La complejidad de llamarse Kast: Qué piensan los sobrinos del discurso de José Antonio

La violenta agresión que sufrió el ex candidato presidencial, José Antonio Kast, antes de impartir una charla en la Universidad Arturo Prat de Iquique, trajo otra vez  de visita un incómodo asunto entre la familia Kast: el discurso del ex diputado de la UDI, hoy muy debatido entre distintos sectores políticos.

El caso golpea directamente a los hijos de Miguel Kast, entre los cuales se encuentra el senador y fundador de Evopoli, Felipe Kast, y su hermano, el diputado del mismo partido, Pablo Kast. Aunque siempre han dejado claro su respeto por las posiciones políticas de su tío -mucho más a la derecha que las de ellos- y sus ideas valóricas abiertamente contrarias al matrimonio igualitario, por ejemplo, lo cierto es que en la familia Kast el tema no deja de ser complicado. Y en el caso de Felipe lo es más: ambos fueron candidatos presidenciales y como ha dicho en la prensa, muchas veces los confunden. Así, en esta vuelta,  mientras Felipe tuiteó: "Cobardes que se esconden en la masa para violentar a quien piensa distinto. Espero que todos levantemos la voz y condenemos la violencia política. Cuidemos la democracia", Pablo se lanzó contra el Frente Amplio por su negativa a aprobar un rechazo de la Cámara a la agresión sufrida por su tío José Antonio. "Es una preocupante validación a actos que no podemos tolerar en nuestra sociedad, vengan del lado que vengan. Este doble estándar no hace más que incitar al odio como medio de expresión cuando se habla de una ideología opuesta a la de ellos", dijo.

Pero la reflexión menos cuidada vino desde Tomás, el cuarto de los hermanos. En su cuenta de Facebook, donde condena la golpiza contra su tío, aclara que piensa "muy, pero muy distinto (al ex candidato)…de hecho creo que tiene ideas que yo considero retrógradas, teócratas, misógenas y discriminatorias frente a los homosexuales. Ideas que por cierto rechazo, y quienes me conocen saben muy bien que es así".

Agrega que "no por eso es aceptable la violencia que se observó en la universidad de Iquique. Que le peguen por ir a debatir a una universidad (lugar por excelencia para el debate), lo encuentro inaceptable. Lo más torpe del acto es que justamente se le hace un favor político a él por martirizarlo".

En su muro además manifiesta que los golpes no son la manera de derrotar a alguien que piense diferente. "Creo que a él le gusta la polémica fácil y la busca hábilmente. Por eso la mejor idea si usted (al igual que yo) no piensa como él, es dejarlo ser y no darle bola, dejándolo expresarse como en cualquier democracia, y que por la boca muera el pez, en vez de matar el pez a palos en la boca".

En esa línea, agregó a La Tercera PM: "No tengo ningún problema en que me tío piense como quiera pensar. Lo importante es que lo pueda expresar sin que lo linchen; él, Tellier, Gutiérrez o el que sea y en todos los espacios públicos". Y explica que "si las ideas que él propone son malas, se van a caer solas, por eso digo que no hay que darle bola".

Cuenta que piensa muy distinto a José Antonio Kast en lo valórico. "Lo encuentro misógeno en ciertos comentarios, sobre todo cuando se refirió al proyecto de ley de la despenalización del aborto. No puede referirse así a una mujer, quien tiene derecho a decidir sobre su cuerpo. Encontré machista su comentario", precisa.

Además revela que su mejor amigo es homosexual, por eso "siempre defenderé los derechos de los homosexuales y mi tío tiene ideas discriminatorias respecto a esos derechos".

Y agrega que más allá del detalle de entrar a decir qué comparte o no del discurso de su tío, lo importantes es no llegar a la violencia.

La menor de las hermanas, Bárbara Kast Sommerhoff, también recoge el guante sobre las diferencias que algunos de los integrantes de su familia mantienen con su tío.  "Hay cosas que yo no comparto con él y hay otras que sí", reconoce. Cuenta que al interior de su familia hay claramente diferencias de opinión porque no todos sus  hermanos piensan igual, pero "no me incomoda lo que diga José Antonio, él tiene la libertad de decir y pensar lo que el quiera. No es un tema".

Y agrega que más allá del detalle de entrar a decir qué comparte o no del discurso de su tío, lo importantes es no llegar a la violencia. "Muchos pueden decir que es retrógrado y que su discurso los violenta porque es muy distinto a lo que ellos piensan, pero eso no les da el derecho a agredir a alguien. Jamás lo he visto en una actitud violenta. Si hay algo que destaco de él es su paciencia para explicar lo que piensa", recalca.