La carrera contra el tiempo por la Convención Constitucional: se licitó imagen y se busca resolver problema de aforo
La Constitución establece que el decreto presidencial fije el lugar de la primera sesión que no necesariamente deben ser los edificios contemplados para el trabajo constituyente, como el ex Congreso y el Palacio Pereira, ya que en ambos el salón es muy pequeño para respetar las reglas de distanciamiento social que impone el Covid 19.
“Nadie del gobierno me ha contactado”. “No sé nada de cómo va a funcionar esto”.
Esos son algunos de los reclamos de la mayoría de los constituyentes electos que expresan su sorpresa porque a 15 días de las elecciones en que se definieron 155 miembros de la convención que escribirán la nueva Constitución, no han recibido ninguna comunicación formal de ningún poder del Estado para ir despejando temas prácticos e iniciar el trabajo.
Por ahora no hay claridad ni de cuándo empieza formalmente el funcionamiento de la convención. Así lo explica el secretario ejecutivo de la unidad de Secretaría Administrativa de la Convención Constituyente (CC), Francisco Encina, aludiendo a que hay plazos constitucionales que se deben cumplir.
Lo primero es que el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) tiene 30 días desde la elección para calificar y emitir la nómina final de las personas electas certificando el buen uso de la cifra repartidora y la aplicación correcta de la paridad. Entonces, el plazo máximo entonces es el 16 de junio. Después tienen tres días para comunicarlo al Presidente Sebastián Piñera, quien cuenta con otros tres días más para poder convocar a la primera sesión de la convención.
“Todo ello significaría que como plazo máximo, la primera reunión debería ser la primera semana de julio”, acota Encina.
Una vez que el Tricel certifique a los 155 encargados de redactar una nueva Constitución, esta secretaría les hará llegar un dossier con información sobre aspectos administrativos sobre cómo reservar una sala, cómo se procederá al pago de su dieta, entregarán una guía operativa y su mail corporativo (que está bajo siete llaves).
También se está analizando la alternativa de realizar una jornada el día anterior para aspectos protocolares, como capturar las fotos para el sitio web y la reseña de cada constituyente, entregar la tarjeta de acceso a ciertos lugares, mostrar los espacios de trabajo.
“Puede que tomemos contacto muy preliminar con los constituyentes para darles tranquilidad explicando por qué no hemos tomado ningún tipo de contacto, porque debemos esperar al Tricel”, acota Encina.
Un amplio aforo
La Constitución establece que el decreto presidencial fije el lugar de la primera sesión que no necesariamente deben ser los edificios contemplados para el trabajo constituyente como el ex Congreso y el Palacio Pereira, ya que en ambos el salón es muy pequeño para respetar las reglas de distanciamiento social que impone el Covid 19.
“Nosotros estamos trabajando en todos los protocolos con Salud. Si la primera reunión será 100% presencial o no es una decisión que debe tomar el Presidente Piñera. Pensamos que debiese ser presencial, obviamente en un lugar habilitado para cumplir la normativa sanitaria”, indica Encina, manifestando que ya están evaluando distintos recintos públicos para mantener la distancia exigida. La decisión la adoptará Piñera.
En esa primera sesión, la Convención Constitucional deberá determinar el presidente y vicepresidente. ¿Y quién tomará esa acta?. “Esa es una muy buena pregunta, es una zona gris, porque no está estipulado en la Constitución quién tiene esa figura. Hay tiempo para definirlo, lo debería analizar el ministro Segpres, que tiene un rol más político. Eso escapa a mis atribuciones”, admite el secretario ejecutivo.
Si se mantienen los problemas de aforo, los convencionales tendrán que funcionar en sistema mixto, es decir, algunos presenciales y otros telemáticos, por lo mismo, tendrán su cuenta zoom protegida para sesionar.
También deberán aprender el sistema de votación que se implementará en la sala del ex Congreso con 155 escaños, “tendrán un computador en su asiento, podrán acceder a los archivos que se irán discutiendo, tendrán un micrófono, va a ser todo como un espejo de la Cámara de Diputados”, acota.
Primera sesión
Desde esta oficina se están evaluando todos los temas logísticos en vista de la primera sesión para brindarles apoyo especialmente a quienes lleguen de regiones, considerando pasajes, alojamiento, comida. Pero, además, han contemplado cómo será ese primer día, por lo que ya han activado licitaciones para proveer la transmisión audiovisual, la seguridad interna a cargo de civiles privados, los sistemas de enlaces, de generadores, transmisión eléctrica, disponer los espacios para que transmitan los medios de comunicación y los protocolos de acción por esas emergencias, como corte de luz o desmayos.
“Hay un sinfín de detalles que deben ser previstos, porque es un acto histórico que todo el mundo va a ver no sólo en Chile, sino que también en el extranjero, será algo relevante. No es menor lo que está pasando en la historia de este país, el mundo mira a Chile”, señala Encina, no sin admitir un poco de nerviosismo de que todo salga bien y no se olviden de nada.
Se prepara logo para la convención
También licitaron el diseño de una imagen corporativa de la convención, que contempla un logo y un nombre pensando en la primera transmisión audiovisual. Claro que los constitucionales lo podrán cambiar posteriormente: “está contemplado que este diseño sea una propuesta. No creo que vaya a generar una mayor problemática, porque es bien transversal. Ahora, si ellos quieren hacer cambios el día de mañana, eso se puede hacer, así está pensado”, aclara Encina al explicar que tanto el diseño como la transmisión deben estar disponibles con anterioridad, porque los plazos en el sistema de Compras Públicas no son rápidos. Acota que van avanzando en ciertas decisiones, pero resguardando siempre la autonomía de la convención.
Son dos edificios que albergarán a los constituyentes. Uno el ex Congreso ubicado en Santiago, al frente del Palacio de los Tribunales, en que la Cámara de Diputados facilitó los pisos -1, 1 y 2, quedando para ellos sólo el tercer piso, donde están las presidencias; mientras que el Senado cedió el hemiciclo o sala de sesiones, y algunos espacios más pequeños para oficinas. El Senado podrá seguir operando en Santiago.
En este lugar debe ocurrir todo lo legislativo con las comisiones correspondientes y las votaciones. Y donde funcionará la secretaría técnica que deberán definir los convencionales y que, en el fondo, será su apoyo técnico-jurídico.
El otro lugar será el Palacio Pereira, donde se están habilitando espacios amplios para que trabajen de manera particular o se distribuyan como bancadas. “Yo habilito espacios, ellos deciden cómo los ocuparán. Este edificio tendrá algunas salas y espacios físicos de trabajo que son individuales, pero no particulares, como una especie de cowork para cuya utilización debe hacerse una reserva”, remarca.
Aún está pendiente lo de servicios de cafetería en el Congreso, lo cual se está evaluando.
En total, hay un programa presupuestario alojado en la secretaría general de la Presidencia para la Convención Constitucional con un monto de $ 6.700 millones para este año, dividido en recursos humanos, unos $ 3.000 millones para pagar la dieta a los convencionales, y montos para la secretaría técnica y administrativa.
Además, está la asignación por $ 1.407 millones y $ 500 millones para lo que estimen en participación ciudadana. “Este presupuesto es por un año, en el fondo, parte en julio y termina en diciembre. Para el próximo año debe armarse de nuevo un monto para lo que ellos estimen pertinente”, concluye Encina.
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