación relacionada con alguna actividad criminal la van a interrumpir y se van a formular cargos a quien pueda estar siendo parte de este tipo de planes”.

Por último, Alveal destacó la creación de un grupo de gendarmes especializado en cárceles de máxima seguridad. En ese sentido, señaló que los funcionarios que trabajen en dicho nuevo penal deberían tener un incentivo económico “por la realidad que van a enfrentar y riesgo asociado a esa población penal que van a custodiar en forma diaria y cotidiana”.