La crisis golpea al Instituto Libertad: renuncia histórico presidente y aprontan recambio de directorio

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Roberto Ossandón Irarrázabal

Roberto Ossandón renunció tras 15 años a la cabeza del think tank de RN, en medio de disputas con la mesa de RN que presidía Cristián Monckeberg y un problemático cuadro financiero del organismo. Sus autoridades buscan nuevas fuentes de dinero y se aprontan a cambiar a casi todo el directorio; algunos ya han renunciado.


En un profundo proceso de cambios, con el que sus autoridades esperan hacer frente a un período crítico de financiamiento y funcionamiento, se ha sumergido el Instituto Libertad, el centro de estudios y brazo intelectual de Renovación Nacional. El organismo viene hace años encarando dificultades que tocaron fondo en lo que va corrido de éste. ¿Sus consecuencias? La salida de su histórico presidente durante 15 años, el abogado Roberto Ossandón Irarrázabal, y el recambio de su directorio, algunos de cuyos integrantes han renunciado.

La partida de Ossandón -hermano mayor de Manuel José, senador, y Ximena, diputada-, concretada a comienzos de marzo, marca un fin de ciclo de quien ha sido por décadas dirigente y actor relevante en RN. Uno de los episodios que precedieron a su éxodo se produjo ese mes, durante una reunión entre parte de la directiva del partido y de la plana mayor del instituto.

En esos días RN era aún conducido por el hoy ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, quien asistió a la cita escoltado por su entonces secretario general -y hoy presidente-, Mario Desbordes, y su tesorera, Mireya Chocair. Ossandón fue acompañado de integrantes del directorio de IL.

Las versiones sobre lo que allí ocurrió -los presentes consultados no hablaron sino bajo anonimato- oscilan entre las que indican que el presidente de IL le planteó a Monckeberg y los suyos que el adverso cuadro financiero del organismo hacía indispensable un mayor compromiso monetario del partido, y las que sostienen que el abogado demandó a la mesa de RN el pago de una serie de montos adeudados. Otras voces dicen que la pugna es mucho más compleja.

El instituto venía hace tiempo con sus ingresos a la baja. Entre los integrantes de su directorio recalcan que el partido había disminuido sus aportes desde que los cambios legales al financiamiento de la política restringieron las transferencias de las colectividades a sus organismos asociados, que había decaído la demanda por estudios y asesorías de los parlamentarios de RN. Pero lo que les golpeaba especialmente era la caída de aportes desde la empresa privada, consecuencia del Caso Penta y de otros escándalos similares.

Situaciones similares se han vivido en otros centros de estudios, como el Instituto Igualdad, ligado al PS, que este año perdió la cuota mensual que le pagaban los congresistas socialistas. Pero en IL la cosa fue mucho más lejos. La crisis de caja, por ejemplo, tuvo a su director ejecutivo, Aldo Casinelli, trabajando durante algunos meses trabajando sin cobrar su sueldo.

Además, el 2016 IL ya pasó por un bochornoso momento cuando Ossandón acusó al entonces director ejecutivo, Antonio Horvath Gutiérrez (hijo del fallecido senador) de haber desviado casi $100 millones para su fallida campaña parlamentaria, suma que el aludido aseguraba obedecía a una merma de ingresos del organismo.

IL -en eso coinciden en el sector oficialista- está lejos de competir en influencia y presencia con su contraparte en la esfera gremialista-UDI, el Instituto Libertad y Desarrollo: mientras acá trabajan aproximadamente unas 30 personas, en el centro de estudios de RN la cifra es cercana a la mitad de eso.

A lo anterior se suma que las relaciones entre Ossandón y el tándem Monckeberg-Desbordes ya eran, cuando menos, ásperas, recalcan en RN y en IL. Otras fuentes consultadas describen que eran aún más amargas y que ambas facciones llevaban meses sin reunirse, pese a solicitudes por escrito. En la directiva de entonces sostienen que hubo más de un encuentro, uno de ellos en enero.

Fuera de las diferencias de personalidad y estilo -que acá no fue poca cosa-, la crisis financiera del think tank fue un punto insalvable. Ossandón resentía que, aunque los partidos contaban con financiamiento público, RN no había vuelto a aportar fondos ni a contratar servicios de IL como lo hacía antes. Pero en la entonces directiva aseguran que, al contrario, al instituto se le habían encargado estudios de opinión y focus group para las campaña parlamentaria, que se le había contratado jornadas de capacitación para candidatos, entre otros servicios.

El encuentro derivó en discusión y ésta fue subiendo de tono, describen algunos de los asistentes. Otros hablan de "un altercado de proporciones", mientras que unos terceros dicen que "subió de tono, sí, pero tampoco estuvieron ni cerca de irse a las manos". Lo concreto es que después de dicho encuentro -que algunos fechan el 5 de marzo, seis días antes de que Monckeberg jurara como ministro- el presidente del Instituto optó por dejar el cargo.

Amunátegui: "Estamos mejorando la casa"

A Ossandón lo despidieron anteayer miércoles con un almuerzo en el Club de Golf Los Leones. Los directivos recurrieron a otro abogado histórico de RN, Miguel Luis Amunátegui Monckeberg, para que ocupara su cargo. Al jurista, quien en su día integró la Comisión de Prisión Política y Tortura y hoy es consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos, lo fueron a buscar bajo esta emergencia y con la idea de que subrogara , punto del que ahora algunos directores de IL dudan: creen que Amunátegui quiere quedarse.

La idea de una conducción interina busca recambiar la conducción completa del instituto, cuyo directorio hoy lo componen otro "venerable" RN, Roberto Palumbo; el ex senador Ignacio Pérez Walker; el ex ministro y ex diputado Teodoro Ribera Neumann; el ex tesorero de RN Rafael Aldunate Valdés; el abogado Jorge Carey Tagle; el empresario Pedro Donoso; el también ex tesorero RN Osvaldo Carvajal y Felipe Valenzuela.

Varios de dicha nómina renunciaron -como ya lo comunicó Pérez Walker- o están por renunciar a sus cargos, en busca de fichar otros directores, más jóvenes y que puedan desplegar sus redes en el empresariado en busca de financiamiento. Las decisiones de fondo se tomarán en la asamblea de socios convocada para el jueves 12 de julio, en un par de semanas: es probable que todos o casi todos los directores sea reemplazados, y también que renuncie Cassinelli.

"Estamos mejorando la casa" cuenta al teléfono Amunátegui. Cuenta que en dicha junta "vamos a definir reorganización de objetivos y rejuvenecer el directorio", y no niega que IL ha tenido serias limitaciones presupuestarias, pero desestima una crisis y afirma que la salida de Ossandón no se dio en un ambiente tenso ni traumático con RN.

"Tengo buenas relaciones con el presidente del partido, no obstante las restricciones", agrega. Y cuenta que "fue Roberto el que nos dijo que había llegado la hora que lo reemplazaran. Va a seguir vinculado de todas maneras, lo necesitamos". Sobre cuánto tiempo se quedará él en el cargo, dice que "no le puedo especificar", hasta que no se concreten los cambios.

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